Bateeiros colapsan las inmediaciones de la Xunta, en Santiago, con sus protestas
Las protestas de los bateeiros contra las delimitaciones de las zonas para recoger la mejilla han colapsado las inmediaciones del edificio de la Xunta en San Caetano, en Santiago, coincidiendo con la reunión semanal del Gobierno gallego.
Más de un centenar de bateeiros salieron a la calle en coches coches y furgonetas, algunos de ellos con barcos y lanchas en los remolques, para escenificar su descontento ante una medida impuesta por impuestas por la Consellería do Mar. Esta no es la primera vez que provocan este tipo de alteraciones en el tráfico, pues que lo ya lo hicieron a principios de este mes, al estacionar los vehículos en la rotonda situada frente a la Xunta.
La Policía Local, según recoge Europa Press, ha tenido que llevar a cabo cortes, que afectaron a la circulación en la zona norte de la ciudad, con desvíos en Vite y As Cancelas. Así, el tráfico se ha cortado en la subida de San Roque a San Caetano y varios autobuses han quedado parados al no poder circular.
Entre gritos de 'queremos traballar' -- 'queremos trabajar' -- y 'conselleira dimisión' -- 'consejera dimisión' --, acompañados por el ruido de bengalas de humo y pitos, una importante representación del sector de los 'bateeiros' se ha situado en la puerta principal del complejo de San Caetano para pedir que se garantice el acceso a la mejilla.
¿Qué piden los bateeiros? Los trabajadores de este sector reclaman poder recuperar la gestión de la cría del mejillón y piden que se revierta el artículo 13 del decreto 153/2019, que puso delimitaciones en algunas zonas. Para compensar esta medida, a comienzos de febrero la Xunta decidió abrir alrededor de 120 kilómetros de puerto para la recolección del producto.
Para los bateeiros, "esta campaña está totalmente perdida", tal y como ha explicado a Europa Press uno de los 'bateeiros' afectados, Nicolas Oubiña, procedente de la Illa de Arousa. Este trabajador solicitar que se tomen medidas "cuanto antes", ya que la campaña del año pasado "ya estuvo perjudicada" y la de este 2023 "está totalmente perdida".
En esta línea, ha indicado que necesitan "que abran las zonas y poder aclarar esta situación pronto" porque "si no ocurre, en la campaña del año que viene se va a perder entre un 40% y 50% de la producción".
