María Vinyals, la marquesa roja, feminista, gallega y amiga de Emilia Pardo Bazán

Entre Vigo y Pontevedra se encuentra una imponente y bellísima fortaleza construida en el siglo XII. El noble que la convertiría, tres siglos más tarde, en legendaria, ostentaba el título de Conde de Camiña, Vizconde de Tui y Mariscal de Baiona, y hay quien cree que durante parte de su vida fue nada más y nada menos que Cristóbal Colón. Este noble era Pedro Madruga, y su extraordinaria fortaleza era el castillo de Soutomaior, un maravilloso lugar donde hoy en día podemos pasear por sus magníficos jardines a la sombra de sequoias gigantes y castaños casi milenarios, mientras nos deleitamos con sus 300 variedades de camelias que, con sus nombres, unen a personas tan variopintas como Rosalía de Castro, La Bella Otero o Emilia Pardo Bazán. Un castillo en el que, siglos después de Pedro Madruga, una joven marquesa se convertiría en una pionera en la lucha por la igualdad de las mujeres y defensora de las causas sociales: María Vinyals, la marquesa roja, feminista y gallega.

La fortaleza de Soutomaior cayó en el olvido y el abandono durante siglos, hasta que a finales del XIX Antonio Aguiar y Correa, VIII Marqués de la Vega de Armijo, lo heredó. Enamorado de su extraordinaria belleza, lo reformó y transformó en su residencia de verano, convirtiéndose en un centro de reunión político y social al que acudían ministros, aristócratas e incluso reyes como Alfonso XII.

Y fue allí donde el Marqués y su esposa, Zenobia Vinyals, adoptaron como su propia hija a María Vinyals y Ferrés, su sobrina, nacida el 14 de agosto de 1875, tras el fallecimiento de su padre.

La joven María, bajo la tutoría de su tío, recibió una esmerada educación y llegó a dominar hasta cinco idiomas. Además, ya desde muy joven acompañaba al Marqués en las tertulias que se celebraban en su casa en Madrid, por las que pasaban los personajes más relevantes de la sociedad, la economía y la cultura española del momento. Además, se interesó por la pintura e incluso llegó a participar en exposiciones de Bellas Artes en Madrid en 1890 y 1895.

El 25 de julio de 1896 contrajo matrimonio concertado con Juan Jordán de Urriés, Marqués de Ayerbe, lo que le convirtió en marquesa y le permitió seguir relacionándose con las mayores personalidades de Europa. 

Pero su matrimonio la obligó a dejar arrinconada una de sus mayores aficiones: la escritura. Sin embargo, estaba tan fascinada y maravillada con la centenaria fortaleza de Soutomaior, la cual heredaría tras la muerte de su tío, que decidió investigar a fondo para contar su historia en una obra que se publicaría en 1904: “El castillo del Marqués de Mos en Sotomayor. Apuntes históricos”, un libro que en la actualidad sigue siendo fundamental para conocer la historia de este extraordinario castillo.

Un año después de la muerte de su marido en 1908, María se casa con el prestigioso médico cubano Enrique Lluria, establece su residencia en Soutomaior y comienza a dar rienda suelta a sus aspiraciones, sus ideas y sus inquietudes y focaliza todos sus esfuerzos en una causa concreta: las mujeres.

Y para ello comienza a escribir sus ideas sobre la desigualdad en diversas revistas tanto españolas como americanas. María decía sobre la situación de las mujeres: “Su situación en nuestra sociedad es anormal y arcaica. Modificada por completo la vida del ciudadano, la existencia de la mujer es, con escasas diferencias, la misma que hace siglos”.

Se convirtió así en una pionera del feminismo y el sufragismo gallego, en defensora de las causas sociales y de género, en académica de la Real Academia Galega, miembro del Ateneo de Madrid, escritora, conferenciante y luchadora por la igualdad de género. Y como sus ideales no encajaban en una mujer de su alta posición social, comenzaron a llamarla: La Marquesa Roja.

Durante el periodo que residió de nuevo en el castillo, decidieron fundar allí el Sanatorio Lluria con gran éxito, al que no paraban de llegar pacientes. Y mientras tanto por la fortaleza no dejaban de pasar personalidades de la talla del pintor Joaquín Sorolla o Pablo Iglesias Posse, fundador del Partido Socialista, al que María se afiliaría en 1917.

Pero la Marquesa Roja llamaba demasiado la atención. Sus ideas progresistas en lo social y lo político, dedicarse públicamente a las artes y a las letras y ofrecer conferencias feministas en un momento en que la sociedad rechazaba a las mujeres creadoras, acabó pasándole factura.

Comenzó a rumorearse que el castillo de Soutomaior servía de base para reuniones de los altos cargos socialistas, lo que, sumado a las deudas que María había acumulado de su primer matrimonio, provocó que perdiera todas sus propiedades, que fueron puesta a subasta. Y esto obligó al matrimonio a trasladarse a Madrid, desde donde se mudarían a Cuba en 1919, donde su esposo volvió a ejercer la medicina hasta que falleció en Cienfuegos en 1925, dejando a su familia en una precaria situación económica.

Enferma, María deseaba volver a España, lo que consiguió con el apoyo monetario de algunos amigos y una sociedad de gallegos de La Habana, que le ayudaron a pagarse el billete de vuelta a Madrid. En esta época se le pierde la pista. Hay quien afirma haberla visto pidiendo limosna por las calles de la capital de España. Otros dicen que acabó en el París ocupado por los nazis, lugar donde fallecería.

En lo que sí coinciden todos los autores es que María Vinyals murió en la más absoluta pobreza, un triste y amargo final para la Marquesa Roja, una gallega adelantada a su tiempo que defendió a la mujer desde un castillo de Pontevedra. 

Iván Fernández Amil. Historias de la Historia.

Referencias:

• ARIAS VILAS, F. A Romanización de Galicia. Editorial A Nosa Terra, 1992.
• elespanol.com
• es.wikipedia.org
• castelodesoutomaior.com
• lavozdegalicia.es
• farodevigo.es
• traveler.es
• atlantico.net
• diariodepontevedra.com
• culturagalega.gal
• eldiariofeminista.info
• dbe.rah.es
• gcdiario.com