Peugeot S.A. ("PSA") adquirirá los activos y participaciones ligados a Opel, lo que en la práctica supondrá hacerse con el control exclusivo de esa firma.

La CE ha analizado el impacto de la operación en los mercados de automóviles tanto a nivel europeo como nacional, dado que ambas empresas se dedican a la fabricación de vehículos particulares y utilitarios ligeros.

También ha examinado las actividades de las dos sociedades que se solapan, tanto en la venta al por mayor y como al detalle.

Según la CE, las cuotas de mercado combinadas de las dos empresas son relativamente flojas en todos los mercados afectados en lo relativo a la fabricación y venta de automóviles.

Solo en Estonia y Portugal las dos empresas juntas se hacen con algo más del 40 % del mercado para los pequeños vehículos utilitarios, con un aumento inferior al 5 % en cada uno de esos mercados.

En el resto de mercados afectados, las cuotas seguirán siendo débiles.

La investigación de Bruselas ha demostrado además que la empresa fusionada continuará teniendo que afrontar una fuerte competencia por parte de fabricantes como Renault, Volkswagen, Daimler, Ford, Fiat y otros rivales asiáticos.

La CE ha descartado además la posibilidad de que la operación pueda tener un efecto perjudicial en los mercados de distribución al por mayor y minorista, debido a los distintos canales de distribución utilizados por PSA y Opel y de la presencia de distribuidores, importadores y minoristas independientes.

Por ello, la CE ha concluido que la adquisición no es susceptible de crear problemas de competencia.

La operación fue notificada al Ejecutivo comunitario el pasado 30 de mayo.