Presentación del informe GEM España sobre el ecosistema emprendedor español

Presentación del informe GEM España sobre el ecosistema emprendedor español

España

La incertidumbre seguirá retrasando la decisión de emprender en España en 2021

El informe GEM sobre España constata el parón en 2020 de la iniciativa emprendedora por la covid-19, más acusado en el caso de las mujeres.

18 junio, 2021 01:41

Noticias relacionadas

Emprender nunca es una tarea fácil, pero mucho menos si se tiene que hacer en un contexto de elevada incertidumbre como el que vivieron los emprendedores en España en 2020 debido a la crisis de la covid-19. Y lo peor, esa incertidumbre seguirá frenando la iniciativa emprendedora en el país en 2021.

Así se desprende del informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM), que acaba de presentar su edición correspondiente a España en un acto que contó con la presencia de la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas; el consejero delegado de Enisa, José Bayón; y el Alto Comisionado para España Nación Emprendedora, Francisco Polo. 

En concreto, el informe apunta que la Covid-19 ha hecho que la Tasa de actividad emprendedora total (TEA, por sus siglas en inglés) esté en un 5,2%, nueve décimas por debajo de la del año 2019. Esta cifra sitúa al país todavía por debajo de la media europea (8,1%), que ha registrado un descenso más acusado que la española (-1,5 puntos porcentuales). 

Este índice recoge el porcentaje de la población entre 18 y 64 años involucrada en iniciativas nacientes (menos de tres meses de actividad) y nuevas (de cuatro a 42 meses). La caída de 2020 se debe principalmente a las menores iniciativas nuevas, que son las que más han sufrido durante la pandemia y que, en muchos casos, no dan el salto de la fase naciente a la que ya supone una nueva ruta en la denominada "travesía del desierto". 

Al igual que sucedió en la crisis de 2009, año en el que se observó la caída más abrupta de toda la serie, 2021 es todo un reto para la actividad emprendedora. "Lograr mantener la mayor parte de estas iniciativas a flote será sin duda lo que facilite una salida rápida de la situación", afirma el informe. 

En este sentido, la presidenta del GEM, Ana Fernández Laviana, ha confirmado durante la presentación del informe que está previsto que esta menor predisposición a emprender en España se prolongue al menos en este 2021 debido, fundamentalmente, "al retraso de la decisión de emprender que se suele producir en momentos de inseguridad".

Pese a todo, el informe tiene un lado optimista, ya que apunta que la mayor consideración del emprendimiento como opción profesional posiciona a España
como un país con potencial emprendedor entre sus países de referencia de la Unión Europea.

Por edades, los jóvenes continúan experimentando dificultades a la hora de trasladar sus intenciones emprendedoras (21,7% de las iniciativas potenciales) en emprendimientos reales, los cuales en 2007 involucraban a 12 de cada 100 jóvenes y en 2020 apenas alcanzan a 5 de cada 100.

Por el contrario, destaca el crecimiento de la población emprendedora mayor de 55 años, que apenas alcanzaba una ratio del 2% en 2010, mientras que en 2020 más de cuatro de cada cien personas de esta edad están involucradas en iniciativas emprendedoras.

Motivaciones para emprender

Otro de los efectos que ha generado el escenario provocado por la covid es un cambio en los motivos que llevan a la personas a crear una empresa en fase incipiente. Así, la principal motivación en la creación de empresas en fase incipiente es la de ganarse la vida porque el trabajo escasea, que ha pasado de representar un 47% en 2019 a un 72% en 2020.

En consecuencia, se rompe la tendencia observada en los últimos años, en los que generar riqueza o una renta más alta llegaba a ser el motivo que impulsaba a un 55% de la población que quería emprender. En cambio, en 2020 este porcentaje se ha reducido hasta el 35%.

Asimismo, en el año 2020 los ahorros personales han sido los protagonistas indiscutibles del capital semilla para afrontar nuevos negocios, subiendo diez puntos respecto a 2019 y pasando a representar el 64,5% de los fondos empleados en la creación de nuevos negocios.

El informe recoge que la incertidumbre que rodea este año la actividad emprendedora es también la protagonista de las expectativas de crecimiento empresarial, ya que solo el 15% de los negocios implicados en fase incipiente (TEA) y el 20% de los consolidados la manifiestan en sus aspiraciones la de generar empleo.

En esta línea, la dificultad de acceder al mercado exterior que conlleva las limitaciones generadas por la pandemia ha contribuido a aumentar hasta el 81% el número de iniciativas en fase inicial que se orientan al mercado local o nacional en 2020, frente al 76% de 2019. Además, tan solo un 5,6% destina más del 25% a mercados extranjeros.

Es en esta expansión internacional donde siguen observándose importantes diferencias con la media de los países europeos (17,5 %). Así, España se sitúa muy lejos de países con orientación exportadora en más del 20 % de las iniciativas como Canadá, Croacia o Suecia, o incluso del 14,3 % de Alemania. 

Emprendimiento femenino

El parón de la actividad emprendedora es más notorio en el caso de las mujeres, puesto que en 2019 se había alcanzado la convergencia en las TEA y una proporción casi paritaria en todas las fases del proceso emprendedor, con el 48% de las iniciativas nuevas lideradas en femenino.

Sin embargo, la tendencia se rompe en 2020, siendo más notoria en las iniciativas que comienzan su actividad (menos de cuatro meses) o en las potenciales, donde apenas superan el 40%.

En concreto, la TEA de las mujeres se resiente más en este año de crisis y ha frenado su tendencia ascendente de los últimos años. En concreto, ha bajado del 6% registrado en 2019 al 4,8% en 2020, mientras que la de los hombres ha descendido en menor medida, del 6,3% al 5,6%.

Asimismo, el informe recoge que en 2020 las mujeres emprendedoras mantienen un perfil más conservador que los hombres. Perciben menos oportunidades (14,4%), tienen más miedo al fracaso (54%) y valoran menos favorablemente la cultura emprendedora de su entorno. 

Asimismo, la motivación de crear riqueza o una renta muy alta es menos acentuada en las mujeres que en los hombres (27,6% frente a un 41%). Sin embargo, mujeres y hombres emprenden en la misma medida cuando lo hacen para continuar con una tradición familiar.

Otros datos relevantes sobre el emprendimiento femenino es que las mujeres de entre 35-44 años emprenden en mayor medida que los hombres en ese mismo tramo y, por el contrario, lo hacen menos que los hombres en el tramo entre 55-64 años. Además, en los últimos 12 meses, la creación de empleo de hasta cinco trabajadores se ha producido en un 9,5% de las iniciativas de mujeres frente al 14,8% de las de hombres.

Perspectivas poco halagüeñas

Tras el parón de la actividad emprendedora en 2020, no parece que vaya a mejorar la situación en 2021. De hecho, el informe espera que sea más acusado, puesto que los indicadores de tendencia e intención indican que tan solo el 16,5 % de la población española percibe oportunidades para emprender en los próximos seis meses.

Este porcentaje es muy inferior al de la edición de 2019 (un 36,1% de la población) y esta muy lejos de la media de la UE (40,5 %). Según GEM, este es el indicador más afectado por la crisis de la COVID-19 "indicando, sin duda, la incertidumbre y la preocupación de la población española ante el desarrollo de la misma".

Además, el informe agrega que, si a este punto se le une que el 50,8% de quienes emprenden manifiestan miedo al fracaso a la hora de lanzarse —cifra que se eleva al 64% en la media de la población, muy lejos también de la media de la UE del 46%—, "la prolongación de la situación de parón e incertidumbre lastrará también la puesta en marcha de nuevas iniciativas en 2021".

Analizando de modo particular la situación de la covid-19, el 31,5% de los emprendedores en fase TEA (menos de 3,5 años en el mercado) y el 28,5% en el caso de los consolidados (más de 3,5 años) consideran que la crisis ha supuesto nuevas oportunidades de negocio.

El potencial emprendedor de España

Durante el acto de presentación del informe, la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, ha señalado que digitalización y emprendimiento son "dos caras de la misma moneda". "La digitalización no se entiende sin emprendimiento e innovación y lo digital es clave para promover nuevos modelos de negocio y nuevas oportunidades de creación de empleo", ha incidido.

En este sentido, ha afirmado que la innovación y el talento son la materia prima de este proceso y "la gran infraestructura que debemos construir", para que se sume a las grandes infraestructuras viarias, de telecomunicaciones o digitales que ya existen. "Sin innovación y talento no podemos transformar nuestra economía y nuestra sociedad", ha asegurado.

Artigas ha repasado alguna de las iniciativas puestas en marcha por el Gobierno, que quiere convertir a España en un "hub de emprendimiento e innovación" que sitúe al país como referencia de talento a nivel global. "Tenemos un gran reto por delante, pero tenemos una confianza histórica y estoy muy convencida de la enorme capacidad que tiene nuestro país de inteligencia colectiva, de innovación y de talento sin límites y de la necesario colaboración público-privada para poner en marcha las transformaciones que tanto necesita España", ha señalado. 

Por su parte, el consejero delegado de Enisa, José Bayón, ha remarcado que, aunque el ecosistema emprendedor no ha sido inmune a la covid-19, el emprendimiento se ha reinventado y en Enisa han tenido más solicitudes que nunca. Así, ha subrayado que el informe GEM refleja que España sigue destacando como un país "con gran potencial emprendedor" y se mantiene por encima de la media de Europa.

En su opinión, el emprendimiento jugará un papel importantísimo no solo en la recuperación de la crisis de la covid-19, sino también en la transformación de, por ejemplo, las pymes, el tejido productivo, la industria o los servicios. De hecho, ha afirmado que emprender no es un fin en sí mismo, sino un medio que permita transformar el modelo productivo y tener un modelo social mejor.

En esta línea, el Alto Comisionado para España Nación Emprendedora, Francisco Polo, ha destacado que España vuelve a situarse en el TOP 20 de los países analizados, pese a la reducción registrada por el índice TAE. "Pese a la pandemia, seguimos siendo un país con potencial emprendedor que destaca entre los países de su entorno", ha afirmado.

Así, ha asegurado en España tenemos la oportunidad de convertirnos en uno de los grandes líderes del mundo en emprendimiento y de hacer de éste una nueva palanca para el crecimiento. Polo, ha agregado que por primera vez en su historia España cuenta con una estrategia y con una visión para ser mejores y avanzar hacia "una nación emprendedora con el mayor impacto social de la historia."