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Taberna 'A de Lino': una experiencia carnívora en las Rías Baixas

Una taberna de Moaña hace las delicias de los amantes de las carnes gracias a Lino Fervenza, "el hombre que pasea las carnes"
Lino Fervenza "paseando las carnes"
A de Lino
Lino Fervenza "paseando las carnes"
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El propietario de la taberna A de Lino es un cocinero muy particular: Lino Fervenza pasea sus carnes por la fraga de Moaña, les enseña la Ría de Vigo y las sumerge en el pequeño río que cruza el bosque para que tengan el sabor más especial de la provincia. Hablando a las carnes, este particular hostelero afirma que les confiere más sabor.

El propio Lino explicaba hace un par de años, cuando comenzó a "hablar" con la carne, que lo hace para que "se empapen del entorno, de esta tranquilidad de la fraga". Por ello, las lleva hasta el Mirador de la Fraga, donde les muestra la inmensa Ría de Vigo y les cuenta la historia del pueblo de Moaña y de su relación con el mar.

Terraza de la taberna A de Lino

El hombre que pasea las carnes

La verdadera razón de que Lino haga esto no tiene nada de locura: "la carne no se puede poner en la parrilla inmediatamente después de sacarla de la nevera, es importante que el género tome temperatura ambiente para que conserve todo su sabor". Por eso el proceso es lento, dura algunas horas en las que sí que pasea las carnes, pero con el fin de que vayan atemperándose y estén perfectas en el momento de su consumo.

Su secreto, además, es cocinar la carne a la parrilla lo justo y servirla en una piedra caliente para que sea el cliente el que termine de hacerla (además de conservarla caliente). "Tampoco cortamos la carne hasta que han pasado 8 minutos desde que la sacamos de la parrilla, así conserva todos sus jugos y, por lo tanto, todo su sabor", dice Lino.

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La calidad de la carne también es muy importante, y por eso en A de Lino solo hay productos de primera calidad de la gallega Discarlux que, aunque tiene su matadero en Madrid, cría a su ganado en Galicia. Su producto estrella, de hecho, es el chuletón de Moaña, que ha conquistado los paladares más exigentes y también los más conocidos de la zona.

La experiencia 360º

El secreto de Lino no es solo su excelente carne, sino el conjunto de experiencias que ofrece a todos sus visitantes. Gracias a la taberna también ofrecen una carta 100% gallega a la que es difícil resistirse, con una estupenda selección de entrantes y también riquísimos pescados frescos, todo ello regado con vinos de primera calidad, en su mayoría tintos, para acompañar las carnes.

Además, Lino pone a disposición de los visitantes unas pintorescas cabañas de madera en la fraga, en las que desconectar y enfrascarse en la experiencia. Una forma diferente de vivir la magia de la naturaleza gallega para después disfrutar de una comilona en casa de Lino Fervenza. Y, si hay suerte, quizás se pueda ver al "hombre que pasea las carnes" atemperando sus productos en directo.

Cabaña en la fraga de Moaña

Tal es la experiencia que han decidido lanzar merchandising de su marca, todo ello relacionado con las carnes y la comida, por supuesto. Aceite de oliva, vino tinto, conservas gourmet e incluso cuchillos o mandiles de cocina personalizados rematan la curiosa oferta que este hostelero moañés ha inventado a partir de su particular locura.

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