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Nico Pastoriza, un disco-serie y una oda al costumbrismo fantástico vigués

El músico vigués lanza su disco 'Servicio de atención al cliente. Temporada 1' con 9 canciones que se mueven, como es de costumbre en su autor, "entre lo paranormal y lo municipal"
Nico Pastoriza.
Samuel Moreda
Nico Pastoriza.
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El 12 de septiembre de 1975, El Corte Inglés abría sus puertas en Vigo. Seguramente, los grandes almacenes no podían imaginar que, casi medio siglo después, servirían de inspiración para el título de un disco. Fue allí donde Nico Pastoriza encontró el nombre para su último trabajo: Servicio de atención al cliente.

"Es un título terriblemente anticool, lo menos rock&roll del mundo", asegura el músico vigués entre risas. "Estas cosas aportan más al oyente, le sitúan en un ambiente más familiar", explica al hilo de otros nombres que ha puesto a sus discos, como PyME. "Desde que empecé a hacer canciones, siempre tuve dos referentes: Ray Davies, de The Kinks, en las letras del día a día, de 'horario laboral'; y David Bowie, con temas de canciones que iban más allá de la ciencia-ficción en muchos casos".

En esos dos ámbitos se mueve Pastoriza, en un mundo de costumbrismo fantástico del que, de nuevo, hace gala en su último disco, Servicio de atención al cliente. Temporada 1. Un título que hace referencia a lo que más hizo durante el confinamiento: ver series. "Pensé que ojalá se comprasen tantos discos como se consumen series, así que me pasé al enemigo". Un conjunto de 9 canciones que se construyen como capítulos desordenados, sin vinculación entre ellos, "como los de Black Mirror".

https://www.instagram.com/p/CX-vlspMNiB/

El diseño de la portada también se escapa del glamour. Diseñada por Marta Riera, se inspiró en las cubiertas de la editorial británica 'Penguin Books'. "En ella están publicada la literatura inglesa en formato económico y se utiliza a nivel escolar". Le gustó el diseño y Riera le dio forma, sustituyendo al pingüino por la figura del propio músico. Ofreció tres versiones, en tres colores: azul, verde y naranja. Esta última fue la elegida entre sus seguidores en redes sociales como la que ilustraría el disco.

"Además, le añadimos lo de 'temporada 1', como si fuese el 'tomo 1'. Habrá temporada 2, claro", asegura sobre este disco-serie de 9 canciones que ha sido grabado en su casa, en su antigua habitación donde "hacía que estudiaba". Esa es una de las ventajas de la digitalización, que ha producido "un cambio radical en el mundo de la música". Los pasos que antes se daban, desde el fichaje por un sello hasta la publicación de un álbum, se acortan y, en su caso, le otorga más autonomía como creador. "Lo ideal es combinar cómo se hacían las cosas en la era analógica y las ventajas de lo digital. Por ejemplo, que puedas grabar algunos instrumentos en un pequeño estudio, pero meterte en uno profesional para hacer aquello para lo que la tecnología o el espacio no te permite en tu casa".

Foto: Alba Villar

Un disco por año... hasta ahora

La pandemia también quebró su "media Woody Allen" de sacar un disco casi al año. "Soy prolífico desde el punto de vista de que hago muchas cosas, tengo talento para parir, pero, como gallina ponedora, no significa que todo lo que haga sea bueno", explica este vigués que se ha convertido en un imprescindible de la escena musical viguesa y un veterano ya a nivel nacional. "Lo que más me gusta es el proceso de componer y grabar en mi estudio en casa, partir de una canción mínima, con dos cosas, y ver cómo crece", incide, "pero siempre he procurado tener otras fuentes de ingresos para ser lo suficientemente libre para trabajar en lo que realmente me gusta".

Un oficio, el de hacer canciones, que lleva con responsabilidad: "Tienes un micrófono y tienes que tener algo que contar, que a la gente le pueda interesar, con lo que se identifiquen, aunque lo cuentes en primera persona. Odio a los grupos que parece que acaban de hacer la letra en el baño antes de salir al escenario". En su caso, la música aparece antes que las letras, "aunque siempre tengo una idea sobre lo que voy a contar".

Entre Bowie y Cunqueiro

Lo que cuenta en sus canciones se mueve entre lo cotidiano y lo fantástico con facilidad. "Me gusta cuando lo definieron como 'entre lo paranormal y lo municipal', pero la definición que dejó más orgullosa a mi madre fue cuando dijeron de mí que estaba entre Bowie y Cunqueiro".

Servicio de atención al cliente. Temporada 1 arranca con su episodio piloto, 'Circunvalación'. Una presentación al oyente con una "entrada lennoniana" con piano que tiene Vigo, como es habitual en sus canciones, como fuente de inspiración. "No el Vigo de las luces, que ahora todo el mundo conoce, me refiero a ese no tan apetecible, aunque no hay una circunvalación como yo me la imagino en la canción, pero se sitúa en una zona deprimida, de esas por las que pasas y no quieres perderte, a medio camino entre la miseria y el futuro". "Se han hecho canciones sobre parques, un muelle de la bahía, playas, calles... pero no sobre una circunvalación, un barrio con poca luz y un kebab donde no hay nadie".

"Un pedido de Amazón perdido en esta dimensión, Google no sabe dónde estoy", reza el principio de una canción que se inspira en películas como Distrito 9 o canciones como 'Dead End Street', de The Kinks. Así, abre la veda para hablar de una canción suicida, de un rosa porriño, de un WC químico o de cómo asusta ver algunas cuentas de Instagram. El cierre no puede ser más ad hoc con el título del disco: 'Gracias por llamar'.

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De disco a serie

¿Y si Servicio de atención al cliente. Temporada 1 fuese una serie de verdad? Pues Nico Pastoriza elegiría al creador de Black Mirror, Charlton Brooker, para que la dirigiese. Como actores, elegiría a los británicos Michael Cane y Stephen Graham; y actrices, a Helen Mirren y Scarlett Johansson. La plataforma que ofrecería su serie sería Filmin, "porque es la más barata".

El disco cocinado en casa tiene que salir a la calle, a pasear por los escenarios, y ya tiene las primeras paradas de su ruta, eso sí, en formato "ruidos de oficina", con tres músicos y samplers de grapadoras, máquinas de escribir e hilo musical: el 4 de febrero en el Sama Sama de Vilagarcía; el 11 de febrero en Pontevedra en El Pequeño; y en casa, en Vigo, en la Sala Sinatra el 18 de febrero.

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