Para hacer frente a ello, Iberdrola ampliará capital en 58,13 millones de euros, que se incrementará en un 1,242 %, con la emisión de 77.515.000 nuevos títulos de 0,75 euros de valor nominal.

El dividendo flexible permite a los accionistas que así lo deseen cobrar el dividendo en metálico o en nuevas acciones de la eléctrica.

El capital social de Iberdrola se incrementará en un 1,242 % con respecto al que había antes de la ejecución del aumento de capital, que quedará fijado en 4.738,13 millones de euros, representado por 6.317,5 millones de acciones ordinarias de 0,75 euros de valor nominal.

Iberdrola ha desembolsado 381,7 millones de euros para comprar 2.596.794.942 derechos de asignación gratuita de titulares que han preferido recibir el dividendo en efectivo.

Las nuevas acciones de la ampliación comenzarán a cotizar el próximo 28 de julio.

Iberdrola ha completado así la retribución con cargo al ejercicio de 2016, que ha ascendido a 0,312 euros brutos por acción, un 11 % más que la correspondiente a 2015.

El importe de la remuneración incluye los 0,135 euros brutos por acción abonados en enero; los 0,03 euros en efectivo pagados el pasado 7 de julio y los 0,147 euros brutos por título de precio garantizado para los accionistas que han optado por vender sus derechos a la compañía.

Iberdrola, en la actualización de sus Perspectivas Estratégicas 2016-2020 presentada en febrero, prevé seguir incrementando la retribución al accionista hasta alcanzar los 0,37-0,40 euros brutos por acción en 2020 y establece un suelo de 0,31 euros durante el periodo.

Un 88 % de los titulares del capital social de Iberdrola optaron el año pasado por recibir parte del dividendo con cargo a 2015 en nuevas acciones, el mayor porcentaje desde que la eléctrica puso en marcha el programa de dividendo flexible.