El Ibex 35 abría la jornada con la ambición de consolidarse por encima de los 8.300 puntos y al final ha acabado pidiendo la hora para no caer por debajo de los 8.000. En concreto, ha cerrado en los 8.011 puntos, con una pérdida del -3,7%, y ya supone un retroceso en lo que va de año del -8,1%.

El tinte de la jornada ha ido de menos a más rojo para que finalmente ningún valor haya podido acabar en verde. El más perjudicado, Siemens Gamesa, con un desplome en sus títulos del -9,2%, hasta los 17,5 euros por acción.

La banca de inversión avisó ayer de que su estructura es insostenible y la agencia de calificación S&P recortó su perspectiva de “estable” a “negativa”, si bien mantuvo su calificación crediticia en BBB.

Otros nombres muy perjudicados en la sesión de hoy han sido Meliá Hotels, Grifols o Inditex, con pérdidas del -7,8%, -7,5% y -7%, respectivamente.

La referencia europea, el EuroStoxx 50, ha cedido algo más del -2%. Se deja notar que las bolsas del viejo continente que más han caído son las más expuestas a la guerra de Rusia contra Ucrania.

El FTSE 100 se ha anotado pérdidas del -2,6%; el FTSE MIB ha dado un paso atrás del -2,4; el DAX ha caído un -2,2%; el CAC 40 ha retrocedido un -1,85% y el vecino PSI 20 es quien mejor ha resistido, con una ligera bajada del -0,9%.

Los números rojos de Europa parece que se van a instalar en Wall Street, donde todos sus parqués han abierto en negativo. El Russell 2000 cae un -1,2%; el Nasdaq, un -0,95%; el S&P 500, un -0,35%, y el Dow Jones, un -0,3%.

El petróleo, que ha estado todo el día al alza por las dificultades en la oferta con motivo de la contienda, se intercambia a 110 dólares el barril en el caso del West Texas (-0,6%) y a 112 dólares el Brent (-0,15%).

En el caso del oro, valor refugio por excelencia en momentos de incertidumbre, se cotiza la onza a 1.932 dólares, un 0,50% por encima.