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El refugio de animales de la Diputación de Pontevedra estrena las visitas escolares

Cuarenta niños y niñas de 4º de Primaria pudieron conocer el funcionamiento del CAAN y aprender sobre la importancia de la adopción
Escolares con uno de los perros del CAAN.
Depo
Escolares con uno de los perros del CAAN.

Escolares de 4º de Primaria del CPI Mosteiro (Meis) estrenaron esta semana las visitas al Centro de Acogida y Protección de Animales (CAAN) de la Diputación de Pontevedra en una jornada en la que no solo aprendieron mucho sobre los cuidados que deben tener los perros y perras, sino que disfrutaron al máximo compartiendo tiempo y cariño con varios de los animales del centro. La visita forma parte de la campaña EduCAANdo, que desarrolla la Diputación entre escolares de Primaria para favorecer las adopciones y concienciar sobre el abandono animal, y los pequeños se llevaron para sus casas el libro estrella de esta iniciativa, Benvida á casa, Onza.

"Aquí los perros y perras están muy bien cuidados, pero no es donde deben estar, nuestro objetivo es que tengan un hogar y una familia", les contó el diputado Manuel González al darles la bienvenida. Las referencias a la concienciación sobre el abandono animal y las adopciones estuvieron presentes en toda la visita, en la que los escolares, acompañados de sus tutoras, siguieron muy atentamente las explicaciones del equipo veterinario formado por Marcos Gómez, Santos Javier y Silvia Rivas y dejaron patente su curiosidad y conocimientos.

Con Pipo y Tuco, dos de los "residentes" del CAAN, conocieron todos los pasos que sigue un animal cuando llega al refugio, desde el completo examen veterinario hasta la medicación para los parásitos internos y externos y las vacunas, así como el alta en el registro de animales de la Xunta. Santos Javier también les ofreció consejos sobre la alimentación más adecuada, sobre la higiene que deben llevar los animales y la necesidad de pasearlos para su socialización y premiarlos "cuando obedecen y hacen las cosas bien". Les habló asimismo de la obligatoriedad de identificarlos con chip, mostrándoles como lo realizan en el centro, así como de la dura realidad de los abandonos que se siguen produciendo.

Además, los escolares visitaron la sala de quirófano y conocieron los equipos de radiodiagnóstico de que dispone el centro, pero sin duda su parte favorita llegó en el momento en que pudieron acariciar a varios animales en el "patio de recreo", donde cada jornada pasean con el personal del CAAN.

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