Fabian Picardo (Gibraltar), David Cameron (Reino Unido), Maros Sefkovic (Comisión Europea) y José Manuel Albares (España),  reunidos en Bruselas.

Fabian Picardo (Gibraltar), David Cameron (Reino Unido), Maros Sefkovic (Comisión Europea) y José Manuel Albares (España), reunidos en Bruselas. FCDO

Europa

Albares, Cameron y Picardo se reúnen de nuevo en Bruselas para "avanzar" sobre Gibraltar

El encuentro, programado para este jueves, se produce tras las fracturas internas en el seno de los conservadores británicos por el posible acuerdo con la UE.

15 mayo, 2024 11:47
Bruselas

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, se reúne de nuevo este jueves en Bruselas con su homólogo británico, David Cameron; con el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo; y con el vicepresidente de la Comisión responsable de las relaciones con Reino Unido, Maros Sefcovic. Un encuentro cuyo objetivo es "avanzar en las líneas maestras" del acuerdo sobre el estatus del Peñón tras el Brexit.

Se trata de la segunda reunión que se celebra con este formato, que resulta incómodo para España por situar a Gibraltar como interlocutor al mismo nivel que el resto. El primer encuentro de este tipo se produjo el pasado 12 de abril, pero no se ha publicado ninguna foto ni vídeo de todos los interlocutores sentados en la misma mesa. El único testimonio gráfico es de los cuatro andando juntos.

En la reunión del 12 de abril, las partes "reconocieron los importantes progresos logrados en líneas políticas generales y acordaron continuar las negociaciones para concluir el acuerdo UE-Reino Unido". "El propósito de este segundo encuentro es avanzar en las líneas maestras de un acuerdo que traerá prosperidad, confianza, seguridad jurídica y estabilidad a los ciudadanos de todo el Campo de Gibraltar", según han explicado fuentes diplomáticas.

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El objetivo de este acuerdo es derribar la Verja del Peñón una vez consumado el Brexit. Se trata de facilitar el tránsito de los más de 10.000 trabajadores españoles que cruzan cada día la frontera y crear un "área de prosperidad compartida". Los controles se trasladarían al puerto y el aeropuerto del Peñón y los ejercería Frontex durante un periodo transitorio de cuatro años. 

En la reunión del 12 de abril, Reino Unido y la UE acordaron las "líneas políticas generales" del estatus futuro de Gibraltar, que cubren los tres puntos más sensibles: aeropuerto, mercancías y controles fronterizos. Las dos partes llevan negociando tres años y acumulan ya 18 rondas de diálogo a nivel técnico.

Sin embargo, este anuncio ha desatado la cólera entre los sectores más euroescépticos del partido conservador británico, que sostiene al Gobierno de Rishi Sunak. Una polémica que podría complicar el cierre del trato.

De hecho, el presidente del Comité para el Escrutinio de Europa de la Cámara de los Comunes, el brexitero Bill Cash, ha escrito una carta a Cameron y a Sunak en la que sostiene que el borrador de pacto que está sobre la mesa supondría "una grave disminución de la soberanía del Reino Unido".

El Comité exige "descartar de inmediato" los elementos centrales de este acuerdo y "hacer una pausa en las negociaciones" con Bruselas.

A los conservadores más euroescépticos les preocupa en particular que los guardias de Frontex puedan denegar a nacionales británicos y gibraltareños la entrada en Gibraltar, que definen como "un territorio de ultramar de Reino Unido". O que ocurra lo mismo con el personal militar de Reino Unido y sus aliados de la OTAN que entre en Gibraltar para desplegarse en instalaciones militares británicas. 

Los brexiteros tampoco quieren que la UE registre y almacene los datos biométricos de nacionales británicos/gibraltareños en el marco del nuevo sistema de Entradas y Salidas del espacio Schengen, que empezará a funcionar a finales de año. O que el tiempo que los británicos pasen en Gibraltar cuente para los 90 días permitidos en la UE para los ciudadanos extracomunitarios sin visado.

La carta de Bill Cash también protesta por la posible supervisión del TJUE en Gibraltar y por la alineación dinámica con las leyes de la UE, en particular las del espacio Schengen, por ejemplo las que facilitan las persecuciones en caliente de delincuentes. "Pocas cosas habría más ilustrativas de una soberanía disminuida que agentes de la Guardia Civil entrando en Gibraltar cuando les plazca", se queja.