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Opinión

Personas de Alta Sensibilidad (PAS): el superpoder de la emoción

Cómo las personas de Alta Sensibilidad tienen unas ventajas a su disposición que pueden aprovechar para tener "superpoderes"
Pedro Arenas Barreiro
Por Pedro Arenas Barreiro

La Alta Sensibilidad es un rasgo de la personalidad por el cual algunas personas poseen la capacidad de percibir de manera mucho más fina los estímulos sensoriales de su alrededor y amplificar su respuesta emocional asociada. El término fue acuñado a mediados de los 90 por la Dra. Elaine Aron que desarrolló algunas de las claves conductuales para detectarla y caracterizarla. 

Las investigaciones poblacionales constatan que la Alta Sensibilidad es un rasgo innato (estamos pre-destinados a ello por nuestra genética y, por tanto, es heredable), que afecta en igual proporción a hombres que a mujeres y que no sólo no es único de nuestra especie sino que ha sido fundamental para la supervivencia humana ya que ha permitido desarrollar métodos de análisis efectivos y desarrollar nuestros sentidos al máximo a lo largo de la evolución.

Según diversos estudios, entre el 15 y el 20% de la población desarrollan esta habilidad que les permite captar detalles tan sutiles que para otros pasan totalmente desapercibidos incluyendo no solo comportamientos sino ruidos, olores o sabores. Las Personas Altamente Sensibles (PAS) son personas con una memoria extraordinaria y diversos análisis mediante resonancia magnética han demostrado un estado de actividad mayor a la media en el área frontal y amígdala de su cerebro, en concreto, del hemisferio derecho, precisamente el relacionado con las emociones, los sentimientos y la creatividad. 

La Alta Sensibilidad proporciona también una mayor actividad de las neuronas espejo que confieren una capacidad superior a la media para la empatía y la habilidad de llegar a sentir en uno mismo las emociones de otro, esa virtud tan importante como infrecuente para el desarrollo social. Esa extrema sensibilidad a la sutileza convierte a las PAS en extremadamente imaginativos y superdotados para el arte y la creatividad. También, gracias a su capacidad analítica pueden llegar a convertirse en empresarios de éxito.

Pero como todas las capacidades, el don de la alta sensibilidad puede transformarse fácilmente en un castigo si nuestro estado mental no es el adecuado y la sobredosis continua de estímulos sensoriales y la sobreexposición emocional puede llegar a convertirse una montaña rusa repleta de bajadas y loopings anímicos para las PAS, que si no se gestionan de manera adecuada terminarán en un estado de stress y ansiedad continua en el que es sencillo llegar a desequilibrarse.

Las PAS se caracterizan sobre todo por una intensa “Profundidad de Procesamiento” (Depth of Processing) de todo pensamiento. Evalúan y analizan de forma enfermizamente pormenorizada y recurrente cualquier hecho, recuerdo u opción de reacción. El rencor (la cara B de su extraordinaria memoria) y un enorme desgaste emocional derivado del análisis continuo y cíclico de escenas y recuerdos les impide en muchos casos acceder al olvido de lo que merece ser olvidado llegando incluso a desarrollar cuadros de trastorno obsesivo-compulsivo.

La Alta Sensibilidad puede llegar a convertirse en una alergia al sentimiento, una enfermedad auto-inmune en la que el idealismo exacerbado, la búsqueda de respuestas y los mecanismos de comparación conductual (¿por qué me hacen cosas que yo no haría?) genera en las PAS una continua exposición a la frustración propia y con su entorno y la sensación perenne de no ser valorados, comprendidos o reconocidos por sus parejas, familia, amigos e incluso en muchas ocasiones por sí mismos generándose relaciones que, de intensas, pueden llegar a ser tóxicas.

Si eres Altamente Sensible (o crees que lo es alguien de los que quieres) y quieres convertirte en superhéroe, te recomiendo que abras tus pensamientos a un profesional o visites la web de APASE, la Asociación de Personas con Alta Sensibilidad de España. Ser una Persona Altamente Sensible no es una enfermedad, no es un castigo y, bien gestionado, puede llegar a convertirse en un superpoder. La salud mental y el autoconocimiento son fundamentales para ello. También lo es el apoyo continuo desde la infancia para aprender a gestionar de manera saludable las capacidades que proporciona. 

Mi padre, desbordado por tanta sensibilidad, me decía siempre “estás hecho de mantequilla”, pero ¿acaso no es ese uno de los ingredientes de los postres más ricos?

¡Adelante superhéroes!

Pedro Arenas Barreiro
Pedro Arenas Barreiro
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Pedro Arenas es, ante todo, un tío de acción (y nunca utiliza dobles aunque haya muchas escenas de riesgo). A lo largo de sus más de 15 años de carrera, ha sido autónomo, emprendedor, empleado por cuenta ajena e incluso responsable público en la Axencia Galega de Innovación. Ha sido el promotor principal de 2 empresas (Ingenyus, Marketing Inteligente y Qubiotech) y ha participado en la constitución de otras dos startups de base tecnológica. Actualmente colabora con diversas compañías en el asesoramiento y fortalecimiento de sus capacidades estratégicas y de innovación.