El Gran Peña de Vigo, sin ascenso tras un polémico partido de 7 minutos

Tras 29 días sin poder jugar el último partido de la jornada entre el Gran Peña y el Juvenil de Ponteareas, ayer a las 18.30 horas se celebró en el campo de Pardellas el ascenso a Tercera División Nacional. El equipo vigués, con varios de sus jugadores contagiados de covid y con bajas en su plantilla, decidió asistir igualmente a la cita en Ponteareas. El resultado quedó en 1-0 y ascendió el equipo contrario.

Los únicos nueve futbolistas disponibles saltaron al campo con una pancarta en modo de protesta, con el lema "Nuestra salud no importa". Sacaron de centro y se sentaron. Desde la plantilla explican: "No queríamos formar parte de ese circo". El Juvenil va hacia portería, marca un gol, el Gran Peña vuelve a sacar y posteriormente se suspende el partido —al no llegar al mínimo de jugadores tras tres lesiones—. El árbitro pita el final del partido, a los 7 minutos de haber empezado.

Antecedentes

Durante toda la temporada, el equipo disputó un total de 13 partidos: diez en la Primera fase, en la que quedaron primeros, y tres en la Fase de ascenso, en la que iban de primeros hasta ayer. Con ese partido, el Gran Peña se jugaba el ascenso. El 27 de junio era el día de la última jornada, contra el Juvenil de Ponteareas. Sin embargo, la noche anterior a las 23.30 h, la Real Federación Gallega de Fútbol (RFGF) les comunica que en el Cultural Areas hay un positivo por covid y no se puede jugar ningún partido ese día —todos tenían horario unificado—.

Ante esta situación, la formación viguesa pide salir al campo y que se mantengan el resto de partidos. La RFGF no lo acepta y suspende todas las citas. Desde el equipo denuncian que durante la semana siguiente no recibieron ninguna información y el día 30 de junio es cuando debería acabar la temporada.

Para el 11 de julio se convoca de nuevo a estos equipos. El jueves 8, tres días antes, se someten a unas pruebas de antígenos y salen varios positivos, tanto en el Gran Peña como en otros. Por tanto, no se puede jugar esta jornada. Siguiendo el protocolo, la formación suspendió los entrenamientos, se comunica al Sergas, los contagiados se aíslan y otros hicieron cuarentena voluntaria. Todos son avisados de un cribado de PCR. "Nunca se nos hizo ese test, seguimos esperando a día de hoy", critica Iván Serra, jugador durante la pasada temporada.

Tercera y última fecha

El día 20 de julio, la Federación saca un comunicado avisando de la nueva cita: domingo, 25 de julio. "Estuvimos un mes sin noticias de nada", prosiguen los jugadores, "la situación pandémica empeoró en ese tiempo". Cinco positivos en el equipo, dos en cuarentena por contacto estrecho, tres fuera por motivos personales y varias bajas por lesionados durante la temporada. "Era imposible juntar una plantilla para competir", explica Serra.

Los deportistas restantes deciden entrenar el viernes —en las inmediaciones de Carballal al no disponer de un campo— y realizar unos tests el sábado, donde salen dos positivos más. "Nos obligan a jugar, nos amenazaron con un descenso administrativo si no nos presentamos", subrayan desde la plantilla.

Comunicado final

Con todo, el Gran Peña saca un segundo comunicado ante la situación "injusta", en palabras de Iván Capelo, futbolista del equipo. "Pararon la jornada por un positivo en junio y en julio, con 10 ausentes, siguen adelante", añade. Al partido acudieron nueve jugadores y así finaliza la liga: "Se disputó un circo".

"¿Cómo es posible que se siga manteniendo en pie el partido a pesar de esta situación?", reza el comunicado, "Está en riesgo tanto nuestra salud como la de compañeros del otro equipo, incluso la de nuestros familiares". El club no entiende cómo la RFGF y el Sergas han permitido que salgan al campo, "pero nosotros no vamos a jugar con la salud de nuestros seres queridos", finaliza la carta firmada por la plantilla y el cuerpo técnico del Gran Peña.

A través de los mensajes que circulan por las redes sociales y ambas cartas, buscan conseguir justicia: "No nos merecíamos acabar así". "La Federación ha tirado el trabajo de 30 personas durante siete meses por la borda", critica Capelo, "fuimos primeros en las dos fases".