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Stooping Vigo, la comunidad para compartir y descubrir reliquias abandonadas en la calle

Si alguna vez has visto junto a un contenedor un mueble que encajaría a la perfección en tu hogar pero no te has atrevido a llevártelo, no te preocupes. Existe todo un movimiento dedicado a darle una segunda vida a lo que para otros sería 'basura'
Muebles abandonados en la calle en una imagen de archivo.
Muebles abandonados en la calle en una imagen de archivo.
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Suele pasar hoy en día que a ciertas cosas más antiguas que el propio sol se las denomina bajo ocurrentes nombres anglosajones. ¿Compartir piso? Coliving. ¿Quedarse en casa para ahorrar dinero? Nesting. ¿Recoger muebles abandonados en la basura para restaurarlos y decorar el hogar? Stooping.

Existen muchos otros términos que, a menudo, son criticados por tratar de dulcificar realidad precarias. En el caso del stooping, el fenómeno es global y tiene unos fines más altruistas; en palabras de Magali Navarro, responsable de la cuenta de Instagram Stooping Vigo, el objetivo es "rescatar las cosas para que no se desperdicien".

Navarro decidió crear esta comunidad de hallazgos antes de saber que existía todo un movimiento dedicado a ello en redes sociales. La joven se mudó de Argentina a Vigo en pleno 2020, durante la pandemia. Una de las primeras cosas que le llamó la atención fue encontrar tantos muebles y objetos depositados en la vía pública.

"En Argentina, ver algo así en buen estado en la calle es raro", explica, "Uno suele guardar los tesoros de la familia y tratar de sacarles el mayor provecho posible. Aquí iba caminado y veía sofás o sillas. Después entendí que tal vez fuera más barato comprar unos nuevos que restaurar lo que ya se tenía".

Red de avisos y descubrimientos

Esa curiosidad por el modo de entender la vida útil de los objetos llevó a Magali a hablar del tema con sus amigos. En ese momento fue cuando la animaron a crear una cuenta en Internet que enseñara esos hallazgos para que más gente se enterara y cuando ella misma descubrió que aquello ya se estaba poniendo en práctica en otras ciudades. De hecho, el movimiento del stooping nació en Nueva York.

"Tuvo buen alcance porque casualmente mucha gente opinaba como yo", relata sobre el perfil de Stooping Vigo. La dinámica de la cuenta es sencilla: Magali recibe fotografías de reliquias abandonadas en la calle junto a una breve descripción de dónde se encuentran ubicadas. Posteriormente, Navarro las publica en el feed. Aquellos más rápidos serán los que se queden con la pieza y de forma totalmente gratuita.

Por supuesto, esta práctica ya se llevaba a cabo antes de ponerle un nombre, pero la denominación parece haber relanzado el fenómeno. "Creo que derriba un poco el tabú de agarrar algo de la calle y llevártelo a casa. También es algo más colectivo, la gente se involucra", reflexiona Magali Navarro.

La creadora de Stooping Vigo remarca asimismo el factor de la sostenibilidad: "El hecho de que sea algo mundial para mí está genial, cada vez más cuentas y más gente involucrada. Es como que se crea una comunidad en torno a un objetivo que para mí está buenísimo". Además, destaca que es bonito que alguien encuentre algo en la calle y , aunque no lo necesite, avise por si a alguien le interesa.

Factor ahorro

Magali Navarro califica el movimiento del stooping como altruista. La historia detrás de cada mueble que termina en la calle es tan desconocida como la de quien se acerca a recogerlo. Sin embargo, es importante poner de relieve que no solo los amantes de la 'bricomanía' participan de este fenómeno; también personas en situaciones económicas más delicadas.

Actualmente, el precio de los alquileres en Vigo limita el acceso a la vivienda de muchos ciudadanos, así como el de la compra de un piso. Sumado a esto, en ocasiones los inquilinos no pueden permitirse amueblar su hogar y es cuando entran en juego plataformas como Wallapop, Milanuncios o la comunidad stooping.

"Me han escrito por privado pidiéndome que si aparece un escritorio o una mesa los avise porque están buscando esos muebles", reconoce Navarro. "Hay muebles que son más caros, entonces claro, están fuera del alcance del poder adquisitivo de algunas personas. Es mejor si pueden aprovechar esto".

Sencillo 'modus operandis'

Así, el perfil de Magali, Stooping Vigo, conecta a los ciudadanos en búsqueda de muebles y objetos curiosos, sea cual sea su situación personal. El funcionamiento de la cuenta es simple, como explica Navarro: "Si ven por la calle algo que pudiera serle útil a los demás, lo que tienen que hacer es contactar con mi Instagram enviando imágenes de lo que haya y su ubicación".

Magali Navarro las publica lo más rápido que puede. Recibe casi diariamente mensajes de nuevos hallazgos y prácticamente todo lo comparte, excepto un par de muebles que estaban demasiado deteriorados. Sin embargo, no suele filtrar el contenido. Siempre hay alguien que puede darle una mejor vida.

En la comunidad de stooping Vigo hay dos tipos de personas: los que se acuerdan de mandar fotos de los tesoros encontrados y, por otro lado, aquellos que están atentos a cada nueva publicación. Nunca se sabe cuándo puede aparecer la siguiente reliquia para ir a recogerla antes que los demás.

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