Seis planes imprescindibles en Cabo do Mundo, en la Ribeira Sacra
Al sur de los municipios de Chantada y O Saviñao, en la provincia de Lugo, se encuentra la zona conocida como Cabo do Mundo. Ubicada sobre un espectacular meandro que el río Miño forma a su paso por la comarca de Chantada y a menos de 25 kilómetros del lugar donde el Sil se une con el Miño.
Aquí las paredes naturales se elevan hasta 500 metros sobre el nivel del agua, formando una suerte de acantilados aprovechados para la producción de viñedos que, dispuestos en terrazas, añaden un gran encanto a este especial paisaje. Rutas en catamarán, miradores al río o catas en bodegas son algunas de las actividades que se pueden disfrutar en este increíble enclave de la Ribeira Sacra lucense.
1. Hacer una ruta a pie por Cabo do Mundo
Para hacerse una idea general de la zona conviene hacer alguna caminata y la más recomendable es la Ruta do Cabo do Mundo, que rodea la peculiar curvatura del Miño, recorriendo laderas y plantaciones de vides, pasando por iglesias románicas y pequeñas aldeas aisladas del municipio de Chantada.
Son algo más de 9 kilómetros de ruta, que parte de la iglesia de Nogueira de Miño, pasa por un frondoso bosque de castaños y, tras este, por un pinar. A partir de ahí vamos hallando las distintas aldeas que se disponen sobre el meandro, como Cartemil, Goimil o Nogueira de Abaixo y los distintos miradores sobre el Miño, que se encaja de forma caprichosa entre taludes. Estamos, sin duda, ante uno de los paisajes naturales más hermosos de toda Galicia.
Una vez pasada la aldea de Portanogueira, en estado parcial de abandono, alcanzamos de nuevo la iglesia de Nogueira, donde finaliza este trayecto circular que, sobre todo en sus tramos finales, nos deleita con lo mejor de la Ribeira lucense.
2. Admirar Cabo do Mundo desde las alturas
Una vez caminada esta parte de Ribeira Sacra, nada mejor que obtener de ella su mejor panorámica. Para ello deberemos dirigirnos al Mirador do Cabo do Mundo en la parte que corresponde a O Saviñao (pincha para ver ubicación), desde donde observar en su plenitud la perfecta curva en forma de herradura formada por el Miño.
En ocasiones, la vegetación puede dificultar una visión completa de la misma, por lo que podemos dirigirnos a otro mirador, a menor altura, con vistas más despejadas. Otros observatorios ideales sobre el Miño en esta zona, aunque ya no permiten la plena contemplación del meandro, son el Mirador de Terra Branca y el Mirador de Sernande, ambos en el Concello de Chantada.
3. Acercarse a la Ruta del Románico de Ribeira Sacra
Es sabido que la Ribeira Sacra no es sólo belleza natural, si no también una zona rica en patrimonio artístico y arquitectónico en la que es recomendable hacer algún recorrido por sus iglesias románicas. En Cabo do Mundo encontramos un par de edificaciones románicas reseñables, siendo la Iglesia monacal de San Martiño de A Cova la más importante de ellas.
San Martiño de A Cova fue un antiguo monasterio de canónigos de la orden de San Agustín entre los s. XIII y XV y, tras varios avatares, fue relegada a iglesia parroquial, función que realiza hoy en día, además de ser un llamativo mirador sobre el río.
Al otro lado del río, la Iglesia de Santa María de Nogueira de Miño (precisamente donde comienza la ruta a pie antes recomendada) conserva su rosetón románico del s. XII y sorprende al visitante con unas impresionantes pinturas al fresco renacentistas por las que se conoce como “la Capilla Sixtina gallega”.
4. Visitar una bodega
Debido al extraordinario relieve de la Ribeira Sacra, su clima es muy distinto de las áreas próximas, permitiendo el desarollo de una vegetación ciertamente mediterránea, como olivos y vides. Es por ello que nos encontraremos constantemente, también en Cabo do Mundo, rodeados de viñedos organizados en bancales, que conforman un panorama de puro espectáculo visual.
Para acercarnos al mundo del vino que se produce en esta comarca de Galicia, con Denominación de Origen Ribeira Sacra, nada mejor que reservar visita a una bodega. Bodega Nogueira, Viña Garoña o Abadía da Cova-Adegas Moure son algunas de las mejores de este pequeño rincón llamado Cabo do Mundo.
5. Disfrutar de la playa fluvial de A Cova
A menos de 2 kilómetros de la Iglesia de San Martiño de A Cova está uno de los mayores atractivos de Cabo do Mundo, sobre todo por las opciones de ocio que ofrece. La Playa fluvial de A Cova es todo un descubrimiento para aquellos que quieren combinar naturaleza, cultura y aprendizaje sobre el vino en esta zona de la Ribeira Sacra.
Se pueden alquilar kayaks, tablas de paddle surf e incluso pedaletas para recorrer parte del Miño y dispone de zonas verdes, parque infantil y un restaurante a pie de río.
6. Alojarse en una casa con vistas al Miño
La Galicia interior tiene algunas de las mejores casas rurales de la comunidad, y Ribeira Sacra no iba a ser menos, con alojamientos de este tipo muy cuidados y respetuosos con la arquitectura tradicional de la tierra, construidos en piedra y madera.
En la parte del río que corresponde a Chantada, la Casa Rural Cabo do Mundo, con impresionantes vistas al río y en un entorno idílico, propone habitaciones rústicas, algunas con terraza, desayuno incluido y mucha tranquilidad para desconectar del mundo, precisamente, en O Cabo do Mundo.
Emma Sexto
