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Opinión

Un gran poder conlleva una gran responsabilidad

Una reflexión sobre el gran poder que verdaderamente tienen los influencers para cambiar el destino de ciertas empresas.
Pedro Arenas Barreiro
Por Pedro Arenas Barreiro

La semana pasada se casó en el Pazo de Oca la celebrity viguesa Lucía Bárcena con Marco Juncadella, hijo de la princesa Cristina de Hohenlohe. Una boda de ensueño con esencia gallega retransmitida en tiempo real a través de las redes sociales de un selecto elenco de invitados, repleto de aristócratas y princesas 2.0.

La influencer Marta Pombo (478 mil seguidores) tuvo la enorme generosidad de colgar espontáneamente desde el glamouroso evento una story acompañada de una botella de Gurung, el aperitivo gallego en cuyo desarrollo empresarial participo. 24 horas después, lo mismo que tardó en caducar su publicación, nuestras visitas web aumentaron en un más de un 400% y el número de pedidos online se multiplicó por 3 (gracias Marta!).

Marta es la mediana de las hermanas Pombo, o “Pombashian” como se las conoce en las redes sociales. Su hermana pequeña, María, tiene 2 millones de seguidores en Instagram y, según Forbes, es una de las cien mejores influencers de España. Juntas, poseen la marca de moda juvenil Tipi Tent que factura 1,5 millones de euros, de los cuales, el 98% proviene de ventas a través de internet.

No hay duda, Marta tiene un súper-poder, es capaz de generar “tendencias”.

¿Te lo imaginas? ¿Poder dirigir los deseos de los demás? ¿Conseguir que tus palabras o tus imágenes puedan tener un efecto sobre las acciones u opiniones de otros?

Hace un año, en plena escalada pandémica, Fernando Simón, tras un icónico “Esto no va bien” hizo una llamada a los influencers patrios, para que colaborasen en la concienciación social del cumplimiento de las medidas anti-covid.

El gobierno tomó consciencia del valor, tanto de la empatía del lenguaje como del alcance y engagement (algo tan complicado como ansiado) de las redes sociales y sus influencers, y de cómo su súper-poder podría ayudarnos a superar la mayor crisis sanitaria de nuestra historia. Sólo hay que tener en cuenta que el alcance de Ester Exposito (actriz de Elite) en Instagram es de 24,3 Millones de seguidores (casi como 100 Ministerios de Sanidad juntos).

Utilizado con inteligencia, este súper-poder es capaz de conseguir grandes logros en un presente consumista arrastrado por un futuro aspiracional y en una sociedad voyerista en lo que lo más relevante es lo bonita y envidiable que puede llegar a ser tu próximo post, story o reel y en la que “parecer“ es más importante que “ser”.

Pero, como dicen en las películas de superhéroes, ¿Qué pasaría si ese súper-poder cayese en manos inadecuadas?

Hace un par de semanas, el tiktoker mallorquín Naïm Darrechi (26 millones de seguidores en todo el mundo) se jactaba en una entrevista del youtuber Mostopapi de eyacular sin preservativo y sin consentimiento dentro de sus parejas. Irene Montero, Ministra de Igualdad ya ha anunciado la denuncia del caso ante la fiscalía y el gobierno balear se querellará contra el influencer por un delito de abuso sexual mediante engaño así como por incitación contra la libertad sexual y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.

La influencia es un arma de doble filo. Esa posición privilegiada, desde el altavoz mega-amplificador de la cumbre de las redes sociales extiende por igual el mensaje más loable que el mas dañino y, por desgracia, estos últimos suelen llegar mas lejos y permanecer durante mas tiempo con el eco de millones de re-tweets.

Marta, nuestra súper-heroína de tan solo 29 años, cerró el año pasado temporalmente sus redes tras reconocer estar sufriendo una depresión causada por la necesidad constante de generar contenido socialmente atractivo, lo cual le producía el sentimiento persistente de perderse a sí misma en una vida vacía e irreal. Marta tuvo la enorme generosidad de compartirlo para ayudar a muchos otros que comparten esa realidad de lo irreal… ¿Puede haber peor sentimiento?

Naïm, incapaz de afrontar con 19 años el tsunami ocasionado por sus palabras, trató de disculpar sus afirmaciones con otro video alegando que su respuesta no refleja la realidad y que se vio arrastrado a la mentira ante la exageración a la que le obligaba su propio personaje.

En 1968, Andy Warhol pronunció su icónica frase “en el futuro, todos serán famosos mundialmente por 15 minutos”. Casi al mismo tiempo, en los cómics de Spiderman, el tío Ben le advertía a Peter Parker “con un gran poder viene una gran responsabilidad

El futuro ya está aquí, en la web, donde “todos somos famosos para al menos quince personas”,  por lo que ahora tú también tienes el súper-poder de influenciar a tu alrededor, pero… ¿eres realmente consciente de tu responsabilidad?.

Pedro Arenas Barreiro
Pedro Arenas Barreiro
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Pedro Arenas es, ante todo, un tío de acción (y nunca utiliza dobles aunque haya muchas escenas de riesgo). A lo largo de sus más de 15 años de carrera, ha sido autónomo, emprendedor, empleado por cuenta ajena e incluso responsable público en la Axencia Galega de Innovación. Ha sido el promotor principal de 2 empresas (Ingenyus, Marketing Inteligente y Qubiotech) y ha participado en la constitución de otras dos startups de base tecnológica. Actualmente colabora con diversas compañías en el asesoramiento y fortalecimiento de sus capacidades estratégicas y de innovación.