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Qué ver y hacer en tres días en Aranjuez

El Real Sitio y Villa de Aranjuez es perfecto para disfrutar de una escapada de varios días entre palacios, imponentes jardines y una de las gastronomías más reconocidas de la Comunidad de Madrid.

Un proyecto de EL ESPAÑOL y

Comunidad de Madrid

Aranjuez es uno de esos lugares donde el tiempo parece detenerse. Su espléndido Palacio Real, sus jardines infinitos y su historia ligada a la realeza española han convertido la ciudad en uno de los lugares más visitados de la Comunidad de Madrid.

El Paisaje Cultural de Aranjuez fue inscrito por la UNESCO en 2001 y comprende, además del Palacio Real y sus jardines históricos, el casco histórico, las huertas y sotos, así como los sistemas de riego y obras hidráulicas históricas que estructuran el diseño paisajístico del lugar.

Aranjuez es un destino que combina arquitectura, arte y cultura con un entorno natural único y exuberante, surgido en la confluencia de los ríos Tajo y Jarama. Una escapada ideal de tres días para conocer a fondo la ciudad y dejarse conquistar por la belleza que fascinó a reyes y viajeros.

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Día 1: Una villa real a orillas del Tajo

El primer día lo dedicaremos a conocer el alma monumental de Aranjuez. El punto de partida será el Palacio Real, mandado construir por Felipe II en 1564 para hacer de la ciudad una gran villa de inspiración italiana.

Sin embargo, el aspecto actual del palacio se debe en gran parte a las ampliaciones posteriores realizadas por los Borbones, que trasladaban allí su residencia todas las primaveras hasta 1870.

En su interior destacan el Gabinete de Porcelana, con un excepcional revestimiento de paneles de porcelana de la Real Fábrica del Buen Retiro; el Salón de Baile, el Comedor de Gala y su espectacular bóveda, el Salón del Trono de Isabel II, y el Gabinete Árabe, inspirado en la sala de las Dos Hermanas de la Alhambra de Granada

En el exterior, la visita continúa por los impresionantes jardines, los mayores del sur de Europa. El conjunto histórico tiene más de 111 hectáreas visitables de jardines y huertas que destacan, además de por su tamaño, por su riqueza botánica y un cuidado diseño paisajístico.

El diseño de los jardines, así como el sistema hidráulico de presas creado para regar las zonas ajardinadas, también fueron impulsados bajo la supervisión de Felipe II, quien encargó el proyecto al arquitecto Juan Bautista de Toledo, que también dirigió la construcción del Real Monasterio de El Escorial.

Los más próximos al Palacio son los Jardines de la Isla y Jardines del Parterre, con fuentes monumentales dedicadas a los dioses y mitos griegos. Algunas de las más emblemáticas son la Fuente de Hércules y Anteo, la Fuente de Ceres o la Fuente del Reloj.

En el Jardín del Príncipe, el más grande de todos, se encuentra el Museo de las Falúas Reales, que exhibe las embarcaciones fluviales de recreo de la familia real, una curiosa muestra de la vida en la corte. En este bosque de 150 hectáreas también se encuentran el Estanque Chinesco, donde se ubican varios templetes de estilo oriental y griego, y la Casa del Labrador, una joya neoclásica rodeada de árboles centenarios.

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Día 2: Entre historia y planes familiares

El segundo día nos permitirá descubrir el encanto del centro histórico de la ciudad. Recorreremos su elegante trazado hasta la Plaza de San Antonio, presidida por la Iglesia de San Antonio de Padua.

Muy cerca se encuentra también el Teatro Real Carlos III, uno de los teatros más antiguos conservados en la Comunidad de Madrid y de toda España. Otro punto de interés que podemos visitar este día es el Palacio de Godoy, donde se desencadenó el Motín de Aranjuez.

Para los interesados en la cultura taurina, la Plaza de Toros de Aranjuez es una de las más antiguas de España. En este mismo espacio se ubica el Museo Taurino, que alberga importantes archivos históricos como obras de arte, prendas y objetos personales de figuras destacadas del toreo.

La tarde puede reservarse para disfrutar del paisaje de Aranjuez desde otra perspectiva: un paseo en barco por el río Tajo o, si vamos en familia, un recorrido en el chiquitrén con los más pequeños. Para los más atrevidos, puede ser una experiencia original el paseo en globo sobre los jardines y Palacio Real.

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Día 3: La huerta de Aranjuez

El último día invita a saborear Aranjuez con calma. La huerta de Aranjuez es célebre por productos como las fresas o los espárragos verdes, claros protagonistas en algunos de los restaurantes más reconocidos del municipio como Casa Pablo, Casa José, Aguatinta, Carême o Casa Delapio.

La región también ha sido un histórico centro vitivinícola. Aranjuez forma parte de la DOP Vinos de Madrid y sus vinos se diferencian por su frescura y aromas afrutados. En las bodegas locales, como El Regajal o Real Cortijo, podemos disfrutar de una experiencia enoturística que combina historia, vino y paisaje.

Aranjuez es un destino único a menos de una hora de la capital, pero quienes deseen prolongar su viaje por el sur de Madrid, los alrededores ofrecen destinos de gran encanto como Chinchón y Colmenar de Oreja, donde seguir disfrutando de la gastronomía de la región y sus históricas bodegas.

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Cómo llegar a Aranjuez

  • En coche: Desde Madrid, por la A-4 en dirección sur.
  • En autobús: Desde la estación de Méndez Álvaro, línea 423.
  • En tren: Línea de Cercanías C-3, parada Aranjuez.
  • Tren de la Fresa: Histórico tren que recrea el primer trayecto ferroviario de la Comunidad de Madrid. Circula en primavera y otoño desde el Museo del Ferrocarril, en la antigua estación de Delicias.
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