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La primera jornada del juicio del Alvia: un día de dolor que culminó con una agresión

Nueve años después del accidente que terminó con la vida de 80 personas y causó 145 heridos comienzan las primeras vistas
El exdirector de Seguridad en la circulación de Adif, Andrés Cortabitarte (i) y el maquinista del tren Francisco Garzón (d), durante la primera jornada del juicio por el accidente ferroviario de Alvia, en la Cidade de la Cultura de Santiago de Compostela
Álvaro Ballestero- EP
El exdirector de Seguridad en la circulación de Adif, Andrés Cortabitarte (i) y el maquinista del tren Francisco Garzón (d), durante la primera jornada del juicio por el accidente ferroviario de Alvia, en la Cidade de la Cultura de Santiago de Compostela
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Sumida en un espeso bando de niebla. Así recibía esta mañana la Cidade da Cultura a víctimas, abogados y acusados en el macrojuicio más grande de la historia de Galicia. Comenzaba la primera jornada de la causa que busca dictar sentencia sobre el accidente del tren Alvia 04155, que se descarriló en la parroquia compostelana de Angrois el 24 de julio de 2013 y terminó con la vida de 80 personas y causó 145 heridos. Un primer día que terminaba con la agresión de Andrés Cortabitarte, el ex jefe de seguridad de Adif, por parte del familiar de una de las víctimas.

Medios de comunicación y víctimas fueron los primeros en acercarse hasta el edificio CINC de la Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela, donde se alberga la sala de vista para un juicio que tiene más de 600 testigos. Dolor y rabia, justicia lenta, recuerdo a los fallecidos que no han podido ver a los acusados en el banquillo, fueron algunos de los comentarios que más se escucharon sobre las 09:00 horas de la mañana de este miércoles. Las víctimas y sus familiares también recordaron que los responsables políticos de la infraestructura no tendrán ni que declarar ni sentarse en el banquillo.

A primera hora una de ellas, Teresa Gómez-Limón, narraba su situación a los medios de comunicación. "Yo no he vuelto a ser la misma de antes, tengo secuelas psicológicas y físicas, con una discapacidad reconocida por la administración pública. Vivo a base de analgésicos y de ansiolíticos". Para Gómez-Limón el accidente fue resultado de una serie de" negligencias lamentables". Los verdaderos culpables del accidente no quieren que se sepa lo que pasó".

Una de las entradas más esperadas era la de los abogados de la defensa, tanto la del maquinista como la de Andrés Cortabitarte. Solo uno de ellos eligió atender a los medios de comunicación, Manuel Prieto, defensor del maquinista. En sus declaraciones a medios, Prieto señaló que Garzón se encontraba "preocupado y nervioso", ante la anticipación de revivir durante los próximos nueve meses lo que ocurrió aquel fatídico día y enfrentarse a cuatro años de cárcel. "Todos los humanos cometemos errores, pero la falta de medidas es la que permite que el error humano se convierta en un accidente así", añadía.

El antiguo dirigente de seguridad de Adif, Andrés Cortabitarte, y sus abogados decidieron acceder por una de las puertas de atrás del recinto, despertando el malestar de las víctimas.

Cuestiones previas

El juicio arrancó a las 09:45 horas, con apenas quince minutos de retraso. Durante los primeros minutos de la jornada los espectadores pudieron pronto conocer el carácter de una de las piezas centrales de esta causa. el de la jueza María Elena Fernández Currás. La magistrada se mostró firme con las peticiones de los abogados en la sala, en ocasiones ironizando sobre algunas de las peticiones, y despachando las causas con solvencia. Todo ello en un esfuerzo por evitar que una causa, de ya nueve años, se retrase más de lo debido.

"A mí también me gustaría contar con un juez o dos de apoyo", respondía ya a primera hoa ante la petición de algunos letrados de contar con más miembros de sus equipos en la sala. Y es que , a pesar de las dimensiones, son 154 partes las que están presentes en el juicio, demasiadas como para que múltiples miembros de estos grupos acudan al lugar.

La magistrada se negó también a acceder a las demandas de algunas partes para que no se retransmite el juicio en directo. Fernández Currás salientar que los numerosos medios de comunicación en la sala de prensa darían cuenta de lo ocurrido todos los días, y que incluso alguna víctima se había personado en el juzgado para reclamar que emitieran la causa. No hubo mayor debate, aunque sí protestas por parte de algunas de las partes.

De las cuestiones previas más llamativas destacan dos especialmente durante la jornada: la admisión a prueba del vídeo de Adif, y el rechazo a delimitar la acusación de Cortabitarte. Esta última llamó especialmente la atención de la magistrada y de muchos de los presentes. Durante su argumentación, tanto la defensa del ex dirigente como la abogacía del Estado intentaron que se excluyera de la causa penal la falta de señalización en la curva previa al descarrilamiento del tren o la desconexión del sistema de seguridad que vigilaba el trazado, cuestiones técnicas de seguridad.

Sus argumentos se basaron en autos de la Audiencia de A Coruña en el año 2013, pero que Fernández Currás rechazó de plano. "Si hubiese quedado clarísimo en el 2013 no se hubiese instruido hasta el 2021", ironizó la magistrada. "En ese último ese auto está confirmado por la audiencia el cambio del proyecto original". Fernández Currás también destacó que estas circunstancias están "íntimamente ligadas" y habrá que abordarlas. A su opinión se unió el fiscal Mario Piñeiro.

Sobre el vídeo de Adif, una pieza en el que aparecen imágenes del tren en las que está superpuesta la voz del maquinista, es donde se centró la mayor parte de la jornada. Distintos representantes de grupos de víctimas fueron impugnando sucesivamente la aceptación de este como prueba. Uno a uno, citando su número como si de una tienda se tratara, expusieron sus dudas sobre la pieza, presentada el pasado mes de septiembre de este año, meses después de que se cerrase la instrucción de la causa.

Fernández Currás , sin embargo, lo admitió a prueba, aunque dejó caer que su valor como tal será "el que corresponda".

La magistrada fue poco a poco despachando así otras cuestiones menores, como la notificaciones de fallecimiento de víctimas y testigos convocados desde la instrucción de la causa. Aunque de menor brillo, estos momentos pusieron de relieve la cantidad de personas para las que la justicia no ha llegado.

Al final de la jornada, poco más de cuatro horas después, sobre las 13:35 horas, la jueza señaló que mañana, jueves 6 de octubre, tendrán lugar la primera jornada de declaraciones de acusados, comenzando con el maquinista, Francisco Garzón. Fernández Currás también precisó que una vez terminadas sus declaraciones los acusados podrán elegir no estar en el juicio, algo que sorprendió a algunos y que difiere de otras macrocausa, como la del Prestige, en la que los acusados tuvieron que escuchar cientos de horas de análisis periciales.

Agresión a Cortabitarte

La relativa calma y rapidez de la jornada dentro del edificio CINC pronto se disolvió a la salida de los acusados del recinto. Primero salieron Francisco Garzón y su defensa, que aunque seguidos por medios, decidieron no dar declaraciones. Minutos después salían los abogados y Andrés Cortabitarte, y en ese caos uno de los familiares de las víctimas agredió al ex dirigente de Adif.

El momento fue caótico, con varias víctimas increpando al gestor por su papel en el accidente. "80 muertes" gritaban desconsoladas algunas. Fue entonces en el revuelo cuando el padre de uno de los fallecidos en el siniestro golpeó al dirigente en la parte trasera de la cabeza. Pronto fue apartados por uno de los agentes de Policía que rodeaba a la comitiva, que le instó, junto con sus compañeras a calmarse.

Cortabitarte entre el revuelo perdió el equilibrio y tuvo que ser sujetado por sus acompañantes, que rápidamente lo introdujeron en el vehículo.

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