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Una ruta de interior por el geodestino Deza-Tabeirós

Situado en el centro geográfico de Galicia, en este completo destino de Pontevedra encontraremos cascadas y monasterios, pazos, conventos y espacios naturales dignos de conocer.
Monasterio de Carboeiro (Foto: turismo.gal)
Monasterio de Carboeiro (Foto: turismo.gal)
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La provincia de Pontevedra es conocida a nivel turístico por su entorno costero pero lo cierto es que su interior esconde grandes tesoros naturales, un patrimonio monumental indiscutible y una gastronomía de gran tradición. Gran parte de sus atractivos pertenecen al geodestino conocido como Deza-Tabeirós, formado por los ayuntamientos de Agolada, A Estrada, Cercedo-Cotobade, Forcarei, Dozón, Lalín, Silleda, Rodeiro y Vila de Cruces. 

Lo más recomendable es coger el coche y recorrer, en dos o tres días, cada uno de sus enclaves para descubrir rincones únicos. 

El valioso patrimonio monumental de Deza-Tabeirós

San Salvador de Camanzo (Foto: turismo.gal)

Son muchas las muestras arquitectónicas de interés que encontramos en Deza-Tabeirós, desde construcciones tradicionales como las alvarizas, que aún hoy en día protegen las colmenas de los ataques de la fauna, hasta iglesias, conventos, pazos y monasterios. 

Entre estos monumentos destaca el Convento de Aciveiro, en la cima de la Serra do Candán, construido en el s. XII según la arquitectura cisterciense de la época. Y sobre todo cinco iglesias reconocidas como Bien de Interés Cultural: las de San Salvador y Santa María en Vila de Cruces, Santa María de Abades y San Pedro de Ansemil en Silleda y la más conocida, Santiago de Tabeirós en A Estrada. Como zona en la que habitaron distintos pueblos a lo largo de la historia, en Deza-Tabeirós también se conservan algunos grabados rupestres de interés, siendo los más reseñables los de Pena da Carballeira y San Xoán de Tuiriz. 

No hay que desechar una visita al Pazo de Oca en A Estrada, conocido como “el Versalles gallego” por sus cuidados jardines y su pertenencia a la Ruta de las Camelias. 

Jardines del Pazo de Oca (Foto: turismo.gal)

Sin embargo, el valle del Deza es más conocido por acoger en sus bosques uno de los monasterios más enigmáticos de Galicia: el Monasterio de San Lourenzo de Carboeiro. De estilo románico, fue fundado en el siglo X por los condes de Deza y acabó convirtiéndose en pleno Medievo en un cenobio benedictino para acabar abandonado en 1835. 

Debido a su especial situación, en un frondoso bosque a orillas del río, la vegetación no tardó mucho en invadir el edificio y no fue hasta 1974 cuando comenzó su restauración, que es continua, para recuperar una de las joyas del románico más importantes de toda Galicia. Hoy en día se puede visitar su nave central y su cripta, así como subir a ambas torres, desde las que obtener amplias vistas del complejo monástico.

El sorprendente entorno natural de Deza-Tabeirós

Fervenza do Toxa (Foto: turismo.gal)

Precisamente se puede llegar a este monasterio haciendo una ruta de senderismo catalogada como PR-G 18 Sendero do Deza, que pasa por uno de los saltos de agua más espectaculares de Galicia. El río Toxa, afluente del Deza, se precipita desde casi 70 metros de altura dando lugar a la segunda cascada más alta de nuestra tierra después de la de Vilagocende. 

Este es el atractivo natural con más magnetismo de la comarca, pero no es el único pues en el Deza encontramos lugares de gran valor paisajístico, como el Sistema Fluvial Ulla-Deza o el Monte Faro, ambos dentro de la Red Natura. La capital, Lalín, acoge un Monumento Natural, la Fraga de Catasós, un bosque autóctono en excelente estado de conservación que constituye otro de los grandes entornos bucólicos de Deza-Tabeirós. 

Otros grandes paisajes nos esperan en las Brañas de Xestoso, amplia zona de llanura encharcada gran parte del año donde se forman marismas que son el hogar de gran cantidad de aves en espacio protegido. Al oeste, los Sobreirais do río Arnego, que riega el embalse de Portodemouros, salpicado de robles y alcornoques. 

Lalín, su oda al cocido y otros festines gastronómicos

Festa do cocido en Lalín (Foto: turismo.gal)

La capital de la comarca del Deza dispone de buenas carnes, siendo la de cerdo una de sus señas de identidad. No en vano se ha dedicado a este animal, del que se aprovecha todo, una escultura en bronce en el centro de la localidad. No hay visita a Lalín sin Festa do Cocido, con su lacón, orejas o chorizos acompañados de cachelos, repollo o grelos, pero tampoco hay que abandonar Deza-Tabeirós sin acercarse a otras de sus celebraciones tradicionales. 

Entre ellas, la Festa do Galo de Curral en Vila de Cruces, la Festa da Empanada en Bandeira o la controvertida Rapa das Bestas de Sabucedo, sin olvidar su peculiar “entroido dos Xenerais do Ulla”

En definitiva, el de Deza-Tabeirós es un geodestino muy completo para disfrutar en cualquier época del año de la Galicia interior, a veces olvidada en favor de la costa y que tantos atractivos tiene que ofrecer al visitante que busca cultura, tradición, gastronomía y naturaleza por igual. 

Emma Sexto

https://unmundoinfinito.com/

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