Cervezas artesanas gallegas que quizás no sabías que existían

Ya sea por el clima frío o el aguante histórico de los gallegos, Galicia siempre ha sido una reconocida tierra de grandes bebidas espirituosas, donde el licor café o la crema de orujo son los estandartes de las sobremesas gallegas. Con el paso de los años, se han ido colando en el mercado vinos, licores y demás bebidas de grandísima calidad que llevan el acento gallego fuera de nuestras fronteras. Entre esas bebidas una de las que tiene mayor potencial es la cerveza artesanal, que se ha creado desde hace ya unos años una buena comunidad de seguidores. 

Gracias al criterio de Carlos González, de La Atlántica Beer Shop, una tienda especializada en cerveza artesana en Santiago de Compostela; nos adentramos en el amplio mundo de la cerveza gallega seleccionando aquellas marcas que destacan por su éxito o innovación. Carlos remarca que hablamos de un negocio “muy local y pasional”, ya que estas pequeñas empresas trabajan con muy poco trabajadores. Sin embargo, se lamenta de la ignorancia que hay “a nivel gastronómico” sobre las grandes cervezas que se producen en nuestras tierras. Un sector golpeado por el COVID que, gracias al éxito nacional e internacional, aguanta como pueden en estos tiempos tan atípicos. 

Decenas de microcervercerías triunfan entre los más eruditos de esta bebida, donde la tierra gallega destaca por dos vertientes creativas bien marcadas: una tradicionalista y otra más innovativa: “En Galicia hay una escena moderna que busca llevar al límite el concepto de cerveza, mientras que hay otra vía más centrada en lo artesano de la producción, con una visión conservadora y tradicionalista de la cerveza”. Además, estamos hablando de un producto muy estacional, de forma similar a los vinos, por lo que estas microcervecerías trabajan con diferentes cervezas dependiendo del momento del año. Pero ¿qué marcas y cervezas gallegas merecen nuestra atención?

Jakobsland, vocación internacional

Una de las marcas con más éxito made in Galicia es Jakobsland, que nace de las mentes de Henlo Matthee (sudafricano) y Fran Vaquero (santiagués) allá por el año 2012. Gracias a la colaboración de su amigo Jeremiah Fox llevaron su proyecto a numerosos festivales y se ganaron el reconocimiento internacional por el buen hacer de sus cervezas. Se trata de una marca con una vocación internacional en su exportación y innovadora en su creación.

Aunque trabajan numerosos tipos de cerveza, dominan la conocida como IPA (indian pale ale) y uno de sus puntos más diferenciadoras es que sacan series limitadas de cerveza cada mes, algo que genera expectación y sorpresa entre sus seguidores. Carlos nos recomienda Oh Darling, Let’s be adventurers!, creada con levadura de Nueva Inglaterra, de carácter frutal, con poco amargor y un aspecto turbio, que “parece un zumo de frutas”.

También trabajan conceptos más clásicos dentro de la cerveza, como su pale ale Dumbstruck. Tras 4 años perfeccionando la receta, Carlos la considera como una de las mejores cervezas en su estilo de España, “que dan ganas de beber a todas horas”. Es disfrutable para todos los públicos, desde los más cerveceros hasta los recién iniciados en esto de la cerveza artesana. Aunque se consume mucho en su ciudad natal, Santiago, triunfan principalmente fuera, como en Barcelona, donde “venden más cerveza que en toda Galicia”.

Santocristo, castaña, fruta e innovación

Con mucha presencia en Coruña, Santocristo es una alternativa joven de Ourense, que tienen una gran facilidad “para estar en todos los saraos”, nos comenta entre risas Carlos. Su cerveza, aunque sencilla, es esa que gusta a todo el mundo.  Una de las más recientes sería Midlife Crisis, una IPA que lleva zumo de naranja y mango. El uso de la fruta para muchos aficionados a la cerveza es un ingrediente ajeno, pero la fruta se usa “desde sus orígenes”. La fruta es como la uva para el vino, un agente de azúcares para la fermentación, y actualmente triunfan aquellas de orígenes exóticos. Y ojo, quien dice frutas dice flores, especias…  “La cerveza es una bebida que agradece mucho la experimentación, y en España hay quien piensa todo lo contrario y limita mucho su creación”, se lamenta Carlos.

Otra cerveza emblemática de Santocristo es la de Castaña asada, una de las cervezas originarias de la marca, que supuso un pelotazo en su tiempo. Es una cerveza de maltas tostadas, con un porcentaje de alcohol de un 7%. En Galicia las cervezas ahumadas son relativamente populares, y Santocristo sabe aprovechar este gusto intrínseco a la sociedad gallegas para triunfar entre los eruditos de la cerveza. La intensidad de este ahumado no es muy elevada, es solo un punto de sabor que hace que sus lotes sean un pelín rústicos, lo que genera también un toque distintivo.

In Peccatum, sabores de heavy metal a prueba de pandemias

De fuerte corriente musical, la marca In Peccatum dejó clara sus intenciones en 2015 al crear la cerveza oficial de Los Suaves. La música y la cerveza les han llevado a conseguir numerosos éxitos comerciales, y este año trasladaron su fábrica de Ourense a Allariz, a un abandonado vivero de plantas. Un sitio con potencial, que supieron aprovechar para crear un restaurante con grandes vistas a partir del invernadero. Aunque siguen elaborando cerveza, su producción se destina sobre todo al restaurante, aunque han creado unas divertidas “cajas de cuarentena” para llenar de cerveza si nos vemos necesitados en casa. 

Una de las cervezas más emblemáticas de la marca es Cowboys From Hops, cuya producción planean retomar en un futuro. Se trata de una cerveza con un perfil extremo, de amargor elevado, una base de malta intensa y acaramelada, con mucho cuerpo y un toque cítrico resinoso. En la actualidad podemos adquirir cervezas como Unleash the beast (elaborada con moras) o Pain Killer (con cafés y bourbon de vainilla). Los más avispados habrán visto que cada nombre es un homenaje al mundo metalero. Unas cervezas que van genial con un buen concierto (aunque por ahora tenga que ser en casa).

Misterio, un sabor de otro mundo

Esta marca tiene una línea muy diferente a las otras mencionadas, es una microcervecera muy joven que cuenta con un estilo muy marcado. Trabajan más con levadura que con lúpulo. El dueño, Hugo, estuvo trabajando en Holanda en una fábrica local y sacó de allí la idea de crear una grisette, centrada en levadura y fermentaciones. Se trata de un estilo desconocido, que viene de Francia y los Países Bajos, de zonas mineras, donde las mujeres de los mineros les llevaban una cerveza refrescante para quitarse la sensación de hollín de la boca. El nombre proviene de que las mujeres llevaban vestidos grises, de ahí el grisette.

Una de las cervezas más interesantes de Misterio es Crystal Gazing, que cuenta con una imagen muy cuidada. Se trata de una cerveza refrescante, con pocos azúcares gracias a grandes cantidades de levadura que consiguen secar la cerveza y generar ese golpe de frescor. Se trata de una cerveza ideal para el verano, aunque puede beberse en cualquier momento sin que nos demos cuenta.

Menduíña, cerveza gallega hasta la médula

Una de las marcas más emblemáticas de Galicia, con una línea más tradicional que han tenido mucho poder influenciador. Una de sus cervezas más conocidas es la Santa Compaña, una cerveza recia, con una base de maltas muy fuerte que maduran en madera virgen de roble. Dependiendo del año, van cambiando en barrica de whisky, consiguiendo ese contraste de una cerveza acaramelada con la estridencia del sabor de la madera, creando una cerveza oscura sin llegar a ser negra. 

Una de las marcas que exporta la idiosincrasia gallega, junto con numerosos elementos de su mitología popular. Desde la ya mencionada Santa Campaña, pasando por la cerveza Lobishome (una fantástica IPA), Demo Neghro (una potente Extra Stout) o MariaSoliña (una cerveza ahumada basada en las recetas tradicionales bávaras).

Aqvelarre, una cerveza para quedarse embrujado

Aqvelarre es una marca recién nacida de la unión de A Cova da Serpe y Augasantas, del norte de Lugo. Este verano salieron con cuatro cervezas, que han vendido muy bien. Carlos nos recomienda San Xusto, una cerveza de crecimiento lento, con un estilo tradicional que poco a poco fue calando entre la gente. Es una belga tradicional, que se basa en una base de malta acaramelada, con toque de pasas y frutas rojas, para consumirse lentamente, de esas cervezas para degustar tranquilamente en una buena copa.

Carlos nos confiesa que están preparando una nueva producción de Nuclear Juice, creada antes de la unión (en una colaboración puntual) en diciembre del año pasado. Esta double IPA con lúpulos de Nueva Inglaterra fue un bombazo, muy valorada en redes sociales de asiduos en la cerveza, y se llegó a colar entre los primeros puestos de las mejores IPA de España. Los fans la están esperando como agua de mayo.

Galician Brew, cervezas para trasnochar como búhos

Galician Brew se ha renovado este último año con la marca Curuxa, se han ido al sector especializado en el mundo cervecero, con más de quince tipos de cerveza. Carlos nos recomienda la Curuxa Samaín (por eso de que hace un par de semanas estábamos en las fechas). Se trata de una cerveza de calabaza y canela, que busca trasladar la popularidad de las pumkpin beer norteamericanas durante la época de Halloween.

Un elemento diferenciador de Galician Brew es que su bodega se encuentra en el valle del río Tea, un espacio protegido natural del que además usan el agua del manantial para elaborar sus cervezas. Con casi 11 sabores diferentes, su lote degustación es una compra que puede sorprender a un buen amigo estas navidades: desde Miña terra Galega (una American Ale) hasta la Curuxa Goji (una cerveza roja orgánica con bayas de Goji). La Curuxa tiene para dar y tomar.

AléAle y Cerridwen, nuevas esperanzas para el futuro

Acabamos esta breve selección con dos marcas que se están abriendo camino en este mundillo. AleAlé es una microcervecera coruñesa que hace la Murga, una dorada pampeana, un estilo que surge en Argentina gracias a la inmigración alemana, una combinación del estilo europeo con el estilo americano. Una cerveza muy transversal, muy bien hecha, nos cuenta Carlos. Cerridwen es otra marca que está empezando, con una cerveza nacida de un proyecto galaico-francés, que no esta filtrada ni pasteurizada, que presentaron hace escasos meses su primera obra: Hoppy Pale Ale.

No hay mejor excusa para brindar que celebrar la gran variedad de talento e innovación que existe en el mundo cervecero gallego, así que ya lo sabéis: escoged una y a disfrutar. ¡Hay para elegir!