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Urbar consigue superar el concurso de acreedores y celebra su primer consejo con un nuevo equipo

La compañía defiende contar con una buena base para afrontar el plan de crecimiento para los próximos años.

11 noviembre, 2021 11:55

Urbar ya ha celebrado su primer consejo de administración con todo su nuevo equipo, toda vez que la pasada primavera ejecutase una ampliación de capital que culminó con el reflotamiento de la empresa tras dos años bajo concurso de acreedores.

La compañía de ingeniería guipuzcoana se encuentra así entre el 5% de empresas que, según las estadísticas, logra salir de un concurso de acreedores y continuar con su negocio tras pasar por un punto de inflexión.

La crisis financiera de 2008 se llevó por delante a muchas empresas, especialmente aquellas con mayor exposición en el sector inmobiliario y de la construcción. Y Urbar, especializada en análisis de vibración y certificación de equipos, fue una de las que sufrió el golpe que puso en muchas dificultades la viabilidad del grupo.

Durante los años 2010 al 2013, bajo la presidencia ejecutiva de Rafael Salama Falabella, cargo que dejó en 2013, la empresa llevó a cabo una serie de medidas de reestructuración, principalmente orientadas a la optimización y reducción de gastos operativos y de personal.

La situación financiera y operativa del grupo empeoró, lo que obligó a acometer diversas refinanciaciones entre los años 2014 y 2018. Posteriormente, en 2019 llevó a cabo un nuevo proceso de refinanciación, pero no consiguió llegar a un acuerdo con los acreedores.

Como consecuencia de esto, la empresa se vio obligada a declarar concurso de acreedores en julio 2019. Sin embargo, la entrada posterior de Rafael Salama, que regresaba a la compañía, y de Francisco Martín como accionistas de referencia, así como de un nuevo grupo de directivos, adoptó el compromiso de restaurar la credibilidad perdida frente a los acreedores, estabilizar la actividad existente e impulsar un plan de negocio.

Todo ello permitió asegurar la viabilidad del grupo y mantener la actividad y puestos de trabajo, con el objetivo de recuperar su posición en el mundo de las ingenierías. Primero, se alcanzaron acuerdos con el Banco Santander, el principal acreedor como heredero de las deudas contraídas con el Banco Popular, que junto a YakanXXI lideraron el proceso de negociación en representación de los acreedores, que terminaron aprobando un convenio positivo para el grupo Urbar.

En ese momento fue determinante la actitud de los acreedores financieros, que, en el caso particular del proceso concursal de Urbar, aprobaron quitas significativas en su apuesta por mantener la actividad y las operaciones a futuro de Urbar.

Nueva etapa

Ahora, tras la salida del concurso, la compañía mantiene una situación delicada, aunque defiende contar con una buena base para afrontar el plan de crecimiento para los próximos años: dos líneas de actividad rentables y generadoras de caja, una estructura de gasto optimizada, niveles de deuda reducidos gracias a las quitas obtenidas, una estructura de fondos propios reequilibrada y el hecho de estar fuera del concurso de acreedores.

Para esta nueva etapa, Urbar ha dado entrada de nuevos accionistas y ha nombrado un nuevo consejo, que preside Francisco Martín Morales de Castilla, ingeniero de minas con experiencia en grupos como Duro Felguera, Isolux o TSK.

El actual consejo de administración lo completan Alfonso Recio, con cargo ejecutivo desde abril de 2021, Rafael Salama, principal accionista, y, desde octubre de este año, Antonio Allona y Juan Ignacio Vitoria como consejeros independientes.

El plan estratégico del nuevo equipo directivo tiene como objetivo posicionar a la empresa "como ingeniería de referencia en el ámbito de la vibración y certificación". Este plan pasa por potenciar la capacidad de Urbar para dar servicio a la industria, sobre todo ante uno de los mayores retos actuales como es el precio de la energía.

En este sentido, ofrece servicios al sector nuclear, con la realización de ensayos sísmicos y la certificación de sus componentes, dado que desde la compañía entienden que ahora la generación nuclear puede dar estabilidad al precio de la energía que se traslada al precio regulado, siendo una energía fundamental durante la transición hacia los objetivos de descarbonización en el horizonte 2050.

Urbar también pone el foco en su experiencia en ensayos de vibración y suministro de equipos especializados, además de ensayos y análisis y puesta en marcha de equipos para plantas de generación renovables, como termosolares y eólicas.