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La Cala Raeiros: los pioneros del "tardeo" que une música y gastronomía en las Rías Baixas

Este gastro-bar al aire libre apuesta por convertirse este verano en un espacio multiservicio de ocio, música y gastronomía; capaz de acercar toda la esencia de la verbena gallega hasta O Grove
Cala Raeiros, en O Grove
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Cala Raeiros, en O Grove
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Ni chiringuito, ni beach club, ni cualquier otra etiqueta. La Cala Raeiros tiene su identidad propia y así es como quieren sus impulsores que se les conozca. Miguel Fernández y Oana-María Paraschiv son la dupla a la cabeza de este nuevo proyecto en O Grove, que fusiona música, fiesta y gastronomía en un auténtico paraíso escondido, situado en una antigua cantera en la carretera hacia San Vicente do Mar.

La idea, tal y como reconoce Miguel, llevaba ya unos cinco o seis años madurando y moldeando su forma, pero siempre enfocada hacia "algo turístico" como un chiringuito, bungalows o cualquier otro servicio de temporada. "Al final era aprovechar un poco la ubicación y el terreno para hacer algo bonito. Es una zona bastante turística y en verano se trabaja bien", comenta Fernández. 

A principios de este 2021 recibieron los permisos necesarios para arrancar con el plan, y desde febrero hasta el propio día de la inauguración el 23 de junio ―un festival musical en la noche de San Juan dio el pistoletazo de salida― no pararon de trabajar ni un sólo día para no dejar ni un movimiento al azar. "Fue un trabajo muy duro. Hasta el mismo día a las 4 de la tarde estábamos colocando las mesas y a las 5 entraba la gente", recuerda María. "Nosotros somos como los actores de una obra de teatro pero detrás hay un equipo enorme y tenemos que agradecerles a todos". 

Reservado en parcelas del Cala Fest. Foto: Cedida

Pero una vez encajadas todas las piezas, el trabajo valió la pena. Así, a los pies de una pequeña cala paradisiaca y con la mirada puesta en el Atlántico y las islas Ons, La Cala Raeiros se presenta como un espacio al aire libre distinto, moderno y con ciertos aires mediterráneos que lo convierten en el lugar perfecto para disfrutar de cualquier plan de verano en este rincón de las Rías Baixas: desde los tardeos y las fiestas, a los momentos chill out, y ocasiones especiales para comer y cenar con vistas al mar. En definitiva, el "paquete completo", como nos asegura María. "Sólo nos faltaron unas camas que el año que viene intentaremos poner, y así ya estaría todo el servicio", matiza. 

La Cala: luces, música y acción

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"Creo que somos los primeros de la zona que tenemos este concepto de parcelas", señala María. "Damos el privilegio a la gente de poder estar con sus amigos en una zona reservada y sin preocuparse por el covid, respetando todas las normas y las distancias". En la inauguración, y en fechas posteriores desde entonces, en La Cala Raeiros la gente ha podido comer, beber y "bailar" al ritmo de los mejores DJ'S y cantantes de la zona gracias a los "Cala Fest" y otras sesiones de tardeo. Miguel nos confiesa que este concepto de festival al principio no estaba ni planteado en el proyecto, sino que "el Cala Fest (ya han hecho varias ediciones) se fue dando por la colaboración con las personas, con el equipo"

Pero la cosa no termina ahí, incluso la verbena gallega ha podido aterrizar  este mes de julio en el espacio para acercar el "orquesteo" a las tardes de La Cala, con actuaciones tan importantes como las del Combo Dominicano, o la unión de otros artistas como Néstor Peña (Olympus), Diego Moreira (París de Noia) y Oliver Pérez (París de Noia). Estos carteles han sido sólo el principio de un estío que promete sonar al ritmo de "la cucaracha" y otras canciones míticas de estas formaciones

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"Nosotros empezamos con unas ideas y yo creo que las ideas hay que ir evolucionándolas. Aquí hay muchas cosas que se pueden hacer y la imaginación no tiene fronteras", afirma Miguel. Así que más pronto que tarde, las novedades llegarán a La Cala Raeiros, que no sólo ya está dando de qué hablar, sino que marcará un antes y un después en los locales de temporada de la zona. Sus impulsores son conscientes del potencial del lugar y por ello las sorpresas serán la tónica general del grupo. "Es un proyecto ambicioso y queremos enganchar al público de todas las edades. Vamos a intentar traer también diferentes estilos de música", nos adelanta María. En resumen: diversificar. 

Gastronomía para todos los gustos

Entrantes La Cala Raeiros. Foto: Cedida

Parte de esa diversificación de servicios pasa por la gastronomía. Al fin y al cabo, La Cala Raeiros no deja de ser un bar-restaurante con todo lo que ello implica. Aquí, lo mejor del mar y del interior se dan cita para satisfacer a los paladares más exigentes. "El tema del restaurante es algo que queremos enfocar un poquito más, que la gente vea que a parte de fiesta y tardeos puede venir aquí y comer muy bien", explican sus impulsores. "Está muy bien para una copa, pero también para venir un domingo con la abuela, la tía o con quien haga falta", agregan.  

Sus propietarios definen la carta de La Cala Raeiros como "comidas para todos los gustos". Y razón no les falta: variadas tapas gallegas y platos tradicionales de arroces, pescados, carnes o mariscos, conviven en armonía con otras opciones de fast food y platos más ligeros como los burritos o fajitas. Y sin dejar de lado los postres, 100% caseros y hechos por María. "Para mi es muy importante que el postre sea casero. Yo creo que una buena comida o cena tiene que acabar con un buen postre", sentencia.  

Un cóctel y una ventana al mar

Zona chill out y banco de La Cala Raeiros. Foto: Cedida

El broche de oro a un día de calor en las Rías Baixas lo ponen los cócteles de La Cala Raeiros. El espacio cuenta con una zona chill out, abierta cada día a partir de las cuatro de la tarde, que ofrece numerosas variedades de estos combinados, desde clásicos como los mojitos o caipirinhas, a otros más elaborados como la coctelería Tiki. Y eso no lo es todo, muy próximo a la caseta, en este mismo rincón, sus impulsores han ubicado una auténtica ventana al mar, con un arco y un banco que ha recorrido cientos de kilómetros literalmente partió desde Zúrichpara llegar a La Cala Raeiros y convertirse en la estampa más fotografiada del verano gallego. 

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