En un momento en el que nadie pone en duda que Europa debe avanzar hacia un modelo de movilidad más sostenible, los datos de emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los coches matriculados en Europa durante el pasado año fueron los más elevados desde 2014. Los fabricantes que están representados en Europa por la patronal ACEA, que preside el también CEO de Fiat Chrysler Automobiles, Michael Manley, deben tomar nota de este aviso para reducir sus emisiones lo antes posible.

Según datos de Jato Dynamics, esas emisiones de CO2 se situaron en 121,8 gramos por kilómetro, lo que supone 1,3 gramos más que un año antes y el peor dato en cinco años.

2020 debería marcar un punto de inflexión para revertir esos datos con la entrada en vigor el 1 de enero de 2020 de la nueva normativa europea que limita a 95 gramos de CO2 de media las emisiones máximas por vehículo. La industria está haciendo un esfuerzo importante por avanzar en la sostenibilidad, por ello, no debe permitir saldar un ejercicio con datos que supongan un retroceso al camino ya andado.