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El próximo Fernando Alonso es gallego, tiene 10 años y se llama Abel Torres

Este pequeño prodigio de Marín es el "simracer" más joven de Europa, y probablemente del mundo. Grandes pilotos de automovilismo han comenzado su andadura con los simuladores de coches en videojuegos
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Abel Torres, un marinense de tan solo 10 años, ha hecho historia como nunca antes se había visto. Este jovencísimo competidor ha pasado por encima de más de 800 pilotos adultos experimentados, sin siquiera inmutarse, en la etapa clasificatoria del Campeonato de España de Gran Turismo Sport organizada por PlayStation España.

De las 12 plazas disponibles, seis estaban reservadas para pilotos profesionales y las otras seis se batían entre todos los competidores. Abel se ha ganado un puesto en el campeonato, que arrancará el próximo 12 de febrero, imponiéndose a cientos de pilotos que le doblan -como mínimo- la edad.

El pequeño piloto lleva compitiendo en simracing desde que tenía tan solo nueve años. Antes de llegar a los pedales, su pasión por los coches ya era algo incontrolable. Su dominio del volante siendo tan joven es algo que sus compañeros del team Fordzilla -el equipo de eSports de Ford- aún no consiguen explicarse. "La capacidad de aprender super rápido, siendo tan pequeño. Lo ves cogiendo el volante y cambiando marchas y andando con los pedales… Es algo que yo no había visto antes", afirmaba asombrado su compañero Pablo López.

Abel Torres con sus compañeros de equipo

La habilidad de conducción de Abel es sorprendente para un niño de su edad

Muchos grandes profesionales de la Fórmula 1 comenzaron su trayectoria aventurándose con los simuladores de carreras. El piloto español Lucas Ordóñez empezó en la competición profesional a través del campeonato de GT Academy organizado por PlayStation, en el que el ganador, el que demuestra su habilidad con el volante por encima del resto, consigue una plaza en el equipo de carreras de Nissan.

La increíble capacidad de conducción del pequeño lo sitúa en el punto de mira. El padre de Abel, Martín Torres, cuenta con orgullo cómo la gente se sorprendía en las primeras visitas de su hijo a los circuitos de karts. Tras dos días, Abel parecía todo un profesional al volante, con diez años y habiendo aprendido a conducir en los videojuegos. "La gente me preguntaba cuánto tiempo llevaba compitiendo, por la forma que tenía de trazar las curvas", cuenta Martín.

Un ganador nato

A pesar del talento de Abel, sus padres se esfuerzan para que su día a día sea de lo más normal. "Va al colegio, después a una academia de inglés, hace los deberes, estudia, y cuando termina todo, se pone a entrenar, a jugar… Eso sí: le gusta hacer todo bien. En las carreras, y en otras facetas de su vida. Siempre quiere sacar buenas notas; si saca un 7 en vez un 8, se enfada", explica su padre.

Y es que, aunque sus padres cuentan que intentan no transmitirle la importancia que tienen sus logros, para no generarle tensión, el pequeño es extremadamente maduro para su edad y es muy consciente de lo que está consiguiendo.

El joven marinense podría ser un ejemplo más de cómo las carreras virtuales pueden ser el trampolín para pasar de los videojuegos al mundo del motor. Abel tenía claro que quería correr con los mejores y no solo lo ha intentando, sino que lo ha logrado con creces. Quién sabe si el próximo objetivo del pequeño podría ser batirse con los más grandes a más de 300 kilómetros por hora, lo que está claro es que el pequeño Abel Torres tiene por delante una carrera meteórica.

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