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"Duchas no, discotecas sí": Las dificultades de un club de voleibol coruñés en Madrid

Las deportistas viajan a la capital este fin de semana para un encuentro contra el VP Madrid, tras el cual solo podrán utilizar cada vestuario cinco personas como máximo y no está permitido el uso de las duchas, pero sí podrán comer en un restaurante o ir a un bar
Las jugadoras del Club Voleibol Zalaeta.
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Las jugadoras del Club Voleibol Zalaeta.
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La pandemia ha cambiado por completo la vida como se conocía hasta ahora y el ámbito deportivo no iba a ser menos. En este sentido, actualmente las restricciones en Galicia mantienen en suspenso las competiciones federadas autonómicas pero a nivel nacional el juego continúa y el equipo femenino del Club Voleibol Zalaeta que compite en Superliga se enfrenta este fin de semana en Madrid contra el conjunto de VP Madrid, en un viaje no exento de dificultades. "Duchas no, discotecas sí", con este breve mensaje de protesta se expresaban las jugadoras ayer en sus redes sociales, debido a que tras el encuentro que disputarán en la capital y de acuerdo con las normas vigentes en la Comunidad de Madrid, podrán utilizar cada vestuario un máximo de cinco personas pero no está permitida la utilización de las duchas.

El conjunto coruñés no entiende la situación que se vive en la comunidad, "donde puedes ir a un restaurante o a una discoteca pero no ducharte tras un partido", pero, sin embargo, este inconveniente no les ha cogido de sorpresa porque admiten que ya lo sufrieron en el primer partido de liga contra el equipo madrileño de Rivas. "En aquel encuentro no pudimos utilizar las duchas e higiénicamente hablando hicimos lo que se pudo para que el camino de vuelta en el bus no fuese una tortura", detalla la capitana, Patricia Santos.

"En este caso el equipo contrario no puede hacer nada ya que la normativa es del ayuntamiento y cómo gestionen instalaciones y pabellones deportivos. Una vez más no se acuerdan de los equipos modestos que como nosotras viajan en bus y no se van a un hotel después del partido, sino que emprenden el camino de vuelta a casa para llegar a las 5 de la mañana", asegura Santos. Además, la jugadora subraya que el equipo de Zalaeta no se puede duchar en su propio pabellón, pero concreta que "se ponen a disposición de los equipos visitantes cuatro vestuarios para cumplir con las medidas de distanciamiento social y para que así puedan ducharse".

"Ningún equipo se hace test y tienen permiso para jugar sin mascarilla"

Otro aspecto que sorprende e indigna a las jugadoras es que puedan jugar contra equipos de fuera de Galicia que no toman todas las medidas de protección que deberían frente a la pandemia. En este sentido, reivindican que "son el único equipo que se hace test cada 15 días porque se lo exigen a nivel autonómico para poder entrenar y jugar sin mascarilla", a la vez que los equipos a los que se enfrentan de fuera de la comunidad no se someten a estas pruebas y pueden jugar sin mascarilla sin problemas. "No es lógico que podamos enfrentarnos sin mascarilla pero luego no podamos utilizar las duchas cuando nosotras sí tenemos un control sanitario del covid-19", critica la capitana del equipo coruñés.

Galicia es la única comunidad a nivel nacional que exige la realización de test a los deportistas cada dos semanas, aunque las chicas del Zalaeta entrenan con mascarilla para reducir los riesgos al mínimo. Los equipos que visitan las instalaciones coruñesas deben someterse a los test pero la cosa cambia cuando las gallegas viajan a otras comunidades. donde denuncian que "no existe ninguna medida obligatoria y cada equipo hace lo que considera". La capitana admite que algunos equipos de Superliga como el de Sanse o el Gijón han comenzado a usar mascarilla desde que la situación se ha agravado a nivel epidemiológico en toda España pero Santos indica que "se trata de un mínimo de equipos y en otros solo algunas jugadoras llevan mascarillas quirúrgicas, algo que de nada sirve si no las llevamos todos", resume.

"Ayer nos enteramos de que un equipo de Madrid tiene dos positivos y es uno en el que no todas sus jugadoras utilizan mascarilla, y por supuesto, tampoco se hacen test. Nos hemos encontrado entrenadores de otros equipos sin esta medida de protección y para mí esto si que no tiene ningún tipo razonamiento lógico", dice Santos, al mismo tiempo que considera que "la Federación Española debería crear un protocolo que recoja las restricciones de todas las comunidades autónomas y que sean ellos los que decidan cómo se tiene que actuar, adaptándose en la medida de lo posible a todos".

"Los test deberían ser obligatorios o al menos tener que escoger entre test o mascarilla, pero está claro que ninguno de los dos no debería ser viable. La salud tiene que estar por encima de todo", concluye.

"La capital no está siendo empática"

"Las comunidades que no somos Madrid vivimos con restricciones desde hace meses encontrándonos en una situación sanitaria bastante mejor que la de esta zona. La capital no está siendo nada empática con el resto y está claro que ver vídeos de madrileños en discotecas, bares y pabellones cansa, y al final esto solamente consigue agravar la situación mental de los demás", reconoce con pesar la capitana del Club Voleibol Zalaeta. Como solución a estas diferencias, la coruñesa propone que "se endurezcan las restricciones en donde más se necesita para reducir el número de casos".

Sobre si se les ha pasado por la cabeza negarse a jugar debido a las condiciones sanitarias y el posible riesgo en el que les ponen los demás equipos a las gallegas, las jugadores afirman que sí lo han pensado pero mantienen que "quieren jugar y toman las medidas oportunas para que, dentro de lo posible, sea seguro". "En la situación en la que estamos es una alegría tanto mental como física el poder seguir compitiendo, pero si que nos gustaría que se tomasen ciertas medidas y sobre todo que fuesen coherentes", aclara la capitana.

Toma de temperatura y desinfección de manos y zapatos

Las jugadoras coruñesas tienen una nueva rutina obligada por la crisis sanitaria a la que se han tenido que acostumbrar a marchas forzadas y que a día de hoy ya tienen interiorizada. Las mascarillas, geles hidroalcohólicos, termómetros, test y distanciamiento social son elementos imprescindibles en sus entrenamientos y relatan que cuando llegan al pabellón, antes de entrar se toman la temperatura y se desinfectan las manos y los zapatos que traen de la calle.

Una vez dentro de las instalaciones, se ponen las zapatillas de juego pero sin utilizar los vestuarios porque está prohibido y durante el entrenamiento intentan mantener las distancias, se desinfectan las manos con regularidad y mantienen las mascarillas puestas. Acerca de los viajes en autobús, hacen hincapié en que "las restricciones son muy similares a las de los entrenamientos" y añaden que, por ahora, "les están dando permiso para comer en los restaurantes de camino al campo en el que jueguen, siempre con las medidas establecidas en la comunidad autónoma correspondiente".

"Los partidos son el único momento en el que parece que volvemos a la normalidad, las siete que están jugando lo hacen sin mascarilla ya que venimos de hacernos test 48 horas antes y confiamos en su fiabilidad. La verdad es que ahí nos olvidamos bastante de la pandemia y es un alivio", comenta Santos. Asimismo, este fin de semana se tendrán que enfrentar de nuevo a dificultades añadidas como que probablemente tengan que llevarse la cena desde casa ya que juegan el domingo en Madrid y el hotel en el que se alojan el sábado por la noche en Castilla y León no tiene permiso para dar cenas. Aún así, llevan la situación con filosofía, mantienen que "es algo comprensible dada la situación sanitaria" y conservan intacto el entusiasmo de "dejar a A Coruña lo más arriba posible" allá donde van.

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