El área sanitaria de Pontevedra y O Salnés incorpora una nueva unidad de Conducta Suicida
El área sanitaria de Pontevedra-O Salnés incorpora a su cartera de servicios asistenciales en el centro de especialidades de la Casa del Mar de Mollabao una nueva Unidad de Conducta Suicida, que fue inaugurada hoy por el gerente, José Flores Arias, y por el delegado de la Xunta de Galicia en Pontevedra, Luis López Diéguez.
Las actuaciones de reforma y equipamiento en la planta baja de la Casa del Mar de Mollabao consistieron en la habilitación de cuatro nuevas consultas, que cuentan con una sala de espera para pacientes, en unos espacios a los que se accede directamente desde el vestíbulo principal de entrada de este centro sanitario.
La superficie total de la zona asistencial reformada abarca 150 metros cuadrados y dicha área alberga, además de la correspondiente sala de espera y la actual consulta de especialista de área de Psiquiatría de la unidad socio-sanitaria, tres nuevas consultas para la Unidad de Conducta Suicida, que cuenta con un cuadro profesional con facultativo especialista de área de Psiquiatría, psicólogo clínico y un efectivo de enfermería de salud mental.
Asimismo, estas obras de reforma ejecutadas incluyeron el traslado de la sala de descanso/cafetería del
personal, emplazada en la zona donde se efectuó esta intervención al semisótano, próxima al área de vestuarios del centro de especialidades de la Casa del Mar de Mollabao.
Enmarcada en el Plan de Salud Mental de Galicia 2020-2024
Según señalaron hoy en la inauguración el gerente, José Flores y el delegado de la Xunta de Galicia
Luis López, la implantación de la Unidad de Conducta Suicida se enmarca en el Plan de Salud Mental de Galicia 2020-2024, que establece para dicho periodo 98 proyectos dirigidos a la prevención de problemas de salud mental y a establecer mejoras en la asistencia sociosanitaria a las personas que padecen un trastorno mental.
Para su puesta en marcha, la Xunta de Galicia destina en este período un presupuesto de 83 millones de euros, lo que permite la incorporación de nuevos profesionales y el incremento del número de centros y programas para la atención sanitaria a los trastornos mentales graves, a través de programas de intervención comunitaria y ampliando el número de plazas en recursos específicos.
