Los abogados del caso Déborah solicitan más de 30 pruebas de ADN en busca de nuevas pistas
El pasado mes de mayo se exhumaba, tras casi veinte años, el cuerpo de Déborah Fernández-Cervera, al que se le practicaron pruebas forenses en busca de nuevas pistas para esclarecer su caso. Tras los análisis, se encontraron restos de fibras y pelos bajo las uñas de la joven y la familia veía otra vez un rayo de esperanza a un año de la prescripción del delito.
Ahora, con nuevos datos y pruebas sobre la mesa, los abogados de la familia han solicitado que se pida ADN a una treintena de personas, "para cotejarlo con el que se pueda hallar en lo que se pueda obtener de debajo de las uñas tras exhumación".
Asimismo, han pedido al juzgado de Tui que se haga un nuevo análisis de la cuerda que había bajo cuerpo de Déborah en O Rosal, donde apareció, así como del pelo que se encontró sobre ella. "Sobre ambos en 2002 se intentó sacar ADN pero no fue posible, hemos alegado que con avance de las técnicas podría ser posible", asegura Ramón Amoedo, uno de los abogados de la familia.
La nueva ronda de testificaciones será en octubre, cuando los abogados de la familia Fernández-Cervera han solicitado también que se produzcan careos entre algunos testigos. El juzgado no se ha pronunciado al respecto todavía, aunque la familia confía en que el caso siga avanzando estos últimos meses antes de la prescripción: "no nos vamos a quedar de brazos cruzados".
