Susana Anta Ceramics: menaje de cerámica y joyería, la sencillez hecha arte en Galicia
Hablar de cerámica es hablar de una profesión ancestral que el tiempo y artistas como Susana Anta han vuelto a poner en el foco de lo imperecedero. El arte de manejar el barro para crear piezas únicas, la magia de transformar estos materiales simples en objetos con alma. Para esta artista natural de O Barco de Valdeorras, y nómada de la geografía gallega, la cerámica es "una terapia fabulosa", un espacio que le permite reconectar consigo misma, expresarse y canalizar todas sus emociones. Desde que dio de alta su taller en Artesanía de Galicia allá por 2018, de sus manos han salido auténticas obras de arte en forma de menaje y joyería.
El mundo artístico siempre ha acompañado a Susana Anta en su camino personal y profesional. De hecho, estudió historia del arte en Santiago de Compostela y más tarde restauración en Pontevedra. "Hacía restauración por las mañanas y por las tardes me iba a la Escuela de Artes y Oficios de Vigo a hacer cerámica", explica. Aquel fue su reencuentro con esta disciplina ―con la que ya había tenido contacto en EGB― y que acabó por atraparla.
"Nunca me había metido de lleno en la cerámica hasta hace prácticamente poco. Estas Navidades estábamos haciendo una obra de restauración en el Pazo de Fonseca y la dejé por hacer la campaña de Navidad de cerámica", reconoce Anta. Y es que desde que decidió profesionalizarse como ceramista, Susana ha combinado ambas profesiones y pasiones. Ahora incluso se plantea seguir dando cursos, talleres y workshops de forma regular como una vía complementaria en el ámbito de la cerámica.
Susana Anta Ceramics: objetos con alma desde Galicia
Pese a tratarse de un arte milenario, la cerámica sigue más vigente que nunca en nuestro día a día. Platos, cuencos, floreros… Las posibilidades de dar vida a objetos utilitarios, artísticos o decorativos ―o todos ellos al mismo tiempo― a través de esta disciplina son infinitas. Líneas sencillas, colores suaves o formas imperfectas. Las piezas de Susana Anta descubren su equilibrio en estos diseños minimalistas pero poderosamente llamativos. Una sencillez hecha arte que atrapa al primer contacto visual.
A nivel creativo, Susana reconoce que la principal fuente de inspiración para sus creaciones es su vida y todas las cosas que en ella acontecen. "Al final no deja de ser algo que haces para comunicarte. Estás volcando una serie de emociones o sentimientos, y en cierto modo, para mí resulta liberador", afirma la artesana. Un plato que simula las olas del mar; un metafórico recorrido en vajilla gracias a la colección Camiños, o unos vasos calavera que se asemejan a La Catrina mexicana ―país en el que vivió Susana mientras trabajaba para el Instituto de Antropología e Historia―, son algunos de los productos que podemos encontrar bajo su firma. "Hice esta serie de calaveras porque me gusta mucho la idea de que la muerte nos iguala a todos. De que el tiempo pasa y no vuelve, pero no como algo negativo", explica. En conjunto, todos ellos guardan en común el ser "objetos con alma" y piezas únicas que ocultan las propias historias y reflexiones de la artista.
Para llevar a cabo la fabricación de sus piezas, Susana echa mano del trabajo por colada, utilizando moldes y prototipos a base de escayola que después rellena con barro líquido. "El molde en escayola es el negativo y después la barbotina lo que hace es positivarlo. De ahí saco las piezas y después las decoro yo a mano", aclara la artesana. Hasta la fecha, esta había sido la técnica predilecta de la ceramista, que prevé volver al torno próximamente tras encontrar un gres en Portugal que se adapta a lo que buscaba. "Tú tienes que encontrar un material con el que te sientas cómodo y después que enlace también con el esmalte o los vidriados (...) Buscar la conjunción para que el acabado sea el que tú quieres", declara.
Más allá de la cerámica, otra de las facetas productivas de Susana Anta se centra en la bisutería. "Me gusta mucho la joyería, la pieza pequeña", reconoce la artista. "En estos casos, quizá me centre más en la pieza única y muchísimo más pensada (...) Tengo una colección llamada Sucias cadenas que lo único que tienen en común es que son collares", explica. Es la magia del handmade, esa belleza de lo imperfecto que envuelve a la cerámica y joyería de Susana Anta. Una tendencia al alza que las grandes firmas buscan imitar. "Yo tengo que cronometrar el tiempo que dejó la barbotina dentro del molde, pero soy humana, y en estos casos si te pasas aunque sean unos minutos se nota. Hay variaciones y una deformación natural, pero también es lo que a mí me gusta de lo artesano", sentencia Anta sobre estos procesos manuales.
Ser parte de Artesanía de Galicia
Para los artesanos gallegos, encontrarse al amparo de Artesanía de Galicia es una manera de sumar profesionalmente, crear comunidad y mantener vivo el patrimonio tradicional al mismo tiempo. Además, una vez dentro de la entidad, los usuarios tienen a su disposición una serie de herramientas y utilidades que van desde el asesoramiento a la formación. "Te dan mucha información a nivel de ferias, ayudas a las que puedes optar…", asegura Susana. "Y siempre sacan un par de cursos al año", añade. Muchos de estos cursos, relacionados con el mundo digital, permiten a los artesanos sacar todo el partido a sus oficios manuales en la era tecnológica en la que vivimos.
"Después algo muy bueno que tiene Artesanía de Galicia es el impulsar ferias internacionales", comenta. "Llevan el producto fuera de España y lo promocionan (...) Por ahí se pueden abrir muchas vías", añade. Y es que las piezas de cerámica firmadas por Susana Anta han podido darse a conocer fuera de Galicia, concretamente en el mercado nórdico. Cada año en Estocolmo tiene lugar la feria de decoración Formex, un prestigioso encuentro donde el producto tradicional se entremezcla con la artesanía más contemporánea y en el que la gallega pudo estar presente a través de Artesanía de Galicia.
