El sector aeroespacial vuelve a despegar

El sector aeroespacial vuelve a despegar

La tribuna

El sector aeroespacial vuelve a despegar

1 noviembre, 2022 01:54

El próximo 7 de diciembre se cumplen 50 años del último vuelo del Programa Apolo, el proyecto que la NASA inició a principios de la década de 1960 para cumplir uno de los grandes sueños de la humanidad: conquistar la Luna. Tras hacerlo realidad con el Apolo 11, comandado por Armstrong, Aldrin y Collins, se realizaron seis misiones más con el objetivo de estudiar en profundidad la superficie lunar. Hemos tenido que esperar medio siglo para que la NASA, junto con otras agencias espaciales y compañías privadas, decidiera volver con una misión tripulada para 2024.

El sector aeroespacial ha cambiado por completo en las últimas décadas. Su desarrollo incipiente en los años sesenta estuvo dominado por el sector público y vinculado a la industria militar en el contexto de la Guerra Fría –lo que conocemos como el mundo aeroespacial 1.0.

Sin embargo, en los últimos 20 años, el sector ha experimentado un vuelco considerable con la entrada de financiación privada y el desarrollo de proyectos destinados a la observación de la Tierra, la mejora de las telecomunicaciones o el turismo espacial, dando lugar al espacio 2.0.

Aunque sigue siendo un terreno desconocido por el público general, la tecnología espacial forma parte de nuestra vida y hacemos uso de ella en actividades tan cotidianas como mirar la previsión del tiempo o viajar con el GPS.

La tecnología espacial forma parte de nuestra vida y hacemos uso de ella en actividades tan cotidianas

El potencial de la revolución espacial no tiene precedentes: el mercado espacial, que actualmente está valorado en 400 000 millones de dólares, podría alcanzar los 2,7 billones de dólares de aquí a 2045.

En España, el sector despunta con fuerza. Según ICEX, nuestro país ocupa la quinta posición en Europa en relación al volumen de ventas y número de personas empleadas en la industria aeroespacial –casi 50 000 personas en 2020–. El mercado se caracteriza por un elevado crecimiento –un 82,2 % desde 2011– y una inversión muy considerable en I+D+i, campo que alcanza el 9 % de la facturación total. Aunque es un sector ignoto para muchos, representa el 1,5 % del total del PIB y el 6,8 % del PIB industrial.

"Las empresas espaciales que operan en nuestro país se han especializado, en su mayoría, en el diseño y fabricación de satélites"

Las empresas espaciales que operan en nuestro país se han especializado, en su mayoría, en el diseño y fabricación de satélites, una industria en auge que ha conseguido miniaturizar los satélites y hacer más eficiente su trayectoria –generalmente su órbita no supera los 2000 kilómetros, frente a los 35 000 de los satélites tradicionales–, reduciendo así los costes de envío al espacio.

Además, la inteligencia artificial ha logrado que los análisis sean mucho más exhaustivos y detallados, mejorando la calidad de los datos y los sistemas de predicción.

La observación de la Tierra se ha convertido en un sector estratégico. El crecimiento constante de los contratos públicos al servicio de la observación del espacio debería mantenerse y sostener la expansión del sector a nivel global. De acuerdo con un estudio de Euroconsult de 2022, el mercado de satélites de observación de la Tierra podría crecer un 16 % de aquí a 2030.

Y la aplicación práctica de estas actividades es tremendamente variada. La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha puesto de relieve la importancia de disponer de imágenes por satélite de alta definición y en tiempo real, que han permitido recabar información fiable y precisa.

Pero estas imágenes no sólo sirven para fines defensivos; también son clave para la predicción meteorológica o la medición de otras capas de la atmósfera, como la ionosfera, que influye directamente en la aviación, el funcionamiento de los satélites, la navegación o las comunicaciones.

Además, el espacio 2.0 está asumiendo plenamente los retos en materia de sostenibilidad, y la ONU dedicaba la Semana Mundial del Espacio, celebrada este mes de octubre, al tema El espacio y sostenibilidad, recalcando la urgente necesidad de divulgar el vínculo entre la observación espacial y la lucha eficaz contra el cambio climático.

Hasta 26 de los 50 indicadores de seguimiento del cambio climático identificados por la ONU solo se pueden medir gracias a las imágenes por satélite. Por ejemplo, esta tecnología puede ayudarnos también a detectar con rapidez y vigilar la evolución de los incendios en verano, que sólo este año han arrasado más de 230 000 hectáreas, según el Ministerio para la Transición Ecológica.

La industria aeroespacial tiene sed de capital. Los fondos especializados son pocos todavía –también a nivel europeo–, pero están en fase de crecimiento y se percibe un interés creciente por los proyectos espaciales. Las inversiones en el sector son, sin excepción, a largo plazo; requieren tiempo y paciencia.

Por lo general, hablamos de proyectos que demandan una fuerte inversión inicial, pero que tienen resultados exponenciales. Por ejemplo, la construcción de un satélite tiene un coste inicial importante – y se ha reducido notablemente en los últimos años–, pero, una vez construido, el coste de gestión del satélite es muy bajo y los datos que ofrece tienen un incalculable valor para muchas empresas, lo que mejora la rentabilidad de la empresa espacial.

En definitiva, la temática espacial se está consolidando como un territorio que, lejos de haber alcanzado aún su madurez, continúa ofreciendo interesantes oportunidades muy ligadas a la innovación, los avances tecnológicos, la seguridad transnacional y los grandes retos globales en materia de sostenibilidad.  Es por ello que, mientras nos preparamos al "retorno sobre la Luna", mantenemos nuestra mirada en el espacio y en aquellas empresas que, desde la Tierra, buscan seguir abriendo nuevos horizontes.

*** Rolando Grandi, CFA, gestor del Echiquier Space en La Financière de l’Echiquier (LFDE).

Un inversor en la Bolsa de Nueva York.

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