Hay inquietud por los efectos de la 'cepa india' en la economía. El avance de la quinta ola en plena temporada de verano va a suponer un golpe inesperado para España, ahora que veíamos el espejismo de que el rebote tomara impulso.

En medio de las incertidumbres, esta semana arranca otra temporada, la de los resultados bancarios, que más allá de mostrar la situación del sector financiero van a ser un termómetro de la salud de la economía, en un momento en el que el Banco de España también va a actualizar los datos de morosidad.

La banca está preocupadapor la situación de muchas empresas, las llamadas 'zombis'. En los días previos a que los bancos muestren sus cartas en las presentaciones de resultados que inaugurará María Dolores Dancausa, con Bankinter, varias fuentes consultadas coinciden en el diagnóstico: las familias han acelerado sus decisiones de consumo, pero las empresas están divididas entre las que son cautas en inversión y las que atraviesan serios apuros.

La vicepresidenta, Nadia Calviño.

La vicepresidenta, Nadia Calviño.

Los bancos consideran que España ha acertado en las medidas que ha ido poniendo en marcha en los últimos meses porque el batacazo empresarial va a ser mucho menor de lo que cabía esperar tras un 2020 marcado por una caída del PIB próxima al 11%.

Una sensación parecida tienen en el despacho de Prada Gayoso, especializado en concursos de acreedores y en administración concursal. Según su socio, Guillermo Prada, la gran mayoría de las empresas que están acudiendo estos meses en busca de ayuda arrastran problemas previos a la pandemia y, por tanto, la situación es mucho mejor de lo que se esperaba hace un año gracias a que los créditos ICO y las moratorias aprobadas por el Gobierno han surtido efecto.

En el mundo financiero, se tiene muy presente cómo aquellas medidas fueron impulsadas desde dentro del Gobierno por Nadia Calviño, pero en colaboración con los primeros espadas de la banca española. Recuerden cuando en el asunto de los avales Ana Botín y la ahora vicepresidenta primera pidieron a Sánchez: "pongamos más". Y así fue.

Más de un año después, se espera una subida de la morosidad limitada, pero que no por ello deja de quitar el sueño a algunos banqueros. De hecho, en cómo abordar esta recta final de la pandemia hay fricciones entre la banca y Economía.

¿Cuántas empresas en apuros tienen negocios viables y cuántas están abocadas a la desaparición? Esta es la primera clave. La segunda es cómo abordar la liquidación de las que no pueden sobrevivir.

Nadia Calviño, Pablo Hernández de Cos, María Dolores Dancausa, Ana Botín y Gonzalo Gortázar.

Nadia Calviño, Pablo Hernández de Cos, María Dolores Dancausa, Ana Botín y Gonzalo Gortázar.

A los bancos no les temblaría el pulso si tuvieran que dejar caer a algunas de las compañías que han acudido al auxilio de la SEPI arrastrando problemas previos a la Covid-19. Pero el Gobierno es mucho más cauto y considera importante sostener a compañías que en muchos casos son vitales para la economía local. Pensemos en el peso territorial de grupos como Duro Felguera o Abengoa.

En términos generales y ante las dificultades de muchas otras empresas -conocidas y desconocidas-, en el sector financiero hay quien advierte: la banca cerrará el grifo del crédito empresarial si se cronifican los problemas.

Mientras, se va ganando tiempo porque en términos generales, cuentan fuentes del sector, los indicadores de riesgo bancario -que miden morosidad o inversión irregular- se están comportando bien.

Hay en el sector financiero quien advierte: la banca cerrará el grifo del crédito empresarial si se cronifican los problemas

A pesar de las dificultades, muchas empresas han conseguido capear la crisis gracias a los créditos ICO y al aplazamiento de inversiones. Frente a ellas, otro grupo -no tan pequeño- de empresas sigue teniendo el ebitda muy afectado por la crisis y ha llegado a este verano gracias a la financiación obtenida con deuda. Son compañías, además, que en muchos casos están en sectores que no se van a recuperar en un plazo -atentos- inferior a dos años.

La normalidad que se lleva esperando desde hace un año no llegará al menos hasta 2023, según los datos internos que manejan algunos bancos, aunque sean muchos los organismos internacionales los que estimen que a finales del próximo año ya tendremos un PIB precrisis. Y esa normalidad será distinta. Esto significa que muchas actividades económicas van a sufrir transformaciones profundas o van a desparecer, como viene advirtiendo desde hace meses Pablo Hernández de Cos

Mientras las pymes y los autónomos afrontan este escenario marcados por la incertidumbre, las familias son las que están tirando de la demanda del crédito. Desde el pasado enero, al menos dos grandes bancos consultados han notado un despertar en el mercado hipotecario y el crédito al consumo también comienza a repuntar -curiosamente, muy ligado, en ocasiones, a reformas de vivienda-.

Veremos los datos que presenta Gonzalo Gortázar el próximo 30 de julio ahora que gestiona el banco con más activos en España.

En cómo esté la salud financiera de nuestros bancos habrá muchas claves sobre hasta qué punto el rebote económico que se espera de aquí a final de año va a ser consistente. De ello depende de que podamos hablar con propiedad de recuperación en España.

ATENTOS A...

Al Gobierno se le acumula el trabajo antes de las vacaciones de agosto. Este mes quiere dejar aprobado el 'techo de gasto' que tiene ya avanzado María Jesús Montero y que supone el primer paso para elaborar los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Además, aprobará la OPA sobre Naturgy con duras condiciones. 

María Jesús Montero (izda) y Pedro Sánchez.

María Jesús Montero (izda) y Pedro Sánchez.

También Pedro Sánchez tiene que presentar a las comunidades autónomas la última semana de julio su plan para la cogobernanza de los fondos europeos ante el malestar de muchos dirigentes autonómicos por cómo se ha preparado el Plan de Recuperación. Vienen dos semanas frenéticas para un Gobierno recién renovado, pero también cansado por la dureza de una legislatura marcada por la pandemia y las tensiones de la coalición.