La espectacularidad de 'Aida' regresa al Real

Por María José Lara

El Teatro Real vuelve a representar 20 años después la producción de este clásico de Verdi, aunque se introducen algunos cambios escénicos. Una monumental obra que tendrá 17 funciones y en la que trabajan casi 300 artistas.

Cuando Guiseppe Verdi estrenó Aida en la ópera de El Cairo en 1874 ya había compuesto 25 obras y se había ganado el reconocimiento y la fama de la que solo las grandes figuras de la música pueden disfrutar. Quería poner un broche de oro a su carrera y, con motivo de la inauguración del Canal de Suez, compuso una ópera efusiva, que combina escenas espectaculares con momentos muy íntimos. Coincidiendo con los descubrimientos arqueológicos del antiguo Egipto, esta obra, enmarcada en la civilización faraónica, sorprendió por su espectacular puesta en escena y por su valor musical.

El Teatro Real había acogido la representación de Aida 353 veces antes de su cierre en 1925. Tras su reapertura, el director de escena Hugo de Ana ideó una gran producción de Aida en 1998. Después de 20 años, el mismo De Ana vuelve con una modernización de aquella ambiciosa producción.

Entre los días 7 y 25 de marzo se representarán 17 funciones de esta obra, que está coproducida con la Lyric Opera de Chicago y el Teatro Municipal de Santiago de Chile. Dirigida musicalmente por Nicola Luisotti, Aida se enmarca en la conmemoración de la doble efeméride del Teatro Real: el Bicentenario de su fundación y los 20 años de su reapertura. Además, estas 17 funciones están dedicadas al tenor Pedro Lavirgen, gran intérprete del papel de Radamès, uno de los protagonistas de la ópera.

Teatro Real

Un clásico renovado

Aida trata temas como el triángulo amoroso, el amor prohibido o los celos, cuestiones importantes en la mayoría de obras de Verdi. Además, también ahonda en temas con un trasfondo político y social destacado, como la prepotencia de los dictadores o la humillación de los oprimidos.

Esta ópera también es grande por su valor musical, ya que combina momentos de recogimiento a través de sus famosas arias -como 'Celeste Aida', de su protagonista Radamès-, con composiciones de gran esplendor en los dúos y números corales.

Hugo de Ana pone en escena la simbología, colocando una gran pirámide que representa el poder político y religioso en el antiguo Egipto, algo que contrasta con los paisajes desérticos de algunas escenas, que plasman la soledad y las dudas de los protagonistas. El regidor de la obra, Hugo Fernández explica que, ante una escenografía tan arriesgada "no se puede dar un paso en falso y, aunque el público no lo vea, la seguridad está controlada en todo momento". En esta producción renovada se han actualizado elementos escenográficos y parte del vestuario. Además, se han introducido diversas proyecciones.

Los papeles principales, caracterizados por tener unas grandes voces, estarán representados por tres repartos que se alternarán en las representaciones. Además, intervienen en escena más de 70 personas, entre figuración, ballet y actores. Según el maestro Nicola Luisotti: "esta es una obra que necesita de grandes voces, un gran coro y una gran orquesta, pero lo más grande de Aida es la parte intimista". Luisotti es director asociado al Teatro Real y dirigirá su tercer título verdiano en el mismo. Se pondrá al frente del Coro -formado por 85 personas- y la Orquesta Titulares del Teatro Real.

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Aida trata temas como el triángulo amoroso, el amor prohibido o los celos, cuestiones importantes en la mayoría de obras de Verdi.

El universo 'Aida'

Los tres repartos distintos en los papeles protagonistas ya advierten de las dimensiones de esta producción, en la que trabajan casi 300 artistas -entre solistas, coro, ballet, actores y orquesta-. El personal de caracterización tarda una media de 3 horas en maquillar y caracterizar al elenco, y sastrería ha tenido que rehacer la mayor parte del vestuario de la obra, que venía de representarse en Chile. Ovidio Ceñera, Jefe de Sastrería y Caracterización del Teatro Real, destaca la maestría de Hugo de Ana a la hora de dirigir la escenografía: "tiene tantos conocimientos de la concepción, el diseño, los tiempos y la teatralidad de las cosas, que todo lo que era difícil nos lo ha puesto fácil". Para esta ópera han tenido que reforzarse los equipos de caracterización- con 12 personas-, y de sastrería -con 15 personas-.

El departamento de maquillaje y caracterización debe maquillar de cuerpo entero a 70 personas, algo muy laborioso tal y como afirma Esther Dolera, maquilladora: "hay mucho trabajo. La diferencia con otras óperas es la cantidad de gente que hay que maquillar y la cantidad de maquillaje que hay que utilizar".

Este gran despliegue también se traslada a las actividades paralelas que el Teatro Real ofrece con motivo del estreno de cada ópera. Destaca el curso monográfico sobre Aida, que se impartirá entre febrero y marzo en el teatro; la exposición 'Aida: el Egipto imaginado' en la Biblioteca Nacional; el taller de caligrafía egipcia, también en la Biblioteca Nacional; o la visita especial a la cámara acorazada del Museo Arqueológico Nacional 'Cara a cara con las reinas de Egipto'. Además, como viene siendo habitual en muchas de las óperas del Real, el 22 de marzo se retransmitirá en directo, a través de Radio Clásica, para todos los países de la UER -Unión Europea de Radiodifusión-.

Puedes saber más sobre estas actividades en la web del Teatro Real: www.teatro-real.com

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En la producción trabajan casi 300 artistas entre solistas, coro, ballet, actores y orquesta.