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Cru e nu: la editora de mobiliario viguesa que busca la sencillez a través de la madera

En Cru e nu el vigués André Simón crea objetos de madera basados en el minimalismo y el ingenio, que representan un modelo de vida tranquilo y natural
André Simón, fundador y diseñador de Cru e nu.
Cru e nu
André Simón, fundador y diseñador de Cru e nu.
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Algunas personas sueñan de manera idílica con abandonar sus ajetreadas vidas en las urbes y mudarse al campo; sin embargo, pocos se atreven a llevarlo a cabo. El proyecto del diseñador industrial vigués, André Simón, nace del cansancio de llevar una vida estresante en la ciudad. Buscaba vivir tranquilo, disfrutar de sus niños y, simplemente, un empleo que le permitiese tener ambas cosas.

Después de varios años de formación y trabajo en grandes ciudades como Madrid, Milán o Londres, el fundador de Cru e nu decidió trasladarse a Tomiño, abrir un taller en la finca de su casa y comenzar con esta bonita historia.

Cru e nu es una pequeña editora de mobiliario y juguetes para los más pequeños en la que André apuesta por un material noble y cálido como es la madera. La sencillez es su seña de identidad.

Juguete para niños "Conecta" de Cru e nu.

Objetos que nacen de necesidades propias

Las ideas de André surgen de las necesidades que él mismo tiene en su día a día. El objetivo de la empresa es que aquellos objetos anónimos del hogar adquieran una verdadera importancia, que tengan protagonismo para poder ser disfrutados.

El hecho de que todos los objetos estén fabricados con el mismo material consigue, de una forma u otra, darle un valor añadido al producto, crear su propia esencia. Trabajan sin artificios pero cuidando cada detalle, de forma que el resultado no solo sea fácil de entender sino que tenga una gran calidad.

“Nos gustan las cosas que unen tradición e innovación, las cosas hechas por gente de aquí y las cosas que se diseñan para durar”

André Simón, fundador de Cru e nu

Además de una línea infantil y muebles, en Cru e nu también llevan a cabo diseños de habitaciones para niños, objetos para escuelas infantiles e incluso iluminación. Como André asegura, "parte de nuestro valor es que no decimos que no a nada, podemos hacer de todo adaptado al cliente". La mayoría de los productos de su tienda se fabrican según demanda, por lo que están totalmente abiertos a modificaciones según las necesidades del comprador.

Diseño de habitación infantil por Cru e nu.

Juguetes basados en el método Pickler y Montessori

Su propuesta de juguetes está basada en la actividad autónoma para el desarrollo psicomotriz de los más pequeños y en el fomento de la imaginación a través de la sencillez. En Cru e nu nada condiciona al niño.

Uno de sus juguetes más populares, la tabla curva, hace que el niño no solo trabaje su equilibro, sino que imagine lo que puede llegar a ser el objeto. "No es un castillo pero puede ser un castillo, no es un tobogán pero puede ser un tobogán, puede ser un elefante o un túnel. Es una pasada de juguete porque cuando se lo das a un niño él empezará a crear sus propias historias", señala André. Este objeto nació de una colaboración con el espacio de ocio infantil La mona Chita.

Para el próximo año la empresa quiere seguir expandiéndose. Cru e nu es un proyecto personal y familiar que ha ido creciendo y que, a día de hoy, busca abrirse paso también en el mercado portugués.

No solo la guerra contra el plástico les ha ayudado a asentarse, sino que cada vez las personas son más conscientes de sus propios hogares. En Cru e nu afirman que "una casa no es solo una estructura física, sino también una estructura de nuestras creencias y  debe representar el corazón de nuestros valores", por lo que todo aquello que se introduzca en ella debe suponer una continuidad de lo que son las personas que en ella habitan.

Para Cru e nu, el diseño es una forma de vivir y todo lo que ofrecen parte de la consciencia, tanto de las necesidades de las personas como de la realidad del mundo en el que vivimos.

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