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Una nueva vida para edificios emblemáticos de Vigo

Edificaciones como el del Museo Marco, A Sede del Celta o el Museo del Mar se han adaptado a los tiempos cambiando sus usos y actualizando su arquitectura
Fachada de La Metalúrgica en Vigo
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Fachada de La Metalúrgica en Vigo
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La evolución de las ciudades no sólo se advierte en su expansión, en su crecimiento horizontal y vertical, ni siquiera en la construcción de nuevas infraestructuras y edificios contemporáneos. Las edificaciones que fueron emblemas en el siglo pasado, hoy alargan su vida mudando la piel y encontrando nuevos usos; como fotografías en blanco y negro a los que, en pleno siglo XXI, se les aplica color.

En Vigo tenemos varios ejemplos de edificios que, en su lucha contra el paso del tiempo, han encontrado una nueva vida. En la calle Príncipe, los que albergan el Marco y A Sede del Celta; en García Barbón, la antigua metalúrgica; el actual Museo del Mar en Alcabre; la futura Ciudad de la Justicia en Pizarro; y la Panificadora en la Falperra, que todavía espera comenzar su nuevo camino.

Museo Marco

El hoy Museo de Arte Contemporáneo de Vigo fue, en su origen, una cárcel. En 1880, como señalaba la antigua fachada, se terminó de construir el edificio que acogería "una cárcel pública, cómoda, segura y salubre", en palabras de Taboada Leal 20 años antes. Diseñado por el arquitecto José María Ortiz, finalmente también incluyó el Palacio de Justicia.

En la fachada principal se encontraba la sede de los juzgados, y en un cuerpo posterior se ubicaban tres galerías que albergaban las celdas para mujeres, hombres y menores. En 1976, el uso carcelario se trasladó a las actuales dependencias de la Avenida de Madrid. Como sede judicial, fue el lugar de celebración del primer matrimonio civil de la ciudad en 1983.

Imagen de principios de siglo XX del edificio que albergaba la cárcel y los juzgados.

En 1987, se produjo el traslado de los juzgados a la calle Lalín, en Coia, y el edificio quedó sin ocupación. De hecho, en 1989 se planteó su derribo y se proyectó la construcción de la "Plaza de la Concordia", un proyecto de remodelación del arquitecto catalán Ricardo Bofill.

En 1990, la Xunta de Galicia declaró el edificio como Bien de Interés Cultural y nueve años después comenzaron las obras de remodelación que remataron en 2002 para convertirse en el actual museo Marco.

A Sede

En marzo de 2018, el Celta celebraba por todo lo alto la inauguración de su nueva sede, en la calle Príncipe, que se trasladaba desde el palacete de la Plaza de España después de 15 años. Una nueva localización que ocupaba el antiguo edificio del Círculo Mercantil.

El edificio que se levanta en el número 44 de Príncipe fue, desde 1927, la sede social del Círculo Mercantil e Industrial de Vigo. Un inmueble que había sido adquirido por la sociedad siendo presidente Bernardo Bernárdez y que el 28 de septiembre de ese año, fue inaugurado de manera fastuosa en la ciudad: los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia presidieron el acto llegando a Vigo a bordo del acorazado Jaime I, escoltado por múltiples embarcaciones, desde buques de guerra hasta barcos de pesca y recreo.

88 años después, en 2015, la crisis económica obligó al Mercantil a vender el edificio al Real Club Celta por 5 millones de euros. El arquitecto encargado de la reforma y de la imagen actual fue Alfonso Penela.

Edificio de A Sede. Foto: Silabario

Museo del Mar

Igual que el Marco, el edificio del Museo del Mar guarda varios usos diferentes antes de convertirse en el recinto actual, incluido que, en origen, había un molino de viento en el mismo asentamiento. Nos remontamos hasta 1887; en ese año se construyó sobre los terrenos de Alcabre una conservera, Conservas Molino de Viento, que se dedicó, principalmente, a la sardina.

En 1929 se cerró y fue aprovechada como matadero municipal hasta 1982. Más tarde, incluso hizo las veces de depósito de vehículos del Concello de Vigo. Diez años después, nacía el proyecto de construir un museo con el mar como protagonista.

El Museo del Mar de Vigo, en Alcabre. Foto: Turismo Rías Baixas

Una construcción que se paralizó después de que se encontrasen restos de poblados de la Edad del Hierro y que llevó al proyecto a frenarse hasta tal punto que se convirtió en un vertedero. De ese mal futuro lo rescató de nuevo la Zona Franca de Vigo, impulsor de unas instalaciones que tuvieron no una, sino dos inauguraciones: una en 2002; otra, en 2007.

Tesorería de la Seguridad Social

En el año 1900 se fundó la Sociedad Anónima La Metalúrgica, que respondía a la necesidad de que el envasado de conservas no se excediese en el precio y para ello, lo más económico era fabricarlas en la propia ciudad. El edificio se construyó en la calle García Barbón, en los números 92 y 94.

La fachada del edificio ha resistido al paso de los años desde la década de los setenta, cuando cerró la fábrica. En estado de ruina, la estampa ha acompañado durante muchos años el paseo por la avenida, aunque desde hace poco luce un lavado de cara... a medias. La fachada de la izquierda se ha renovado con la construcción de un edificio para albergar la Tesorería de la Seguridad Social; la parte de la derecha todavía espera a lucir de nuevo con el esplendor de su vecina y todavía guarda el sabor a un pasado ya no tan reciente.

Edificio de la Tesorería General de la Seguridad Social a la izquierda y, a la derecha, la fachada original de La Metalúrgica.

La Panificadora

Se inauguró el 26 de octubre de 1924, obra del arquitecto Manuel Gómez Román y de la mano de Antonio Valcarce fue la planta productora de pan industrial más moderna de España. Su silueta ya forma parte del skyline de Vigo, a pesar de que lleva 40 años cerrada y pendiente de darle un nuevo uso.

Con la aprobación de la modificación puntual del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) del Casco Vello, parece que la Panificadora avanza hacia una recuperación que lleva esperando casi medio siglo. El proyecto recuperará las instalaciones para uso público y social, respetando el edificio principal, el edificio de la calle Falperra, los silos y el almacén.

Maqueta del proyecto de la Panificadora.

Ciudad de la Justicia

Fue el tercer edificio más alto de España cuando se inauguró en 1955 y fue bautizado por los vigueses como "El Pirulí". Con varias reformas y cambios en su estructura original a sus espaldas, el antiguo Hospital Xeral entra ya en la recta final para acoger los juzgados de Vigo.

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