El Russell 2000 es un índice estadounidense que recoge la evolución de las conocidas como small caps o empresas de pequeña capitalización. Quizás no es tan popular como el S&P 500, pero históricamente ha tenido un mayor retorno que este último. Sin embargo, en los últimos años su desempeño está dejando mucho que desear en comparación con otros índices. La cuestión es: ¿Está justificada esta diferencia de comportamiento? 

En primer lugar, tenemos que señalar que la diferencia de rentabilidad entre el Russell 2000 y el S&P 500 está siendo histórica. Tanto es así que, si observamos la ratio Russell 2000/S&P 500, que nos da la relación entre el precio del primero con respecto al segundo, se encuentra en mínimos históricos. Esto significa que las small caps nunca habían estado en un nivel tan bajo en comparación con el S&P 500. 

Si nos enfocamos en los números concretos, en los últimos 5 años la rentabilidad total del S&P 500, que incluye tanto la subida del índice como los dividendos, ha sido de un 87,75%. Esto equivale a una rentabilidad anualizada del 13,42%, que, gracias al interés compuesto, nos hubiera permitido terminar con 18.770 € al invertir 10.000 € al comienzo de este periodo. Por contra, el Russell 2000 se queda muy lejos, con tan solo un retorno total del 32,92% o un 5,85% anualizado.

Ratio Russell 2000.

Ratio Russell 2000. E.E.

Esto significa que una inversión de 10.000 € se habrían convertido en 13.288 €, casi un 30% menos de lo conseguido con el S&P 500. De hecho, desde 2015, en tan solo dos años la rentabilidad anual conseguida por el Russell ha sido mayor que la del S&P 500.

Lo peor es que, lejos de reducirse, esta diferencia se ha incrementado desde mitad de 2021, cuando las small caps se han comportado de manera lateral, mientras que el índice liderado por Microsoft y Apple ha continuado con su particular escalada. Además, hay que tener en cuenta que estas compañías suelen tener un balance más débil y las subidas de tipos han provocado que los inversores demanden otros activos menos volátiles, lo que desplaza a todo el mercado a un escalón inferior en cuanto a apetito de riesgo. Y aquí el Russell 2000 sale perdiendo. 

Pero, ¿está justificada esta diferencia?

Lo cierto es que a pesar de que según la reversión a la media podríamos esperar un mejor comportamiento relativo de las small caps, el panorama no es el mismo que en otras ocasiones. En concreto, el dato que más preocupa es el porcentaje de empresas del Russell 2000 que no generan beneficios, uno de los principales motores del desempeño bursátil.

Desde 2014, si quitamos el año de la pandemia, estamos en el punto máximo de empresas que no generan beneficios en este índice, con un porcentaje que va desde el 38% al 42% según diversas fuentes. Esto contrasta con los niveles mínimos de las empresas medianas y grandes que no generan beneficios, lo que aporta un punto importante para explicar esta diferencia de rendimiento. Además, si comparamos estos niveles con los de las crisis más importantes de los últimos años, como son la burbuja de las punto com, la crisis de 2008 y el covid 19, el Russell está en las mismas cotas.

Todo esto nos lleva a pensar que la política monetaria de tipos de interés negativos ha hecho más estragos en unas compañías que en otras. Este tipo de empresas han vivido años con una financiación ultra barata que les ha permitido subsistir a pesar de no generar beneficios o de tener márgenes muy reducidos. Además, estos tipos tan bajos han financiado proyectos que con unos niveles de tipos más elevados no son ni de lejos rentables, lo que les deja destinados al fracaso. 

Quizás lo que necesita el Russell para volver a subir son las tan ansiadas bajadas de tipos, aunque también podría ser que el verdadero antídoto sea la quiebra y salida del índice de estas empresas que no generan beneficios.