
El municipio de Culla. CV
El histórico pueblo de la Comunitat Valenciana con esencia medieval: es uno de los más bonitos de España
Con tan solo 500 habitantes, este municipio de Castellón conserva joyas arquitectónicas de los siglos XI y XII.
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Sin playa, con pocos habitantes y con un encanto desbordante. Así es este histórico municipio ubicado en el interior de Castellón: Culla.
Forma parte de la comarca del Alt Maestrat, y cuenta con una importantísima carga histórica. Esta hace que, sin duda, sea uno de los pueblos más bonitos de la Comunitat Valenciana y de España.
A pesar de ser muy llamativo para visitar, este pueblo de Castellón, únicamente casi 500 habitantes deciden vivir en este lugar, situado a 1.100 metros sobre el nivel del mar.
Este municipio, con una superficie de 116 kilómetros cuadrados, reúne en su término municipal una gran cantidad de historia. Esto es gracias, en gran medida, al legado que los caballeros Templarios dejaron en el pueblo.
Incluso el casco antiguo de Culla está declarado Bien de Interés Cultural. Además, este fue completamente rehabilitado y ahora luce su encanto más tradicional.
Este lugar fue, durante la época medieval, el centro neurálgico de la vida en toda la comarca del Alt Maestrat.
El origen de Culla es árabe. Tras la reconquista, el pueblo fue adquirido por los Templarios, y estos pusieron en valor el castillo. De él todavía quedan algunos restos que son visitables, como también lo es la Torre del Frare Pere.
Además, las estrechas calles del pueblo esconden la Iglesia de San Salvador. En su interior yace imaginería de estilo gótico y gran valor artístico.
Entre otras cosas, los vecinos de Culla recomiendan visitar la Casa Abadía, el antiguo hospital y los arcos de la antigua muralla del pueblo.
El castillo de Culla también es de gran importancia, pues jugó un papel estratégico durante los siglos XI y XII, cuando se convirtió en tierra de frontera.
Pero este municipio no solo esconde arquitectura de gran valor, sino que este turismo se puede combinar con un paseo hasta el mirador del Singlet. Una vez allí, el bello paisaje se encarga de dejar sin palabras a cualquiera.
Es precisamente en este lugar desde el cual se puede apreciar la división en dos partes que presenta el pueblo. Por un lado, en la parte alta predominan las fachadas de piedra, mientras que en la parte baja las paredes son encaladas.
La olla del Maestrat
Este plato típico de la comarca del Alt Maestrat es la comida perfecta para degustar en Culla. Con ella no solamente entrará el cuerpo en calor, sino que recuperará fuerzas para seguir descubriendo el pueblo tras la comida.
Así, la olla del Maestrat está compuesto por sabrosos ingredientes como la garreta de cordero, varias partes del cerdo, hueso de jamón y verduras como alubias, cardos y patatas.
Historia y gastronomía es la combinación perfecta para pasar un día en Culla, teniendo una experiencia completa y aprendiendo no solo de su pasado, sino también de su presente.