La historia de Abraham se encuentra en el primer libro de la Biblia, el libro del Génesis. Abraham vivió en la ciudad de Hur, cerca de los ríos Tigris y Eúfrates. Dios le pidió como sacrificio que abandonase su pueblo, el cual era muy fértil, para irse a vivir al al desierto. A cambio, Dios le prometió un hijo, ya que sus esposa Sara era estéril. Su descendencia sería tan numerosa "como las arenas del mar".

Días posteriores, Dios se le apareció en forma de viajero peregrino junto con dos ángeles también disfrazados. Quiso poner a prueba a Abraham, pero este los acogió y atendió de manera excelente. El peregrino prometió al santo que dentro de un año sería bendecido con un hijo, al que pondrían por nombre Isaac.

Cuando el niño cumplió los 12 años, Dios volvió a pedir a Abraham otro sacrificio: debía acudir a la cima del monte y ofrecer a su hijo en sacrificio. Con mucho pesar, aceptó el encargo. Justo en el momento en el que iba a clavarle un puñal, un ángel bajó del cielo y detuvo el sacrificio. Una voz celestial dijo "He visto cuán es tu generosidad. Ahora te prometo que tu descendencia nunca se acabará en el mundo".

Este y otros santos son conmemorados un 16 de marzo:

- San Abraham Kidunaia

- Santa Eusebia

- San Heriberto

- San Juan Sordi

- San Julián de Anazarbo

- San Papas