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El aeródromo de Rozas, en Lugo, epicentro de la innovación aeronáutica en Galicia

La base aérea lucense acoge el Centro de Investigación Aeroportada de Rozas (CIAR), un complejo único en Europa con tecnología innovadora e infraestructuras adaptadas a ensayos de vehículos aéreos no tripulados y otros proyectos
Aerotaxi Concept Integrity en el aeródromo de Rozas, Castro de Rei (Lugo).
CIAR
Aerotaxi Concept Integrity en el aeródromo de Rozas, Castro de Rei (Lugo).
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En un mundo cada vez más concienciado con el medio ambiente, la industria aeronáutica lleva varias décadas enfrentándose a un futuro marcado por el desarrollo de aviones que permitan liderar la carrera hacia la sostenibilidad de manera eficiente, aunque no es una tarea sencilla. La reducción de emisiones contaminantes supone un reto urgente, pero no puede hacerse a expensas de perder operatividad y disparar los costes de producción de las aeronaves. En este contexto, las investigaciones actuales están revolucionando la manera en que se diseñan y fabrican los aviones gracias a la aplicación de tecnologías de vanguardia ―con la implementación de nuevos materiales, la digitalización o el uso de energías renovables― que están transformando la industria y llevándola a unos niveles nunca antes vistos.

En el noroeste peninsular, el epicentro de la innovación aeronáutica se encuentra en el aeródromo de Rozas, ubicado en el término municipal de Castro de Rei, en Lugo. En este campo de aviación gallego se emplaza el Centro de Investigación Aeroportada de Rozas (CIAR), una iniciativa conjunta del INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial «Esteban Terradas) y la Xunta de Galicia que se ha consolidado como un centro referente en el ámbito de la aeronáutica y un laboratorio de ensayos pionero a nivel europeo donde se integran tanto las Plataformas Aéreas de Investigación (PAI) como los nuevos desarrollos con aviones no tripulados (UAS, Unmanned Aerial System). 

Instalaciones y servicios

En la actualidad, muchas de las aeronaves pilotadas de forma remota se encuentran en fases de desarrollo y sin normativas de certificación específicas que las amparen, por lo que resulta indispensable un centro que proporcione las condiciones de seguridad necesarias para que estos sistemas puedan llevar a cabo todos los ensayos exigidos para su calificación y certificación. En ese sentido, tal y como aseguran desde el CIAR, el centro se localiza en "un emplazamiento privilegiado tanto para los aviones no tripulados con MTOW inferior a 150 kilos regulados por normativa nacional, como para MTOW superior a 150 kilos regulados por normativa europea EASA", con una longitud de pista de 1200x45 metros.  

Cabe destacar que el aeródromo de Rozas dispone de una serie de infraestructuras y equipamientos en tierra que permiten el desarrollo de aeronaves, sistemas y subsistemas aeroportados, así como la evaluación de las campañas tecnológico-científicas. Entre las instalaciones destaca el centro de control o el sistema de comunicaciones, los servicios para la integración de cargas útiles, el soporte integral y los servicios meteorológicos propios, sistemas de protección e incluso varios sistemas innovadores de gestión y operación de software y hardware para el complejo. "En el centro de control confluyen tres facetas básicas e imprescindibles para cada operación: seguridad operativa, instrumentación y supervisión de la operación del usuario CIAR por parte del INTA", aclaran los responsables del Centro de Investigación Aeroportada de Rozas. Estos mecanismos posibilitan, entre otras cosas, la supervisión de la aeronave, su propio tráfico y el circundante, así como la coexistencia de diferentes tipos de aviones y ensayos aéreos en el entorno

Los proyectos más punteros del aeródromo de Rozas

Targus (izq.)y aerotaxi Concept Integrity (drch.). Foto: INTA

Su ubicación, el equipamiento innovador y la vocación investigadora del INTA convierten al CIAR en un centro de referencia en toda Europa a la hora de llevar a cabo investigaciones dentro del sector aeroespacial. En este punto, destacan dos vías de desarrollo del centro gallego: por una parte los sistemas innovadores y por otra los ensayos y demostraciones de aeronaves y proyectos que tienen o han tenido lugar en las instalaciones. 

En el primer escenario, entre las innovaciones de CIAR se ponen de relieve tres sistemas punteros y sus aplicaciones: DronAs, CONDOR y PIMAD. DronAs es un prototipo adquirido con el objetivo de dotar al centro de una tecnología avanzada en materia de gestión de escenarios complejos de vuelo dentro del marco U-Space, con aplicaciones tanto en la fase estratégica (previa al vuelo) como en la fase táctica (durante el vuelo). El Sistema CONDOR por su parte conforma un innovador conjunto de herramientas enfocado en la reducción del tiempo y costes necesarios para la preparación de ensayos. Y en el caso del PIMAD, el prototipo se centra en la información meteorológica y la ayuda a la toma de decisiones mediante aplicaciones que permiten, entre otras cosas, "la obtención de diferentes escenarios realizados con modelos de simulación metafísica"

Pero sin lugar a dudas, lo que ha puesto en el mapa al aeródromo de Rozas son los ensayos y demostraciones acogidos en sus instalaciones: Umiles Concept 2 (Tecnalia), EH12 (Ehang), Stemme, Milano o Alo (INTA), Cansat 2022, Mantis y Targus (INDRA), Unvex'21, CanSat 21, Fulmar (Wake) y Lua (Babcock) son algunos de sus ejemplos más destacados. Uno de los proyectos más interesantes hasta la fecha corre a cargo de Tecnalia, el mayor centro de investigación aplicada y desarrollo tecnológico en España. La empresa ha realizado en As Rozas varias pruebas de vuelo de su aerotaxi Concept Integrity, un vehículo aéreo eléctrico de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL). El avión se ha convertido en el primero de España capaz de desplazarse en las ciudades de forma autónoma, pensado para el traslado de un pasajero en distancias urbanas de hasta 15 kilómetros en 15 minutos. Una iniciativa similar la presentó EHang: se trata de un vehículo eVTOL autónomo (el EH12 ) destinado al transporte de personas y carga, con un peso máximo de despegue de 600 kilos, autonomía de 30 kilómetros y velocidades que alcanzan los 130km/hora. 

En el caso particular de Indra, una de las principales empresas globales de consultoría y tecnología, resulta interesante subrayar sus dos proyectos presentados en el Centro de Investigación Aeroportada de Rozas: Targus (OPV), el primer dron de desarrollo español preparado para volar a altitud media con gran autonomía y dirigido al mercado civil (vigilancia forestal, lucha contra incendios, seguridad marítima…); y Mantis, un sistema de mini aeronaves no tripuladas de inteligencia creado para su aplicación en misiones de inteligencia, vigilancia, adquisición de objetos o reconocimiento en operaciones de corto alcance tanto diurnas como nocturnas. 

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