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El BPI advierte del riesgo que supone endeudamiento e inflación para el crecimiento

En su informe anual publicado hoy, el Banco de Pagos Internacionales (BPI) considera que el elevado endeudamiento público y privado en algunos países y el repunte de la inflación podrían poner en peligro el crecimiento sostenido a medio plazo.

25 junio, 2017 10:30

En su último informe anual, publicado hoy, el BPI analiza varios riesgos que amenazan el crecimiento, como son un posible repunte de la inflación, las tensiones financieras, el endeudamiento y el proteccionismo.

"El elevado endeudamiento de los hogares podría lastrar el crecimiento, especialmente ante una subida de las tasas de interés que aumentaría su coste", dice el BPI, cuya sede está en la ciudad suiza de Basilea.

Los ejercicios de simulación sugieren que dicha subida podría empujar el peso del servicio de la deuda de los hogares hasta cotas peligrosas en algunos países y lastrar la demanda, añade el banco que asiste a los bancos centrales, sin citar países concretos.

Por ello insiste en que la normalización de la política monetaria se realice de manera gradual y sostenida, aunque también reconoce el riesgo de sobrecalentamiento de las economías si se acomete demasiado tarde.

Varias economías emergentes, incluidas las más grandes como China, tienen elevados niveles de deuda privada y altos precios de la vivienda. También a algunas economías avanzadas que salieron indemnes de la crisis les ocurre lo mismo.

El jefe del departamento Monetario y Económico del BPI, Claudio Borio, dijo al presentar el informe que "por el momento, las bajas tasas de interés han mantenido en general los coeficientes de servicio de la deuda por debajo de sus umbrales críticos".

El fuerte crecimiento de la deuda en dólares podría crear dificultades a muchos países fuertemente endeudados en esta divisa si la Reserva Federal (Fed) sube los tipos de interés muy deprisa y el dólar se aprecia.

Asimismo los elevados niveles de deuda de los hogares y empresas pueden debilitar el consumo y la inversión si las tasas suben considerablemente.

Borio se pregunta si el reciente repunte de la inversión conseguirá afianzarse lo suficiente.

"Hasta ahora, el aumento de los indicadores de incertidumbre sobre la política económica no parece haber tenido demasiado impacto, pero ante el fuerte aumento de la deuda corporativa en moneda local y extranjera, la inversión podría ser vulnerable en algunas economías emergentes", dice Borio.

La abultada deuda empresarial, junto con el débil crecimiento de la productividad, podría pesar sobre la inversión, y un aumento de las corrientes proteccionistas podría deslucir las perspectivas económicas.

Un aumento excesivo de la inflación es lo que podría obligar a los bancos centrales a endurecer sus políticas monetarias, lastrando el crecimiento.

Pero Borio considera que "esta preocupación sea un tanto exagerada" ya que las presiones sobre los salarios "permanecen muy contenidas y el incremento de los costes laborales unitarios no ha ayudado demasiado a predecir demasiado la inflación en las economías avanzadas".

El BPI, añadió Borio, cree que una de las causas de esta baja presión sobre los salarios y precios, a diferencia de lo que pasaba antaño, son la globalización y la tecnología.

Con la globalización han entrado productores de bajo coste en el comercio mundial: China y antiguos países comunistas.

La globalización y la presión tecnológica han reducido "tanto el poder de negociación de los trabajadores como la influencia de las empresas en los precios, lo cual hace menos probables las espirales de precios/salarios típicas del pasado", según el BPI.

Dado el rechazo a la globalización que surge en algunos países, el BPI advierte de que el aumento del proteccionismo tendría consecuencias más devastadoras. Borio reconoce que "las ganancias derivadas de la globalización no se han distribuido equitativamente, sobre todo porque los países no siempre han sabido adaptarse a ella".

"Además, la apertura financiera puede plantear retos para la estabilidad financiera que es preciso resolver. Aun así, dar marcha atrás en la globalización sería tan absurdo como intentar detener la innovación tecnológica", enfatizó Borio.

Un repliegue proteccionista en el comercio podría provocar tensiones financieras y un repunte de la inflación. El BPI dice que la globalización se ha frenado tras la crisis, pero no retrocede.