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La sorprendente Ruta das Minas y otros senderos en A Pontenova, Lugo

En la Mariña Oriental lucense se encuentra el municipio de A Pontenova, que ha transformado su pasado minero en un atractivo turístico con varias rutas de senderismo que transcurren por túneles y viejas vías de tren.
Rutas A Pontenova (Foto: turismoapontenova.es)
Rutas A Pontenova (Foto: turismoapontenova.es)
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A Pontenova ha apostado por renovar sus antiguos recursos para atraer visitantes, convirtiendo sus túneles mineros, sus vías de ferrocarril y sus instalaciones minero-industriales en rutas de senderismo, su principal reclamo turístico: es el caso de la Ruta dos Fornos, la Ruta das Minas o la Ruta do Ferrocarril. 

Pero estos senderos no sólo tratan de acercar al caminante al pasado histórico y cultural del concello, si no también de buscar el contacto directo con la naturaleza, por lo que se ofrecen alternativas como la Ruta das Reigadas, que transcurre por una gran fraga, o la Ruta da Seimeira, que además de conocer el entorno natural permite descubrir la arquitectura tradicional de pueblos como Vilarxubín

La diversidad de opciones es tal, que podemos elegir sendero en función de nuestros intereses, escogiendo entre seis singulares rutas.

Ruta dos Fornos, recorriendo los hornos mineros

Ruta dos Fornos (Foto: turismoapontenova.es)

Esta pequeña ruta de sólo 4 kilómetros, la Ruta dos Fornos, se enmarca dentro de otra ruta más larga, la Ruta das Minas, y transcurre entre los dos grupos de hornos de calcinación de hierro de la Sociedad Minera Villaodrid, donde se separaba el fósforo del hierro extraído de las minas próximas. 

Uno de los principales puntos de interés de este recorrido está precisamente en su inicio, junto a la actual estación de tren, donde encontraremos también la Oficina de Turismo. Es en este punto donde se hallan los hornos de calcinación de hierro de Vilaoudriz, uno de los emblemas de A Pontenova y su monumento más conocido. 

Además de estos hornos, la ruta pasa por varios elementos característicos de una explotación minera de principios del S. XX, como la estación de tren, los depósitos, las minas y los túneles, por lo que es una ruta perfecta para aquellos que quieran acercarse a la historia minera de la localidad sin caminar demasiado. 

Ruta das Minas, explorando el pasado minero de A Pontenova

Ruta das Minas (Foto: turismoapontenova.es)

Este sendero circular de 11,8 kilómetros, la Ruta das Minas, engloba a la anterior y comienza en el mismo escenario, junto a los hornos de Vilaoudriz. Es, sin duda, la ruta de senderismo más conocida de todas por su espectacularidad, al pasar por numerosos túneles o galerías mineras como las minas Vieiro y Eneas o las minas Consuelo y Boulloso. La boca de la llamada Mina Consuelo es uno de los puntos álgidos de este trayecto por su belleza y espectacularidad. 

La ruta transcurre junto al río Turia en gran parte del recorrido, y además de ver todo aquello que ya hemos visto en la propuesta anterior, es decir, la estación de tren, los depósitos, las minas y los túneles, también nos encontramos otros edificios de interés, como la Capilla de Pacios o la Iglesia Parroquial de Santa María de Conforto, un gran santuario mariano del S. XVII. 

Otro atractivo de esta ruta es que conjuga naturaleza, arquitectura y elementos etnográficos por igual, ya que también pasa por pueblos como Pacios, Conforto, Boulloso o San Mamede, donde admirar la arquitectura tradicional de la zona. Es esta una ruta que requiere de alma exploradora, ya que aporta cierta dosis de aventura en gran parte de su recorrido.

Ruta do Ferrocarril, entre estaciones de tren

Ruta do Ferrocarril (Foto: turismoapontenvoa.es)

Enlazando con la ruta anterior a la altura de Boulloso, encontramos otro de los senderos más interesantes del municipio. La Ruta do Ferrocarril discurre por el antiguo trazado de la línea ferroviaria que unía las minas de hierro de Vilaoudriz en A Pontenova con el cargadero de Ribadeo, desde donde partía el mineral embarcado. 

La ruta de senderismo no llega hasta Ribadeo, ya que esos 33 kilómetros de ruta original se han recuperado como Vía Verde el tramo que comprende las dos antiguas estaciones de tren: la de Villaoudrid en A Pontenova y la de San Tirso, que pertenece a la vecina Asturias. 

El recorrido tiene 12,4 kilómetros y es muy llano en su totalidad, por lo que es una ruta adecuada para todas las condiciones físicas y perfecta para realizar en bicicleta.

Ruta da Férrea, hacia la cascada de Muradal

Ruta da Férrea (Foto: turismoapontenova.es)

La breve Ruta da Férrea, con su escaso kilómetro de longitud, es la más breve del concello, pero eso no le resta belleza. El objetivo de esta ruta es conducirnos hasta la cascada o Fervenza de A Férrea, inmersa en la espesa Fraga de Muradal, que se encuentra muy cerca del casco urbano de A Pontenova.

La cascada consta de un par de saltos de agua de unos 8 metros de altura y para llegar a ella hay que cruzar el río a través de un puente de madera e ir ascendiendo por la ladera del bosque. Encontraremos un molino, llamado Muiño do Muradoiro y un espacio natural muy cuidado y sombrío, perfecto para huir de los calores del verano. 

Ruta de As Reigadas, por caminos de pescadores

Ruta de As Reigadas (Foto: turismoapontenova.es)

Llegamos a la Ruta de As Reigadas, de recorrido lineal con 8,1 kilómetros de longitud, que discurre por caminos de pescadores y se ubica en la Reserva de la Biosfera del Río Eo, Oscos y Terras de Bourón. A lo largo del curso del río Reigadas nos vamos adentrando en otra densa fraga poblada por robles y castaños. Es la Fraga de As Reigadas, uno de los bosques atlánticos mejor conservados de Europa. 

Al final de esta caminata nos sorprende la antigua Ferrería de Bogo, que tiene una intensa historia detrás y fue fundada en 1534 por el hidalgo Pedro de Miranda. Se acompaña de un embalse y una cascada, además de una pequeña central hidroeléctrica. 

Ruta da Seimeira, entre aldeas y fragas

Ruta da Seimeira (Foto: turismoapontenova.es)

La última ruta que propone el Concello de A Pontenova comienza en la aldea de Sanxés, donde se pueden ver unas curiosas esculturas de madera talladas en troncos de árboles secos. Es la Ruta da Seimeira, que durante 4 kilómetros transcurre por frondosas fragas y cruza varias aldeas, por lo que se convierte en uno de los senderos de mayor interés etnográfico de todas las que existen en el municipio. Esto se debe sobre todo a la presencia de la aldea de Vilarxubín, un conjunto arquitectónico con todos los elementos constructivos del rural gallego en perfecto estado de conservación. 

Otros puntos de interés de esta ruta son los miradores de Pena do Castelo y Pena de Neira, con excelentes vistas de las fragas próximas. 

Emma Sexto

https://unmundoinfinito.com/

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