Tras una semana histórica, el Brexit toma un tono más cálido

Tras una semana histórica, el Brexit toma un tono más cálido

Economía

Tras una semana histórica, el Brexit toma un tono más cálido

La semana en la que Reino Unido solicitó el divorcio con la Unión Europea ha traído cierto alivio en Londres y Bruselas por haber salvado los muebles, pero los negociadores temen berrinches e incluso rupturas una vez se inicien las negociaciones.

2 abril, 2017 12:16

El negociador jefe de la UE, Michel Barnier, prevé que comiencen en junio, pero primero los otros 27 estados miembros de la UE deben dar su mandato en una cumbre el 29 de abril y en una reunión ministerial el 22 de mayo.

Las negociaciones sobre negociaciones - quién habla con quién, cuándo, sobre qué e incluso en qué idioma - pueden comenzar semanas antes y podrían ser igual de tirantes.

Hace dos semanas el francés dejó entrever un destello de dureza al ofrecer a los británicos una visión de corte de suministros y colas de camiones en la ciudad portuaria de Dover si insisten en sus demandas.

Esta semana fue más gentil. Las posturas iniciales de la primera ministra británica, Theresa May, y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, de cara a dos años de negociaciones dejaron a ambas partes alabando su tono "constructivo". Ambos advirtieron de que el acuerdo no era ninguna certeza y que Reino Unido todavía podría salir de la UE en un enfangado marco legal.

Mientras se acercaba el fatídico día para que May activase el Artículo 50 del tratado de la UE y una salida sin precedentes que Bruselas quiere asegurarse que es un caso aislado, los responsables de ambas partes parecían en privado cada vez más preocupados de que el proceso funcionase.

Pero mientras Tusk envió sus guías negociadoras a los otros 27 miembros el viernes, dos días después de la carta de May, un alto cargo de la UE dijo: "Somos más optimistas que antes de que podamos hacer avanzar las negociaciones"

Tusk, interesado en marcar las líneas rojas de la negociación, insistió en que Reino Unido debería pagar una "factura del brexit", dar derechos a los 3 millones de expatriados de la UE que viven en Reino Unido y aceptar las normas de la UE durante el periodo de transición hacia un nuevo pacto comercial.

Sin embargo, gran parte de la reacción británica se centró en la propuesta de dar a España derecho de veto sobre la futura relación con Gibraltar.

Dejando a un lado las quejas por el diminuto enclave británico en el sur de la Península Ibérica, Iain Duncan Smith, ex líder a favor del brexit del Partido Conservador de May, dijo a la BBC: "El comunicado (de Tusk) fue mucho más razonable que cualquiera de mis expectativas".

El compromiso de iniciar negociaciones sobre un nuevo acuerdo de libre comercio antes de que se determinen los términos del divorcio fueron particularmente bien recibidos en Londres, pese a que no ofrecían las negociaciones inmediatas que algunos pedían en Reino Unido.

Pero sigue habiendo riesgos. Tusk advirtió sobre unas "polémicas" negociaciones.

"Va a haber buenos y malos tiempos", dijo un diplomático de la UE. "Ahora mismo, al menos todos estamos siendo educados", dijo.

"AMENAZAS VACÍAS"

Bruselas vio la carta de seis páginas de May alejada de la postura de intransigente de Londres. May reconoció que abandonar el mercado único tiene un coste, incluido el aceptar normas que ya no podrá negociar, y que el acuerdo de libre comercio levará más de dos años y necesitará arbitraje supranacional - incluso aunque Londres no acepte la supervisión directa del Tribunal de Justicia de la UE.

"La carta llega bastante amigable", dijo otro diplomático de la UE.

La nota más amarga fue por una posible ruptura de las negociaciones - May había dicho anteriormente que "un no acuerdo ... es mejor que un mal acuerdo" - y la sugerencia de que esto pueda dañar la cooperación en seguridad.

Los ministros británicos y Tusk insisitieron en era equivocado pensar que May había amenazado con no compartir inteligencia. Pero Tusk también dejó claro que Bruselas está preparada por si fracasan las negociaciones. Los responsables de la UE insistieron en que, en contra de las afirmaciones británicas, Londres tenía las de perder si eso sucede.

"Primero debemos llevarles al borde del acantilado y mostrarles lo malo que es", dijo un responsables de la UE respecto a las tácticas de Bruselas.

Otro dijo que May calculó mal al dar la apariencia de amenazar con la seguridad. "Las amenazas nunca son un buen instrumento de negociación", dijo. "Menos aún las vacías".

Los negociadores europeos están preocupados de que Reino Unido intente dividir a los 27. Los diplomáticos dijeron que Tusk parecía que tenía apoyos de consenso por ahora, aunque la semana también acercó a muchos la realidad de una tirante y complicada negociación de dos años.