La justicia obliga a reabrir el complejo Rías do Sur de Pontevedra para los deportistas
El Juzgado de Primera Instancia nº 3 de Pontevedra ha emitido un auto que obliga a la empresa Sidecu-Supera, propietaria del complejo deportivo Rías do Sur, a reabrir sus instalaciones. La sentencia dictamina que "se prohíbe cesar en la realización de las prestaciones" previstas en el contrato firmado en 2005 con la Fundación Rías do Sur.
Así, cumpliendo con su obligación de mantener abiertas las instalaciones para los deportistas de la Fundación, la empresa tendría que haber puesto en marcha de nuevo el funcionamiento de todo el complejo deportivo, que incluye la única piscina olímpica de la ciudad. El auto, a fecha de 1 de junio, debería permitir que más de 400 deportistas federados de Pontevedra volviesen a llevar a cabo sus entrenamientos en el Rías do Sur.
No obstante, lamentan desde la Fundación, "no han obedecido". Héctor Vilariño, presidente de Rías do Sur, asegura que la empresa tampoco se ha puesto en contacto con ellos, "por lo que hemos vuelto a requerir al juzgado que exija la reapertura". A pesar de haber una sentencia, los socios se han visto obligados a continuar "dando los pasos que indique el equipo jurídico" para llegar a la situación de normalidad que se perdió el pasado 11 de marzo.
Desde el cierre, varios clubes de natación, waterpolo o natación sincronizada de la ciudad de Pontevedra se han visto obligados a buscar otras piscinas que les permitan entrenar con comodidad, puesto que en estos deportes la profundidad de la piscina olímpica es clave. "Tenemos esperanzas moderadas", explica Vilariño, que afirma que seguirán "haciendo todo lo posible" por que los deportistas vuelvan a la Boa Vila.
