Julio Gómez-Pomar, secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda.

Julio Gómez-Pomar, secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda. EFE

Empresas Construcción

La ‘vaca’ del turismo necesita cuidados: faltan 20.000 millones/año en infraestructuras

Los viajeros llegarán a 250 millones en 2017, pero los restringidos presupuestos complican que la construcción se recupere. Cayó un 22% en 2016.

21 junio, 2017 01:03

Todo apunta a que en 2017 España volverá a batir récord de tráfico aéreo y de turistas, con el tránsito de 250 millones de pasajeros por los aeródromos nacionales y la llegada de más de 80 millones de visitantes extranjeros.

Y lo hace, de manera simultánea, a la existencia de un déficit de infraestructuras acumulado tras una década de crisis, cuantificado en unos 20.000 millones de euros anuales por las empresas constructoras. Seopan, la patronal del sector, ha detectado 800 infraestructuras a acometer por un importe de 100.000 millones de euros.

Son las dos caras de una misma moneda analizada por algunos de los responsables de constructoras españolas que han participado en el VI Foro de Infraestructuras organizado por KPMG, y que contaba con la presencia del secretario de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Julio Gómez-Pomar.

El turismo sigue tirando del carro 

Fue el propio secretario de Estado el que enmarcaba la actual situación, arrojando sobre la mesa los datos actualizados que ponen de manifiesto la buena salud de un sector, el turístico, que no deja de crecer y que, sobre la base de los 89 millones de pasajeros que, entre enero y mayo, transitaron por los aeropuertos españoles -un 9% más que un año antes-, apunta a un cierre anual en torno a los 250 millones, 20 más que en 2016.

A partir de aquí, y si no hay circunstancias imprevistas que lo impidan, el umbral de los 80 millones de turistas se superará sin problemas. Son datos que están ahí, pero que necesitan cuidados, vía inversiones, para que, como apuntaba Gómez-Pomar “España siga siendo el país con la industria turística más competitiva por sus infraestructuras viarias, aeroportuarias y ferroviarias”.

Menor inversión en infraestructuras en diez años

A pesar de que el secretario de Estado se esforzaba en desglosar la importancia de algunas partidas, a nadie de los presentes en el acto organizado por KPMG se le escapaba el hecho de que los 7.540 millones de euros de inversión pública en infraestructuras en los presupuestos de 2017 es la menor de los últimos diez años.

Una situación que las empresas constructoras asumen con cierta resignación -“estamos ante el marco presupuestario más complicado de la historia”, afirmaba Luis Castilla, consejero delegado de Acciona Infraestructuras-, pero que requiere tomar cartas en el asunto. “Invertimos el 50% de lo que lo hacen los 4 países principales de la UE”, dejaba caer Alejandro de la Joya, consejero delegado de Ferrovial Agromán.

Urge recuperar la colaboración público-privada

¿La solución? Castilla, De la Joya y también Miguel Jurado, presidente de FCC Construcción, lo tienen claro. Urge recuperar la colaboración público-privada. “Ha caído en desuso y requiere de una nueva regulación que atraiga a los fondos de inversión”, reconocía De la Joya.

Aunque no son pocos los que creen que el nivel de las infraestructuras españoles es tan alto que apenas requiere de inversiones, los responsables de las constructoras estiman que hay algunas cuestiones manifiestamente mejorables, como las relativas a obras hidráulicas, la gestión de residuos o la red secundaria de carreteras.

"Hay cauces que son una vergüenza" 

“En infraestructuras de agua llevamos diez años de parón y hay cauces que son una vergüenza”, denunciaba Castilla, el consejero delegado de Acciona. En este contexto, Jurado, el presidente la constructora de FCC -el grupo controlado por el mexicano Carlos Slim- arrimaba el ascua a su sardina para recordar cómo, en 2016, la actividad de la construcción en España se reducía un 22% respecto a un año antes.

Los responsables de las constructoras también aprovecharon el encuentro para hacer un diagnóstico actual de la actividad, centrada, en al menos un 80%, en el extranjero.

Desaladoras "achicharradas de sensores"

En este sentido, además del incremento imparable del papel del sector privado, existen varios retos a los que hacer frente, como son las restricciones presupuestarias generalizadas, las modificaciones regulatorias ligadas a cambios de gobierno, la adaptación permanente a las innovaciones tecnológicas y unos clientes cada vez más exigentes a todos los niveles, especialmente sensibles a las cuestiones medioambientales. “Supone todo un reto. Que una misma organización sea capaz de ser competitiva con clientes diferentes”, señalaba Luis Castilla, consejero delegado de Acciona Infraestructuras.

“Las hemos achicharrado de sensores par tener datos”, comentaba Castilla, de manera gráfica, para apuntar el tránsito que, en los últimos 40 años, se ha producido en la construcción de desaladoras. De actuaciones puramente analógicas a proyectos digitalizados al máximo. Tanto que Alejandro de la Joya, el consejero delegado de Ferrovial Agromán, no dudaba en señalar que “contamos con un aluvión de datos para aburrir”.