El Español
Treintayseis
Economía
|
Tecnología

Los laboratorios del mundo, gestionados por una herramienta "Made in Galicia"

La empresa compostelana Mestrelab Research SL desarrolló un software que entiende, procesa y gestiona los datos generados por una amplia variedad de técnicas e instrumentos
El equipo de Mestrelab
El equipo de Mestrelab
Ofrecido por:

Galicia es una pequeña región de una esquina de Europa. Si se les preguntase a muchos de los ciudadanos de, por ejemplo, Estados Unidos, China o Japón dónde está Galicia, es muy probable que la mayoría no lo supiesen. Pero éste no es el caso en los laboratorios analíticos de Investigación y Desarrollo de las industrias farmacéutica, biotecnológica y química, y de las instituciones académicas y gubernamentales. En ellos, todo el mundo sabe dónde está Galicia y, más concretamente, Santiago de Compostela.

¿La razón? La empresa compostelana Mestrelab Research SL, una startup gallega, nacida como spin off del departamento de química orgánica de la Universidad de Santiago de Compostela en el 2004 y dedicada al desarrollo de software para la interpretación de datos de instrumentos analíticos. Su producto estrella, MestRe Nova (Mnova) se está convirtiendo en el producto de referencia a nivel global en este mercado.

El MS Office de los laboratorios

Los laboratorios analíticos de I+D de las industrias mencionadas usan toda una serie de instrumentación avanzada, de distintas técnicas, para recabar información, conocimiento y comprensión sobre sus productos y procesos, y sobre los sistemas biológicos y físicos con los que sus fármacos, biofármacos, cosméticos, productos de cuidado personal o productos alimentarios interactúan. Entre ellas, por ejemplo, técnicas tan avanzadas y punteras como la Resonancia Magnética Nuclear, la Espectrometría de Masas, combinada con Cromatografía Líquida o de Gases, y las Espectroscopías Ópticas, fabricados por grandes multinacionales como Bruker Inc, Agilent Technologies Inc., Thermo Fisher Scientific o Waters Corporation.

Para los investigadores que trabajan en estos laboratorios, uno de los grandes retos es el procesar, interpretar y gestionar información de tan alta complejidad, generada por tan gran variedad de instrumentos, lo que supone, frecuentemente, la necesidad de aprender y utilizar un alto número de paquetes de software especializados diferentes. Y esto puede tener un efecto perjudicial sobre la productividad de los investigadores y científicos y, como consecuencia, sobre la velocidad del desarrollo de nuevos tratamientos, productos y alimentos de los que la sociedad depende.

Este reto lo está resolviendo Mestrelab, no sólo en los últimos 15 años, sino ya antes, con los productos de software que empezó a desarrollar su cofundador, Juan Carlos Cobas, colaborando con el catedrático Javier Sardina López, cuando aún estaba en el departamento de Química de la Universidad, y que ahora desarrolla un equipo multidisciplinar de más de 35 personas. Mnova es una suerte de llave maestra, un software que entiende, procesa y gestiona los datos generados por toda esa variedad de instrumentos, reduciendo la complejidad de los datos y permitiendo al investigador el interactuar con un único sistema de software, incrementando sobremanera su productividad.

Juan Carlos Cobas, cofundador y director científico de Mestrelab, nos explica así la relevancia del proyecto de la misma: "Muchas técnicas instrumentales, en particular las relacionadas con la RMN, se presentan como datos complejos cuya interpretación requiere el empleo de diferentes técnicas matemáticas y de sistemas de inteligencia artificial que permitan al investigador tomar decisiones sobre el problema particular al que se enfrentan. Tradicionalmente, este tipo de aplicaciones requerían un elevado grado de intervención manual por parte del científico, así como mucha experiencia en la técnica. Nuestras herramientas han ayudado a democratizar el uso de estas técnicas analíticas por parte de usuarios menos expertos, así como mejorar significativamente su productividad debido a las capacidades de automatización disponibles en el software".

Una foto del equipo en sus oficinas de Santiago de Compostela

Galicia Calidade para el mundo

El valor que aporta este software es tal que se ha convertido en una herramienta de referencia a nivel global. Más de 150.000 científicos por todo el mundo, desde Estados Unidos a Japón, desde Nueva Zelanda a Escandinavia, se sientan todos los días, durante horas, enfrente de la interfaz de Mnova, para llevar a cabo sus tareas de investigación. 

Este software compostelano se extiende como un virus por los ordenadores de instituciones tan prestigiosas como Harvard, el MIT, las Universidades de Oxford y Cambridge, el ETH de Zurich o la Universidad de Tsinghua, en Beijing. En total, más de 2.000 Universidades, incluidas 93 de las Top 100 del último ranking mundial. Por laboratorios gubernamentales, como el CSIC, la FDA (responsable de aprobar medicamentos para el mercado estadounidense) o la NASA.

Y su éxito no es menor con los clientes industriales. Muchos de los grandes laboratorios farmacéuticos (Pfizer, AstraZeneca, Novartis o Eli Lilly, por ejemplo), las grandes biotecs (Amgen, Gilead, Genentech, Biogen o Regeneron) y las grandes químicas (BASF, Bayer, Merck, DuPont, Dow Chemical o la coreana LG Chem) dependen de Mnova para procesar sus datos y acelerar su investigación.

Como ejemplo de la relevancia de este software está el que tanto Pfizer como BioNTech, los desarrolladores y promotores de la primera vacuna contra el COVID, como AstraZeneca y Moderna Therapeutics, desarrolladores de las que le pisan los talones, utilizan Mnova. O, por poner otro ejemplo, el Broad Institute at Harvard & MIT, donde se mapeó por primera vez el genoma humano, ha utilizado Mnova desde el 2007.

De hecho, Mestrelab se internacionalizó desde el primer día, como nos explica Santiago Domínguez, cofundador y consejero delegado: "Hay empresas que se internacionalizan, haciendo un esfuerzo específico para ello. Nuestro caso es distinto, la internacionalización está en la esencia de Mestrelab. Nuestro mercado objetivo es muy nicho y como tal, para sostenernos, necesitamos desde el primer día acceder a los mercados globales. Cuando Carlos y yo montamos la empresa con Javier, yo, que estaba en Inglaterra, ni volví, dado que sabíamos que había que tener tanta presencia fuera como en Santiago. De hecho, la primera copia de software que vendimos, allá por el 2004, la compró la Universidad de Uppsala, en Suecia, para la Universidad de Addis Abbeba, en Etiopía. El MIT compró licencias de Mnova antes que ninguna universidad gallega, y lo mismo puede decirse de AstraZeneca, Dupont, Dow o la NASA. Hoy vendemos software en más de 80 países y el 97% de nuestra facturación es exportación. Y todo esto lo hace un equipo comercial de 8 personas, que residen en EEUU, Inglaterra, Austria y Japón, y al que acabamos de añadir un comercial más en la India".

Una receta sencilla para un plato de alta cocina

La receta del éxito de la compañía es sencilla. Un equipo motivado y altamente cualificado, que combina ex alumnos de las universidades gallegas con científicos de varias nacionalidades de prestigio internacional y amplia experiencia; una fijación absoluta con las necesidades cambiantes de los mercados a los que se dirigen sus productos, con escuchar al cliente, por todo el mundo, y ofrecer soluciones a los problemas continuamente cambiantes a los que se enfrenta una industria con un componente innovador tan alto; un alto respeto por la calidad científica y la investigación, con colaboraciones con eminentes científicos de todo el mundo en su disciplina y una prestigiosa labor investigadora en la sede de Santiago de Compostela (la empresa, de hecho, invierte un total del 40% de su presupuesto anual en I+D); y, también muy importante, una cultura laboral flexible y en la que el buen ambiente y la diversión son tan importantes como la productividad.

Como nos dicen los miembros del equipo: "Cuando llegó la pandemia, en marzo, nos fuimos para casa. Nos supuso un trastorno durante un día, tal vez dos, dado que llevamos años trabajando flexiblemente, en cualquier momento y desde cualquier sitio según las circunstancias. Lo que más se echa de menos son las charlas con el grupo, los cafés, las cenas y las partidas de futbolín."

Reconocimiento a una labor de años

Tras muchos años de trabajo por parte de todo el equipo, en los últimos tiempos han llegado los reconocimientos. Como la inclusión en el ranking empresarial de Ardán o el premio Bioga a la startup gallega más competitiva, ambos en el 2019. O la inversión en la empresa de Bruker Inc, gigante suizo-americano de la instrumentación, que reconoció, en el 2018, la futilidad de competir con Mestrelab en el desarrollo de software y la conveniencia estratégica de aliarse con la David gallega. O el nuevo caso de éxito recién publicado por Salesforce.com, que tiene a Mestrelab por protagonista.

Pero, como bien dicen los miembros del equipo, el verdadero reconocimiento está en la adopción de sus productos por más y más clientes cada día. Las más de 25.000 visitas mensuales a su página web, las más de 18.000 descargas anuales de sus productos. Y el que, cada vez que se encuentran a un científico en cualquier congreso por el mundo, o hasta en un bar en cualquier geografía, a menudo les digan, con una amistosa sonrisa: "¡Ah, sois los de Mestrelab!"

Santiago Dominguez y Juan Carlos Cobas
Co-fundadores de Mestrelab Research SL
Santi Dominguez | LinkedIn
Carlos Cobas | LinkedIn

Economía