Que la firma americana Tesla está conquistando los corazones de medio mundo gracias a su particular planteamiento de la movilidad personal es un hecho. El visionario Elon Musk, fundador de la compañía, quiere cambiar e instaurar una nueva visión de los vehículos privados con una gran ofensiva de coches eléctricos. 

A día de hoy, el máximo exponente de esta ofensiva la encontramos en el Model S, una berlina de casi 5 metros de largo con un diseño imponente, cuyos rivales son nada más y nada menos que ejemplares como la Clase S de Mercedes-Benz, la Serie 7 de BMW, el A8 de Audi o el LS de Lexus. 

La gama de Tesla se completa, a día de hoy, con el Model X, una carrocería con un enfoque más SUV y familiar, y el Model 3, una berlina compacta que, si bien no ha llegado aún al mercado y no lo hará hasta 2018, ya tiene detrás la escandalosa cifra de más de medio millón de reservas. 

Es precisamente el Model S el protagonista de este artículo, ya que recientemente se ha conocido que en el anterior trimestre de 2016 la firma ha conseguido vender 9156 Model S, consiguiendo un aumento del 59% en las ventas respecto al mismo periodo del año pasado. En lo que va de año, Tesla ha comercializado algo más de 21000 unidades en EEUU. 

Las comparaciones pueden llegar a ser odiosas, algo que se pone de manifiesto en casos como este, ya que pese a que las poco más de 9000 unidades comercializadas del Model S no parezcan muchas, son significativamente más que las 4921 unidades del Clase S y las 3634 del Serie 7 de BMW. De hecho, si sumamos las cifras de sus competidores, nos daremos cuenta de que el Model S se ha vendido más que sus dos inmediatos competidores...¡juntos!

Y es que parece que la filosofía Tesla está calando fuerte en ciertos mercados, entre ellos el americano, donde la firma ha conseguido una notoriedad y una relevancia inimaginables para una compañía relativamente pequeña y que, además, ni siquiera obtiene a día de hoy beneficios. 

Parece que la llegada de la versión P100D de más de 700 CV y 600 km de autonomía, el restyling de hace unos meses o la incorporación de tecnologías como el Autopilot le han sentado de maravilla al Model S, ya que pese a ser un modelo con varios años a sus espaldas, ha conseguido conquistar un mercado en el que sus dos inmediatos competidores, el Clase S y el Serie 7, son sensiblemente más modernos.