Marcela Ordoñez Madrid

Marcela Ordoñez Madrid / Ama de casa

31/12/1928, MadridMadrid, 25/03/2020

Mi madre, una de las personas que forma parte de la estadistica de este Gobierno, 23.000 muertos por Covid-19, que está orgulloso de haber superado el pico y doblegar la curva y otras tantas mentiras. MI MADRE YA FORMA PARTE DE LA ESTADÍSTICA DE ESTA ENFERMEDAD.

Una historia como la de tantas personas que han fallecido después de haber pasado una vida difícil y cuidando de los suyos. Mi madre, mujer que sobrevivió a la Guerra Civil, a la posguerra, a la zozobra de los años de cárcel y trabajos forzados de su padre sin saber si volvería a verlo o no; que sobrevivió a la época mas dura de la dictadura de este país.

Mi madre, que junto a mi padre sacó a cuatro hijos adelante. Consiguieron que no pasáramos necesidades, nos educaron, nos dieron estudios y hasta el final de sus vidas estuvieron siempre pendientes de nosotros.

Mi madre cuidó de los suyos hasta el final de sus días, sin una queja, una mala cara, sin derramar una lágrima y siempre regalando cariño a manos llenas.

Mi madre sobrevivió a la muerte de su hija mayor, a perder el contacto con sus nietas porque como ocurre cuando las parejas se separan, los niños son los que salen perdiendo, pero que los quiso siempre y que realmente los que perdieron una abuela estupenda fueron sus nietos por alejarse de ella incluso cuando tuvieron edad para decidir por sí mismos.

Mi madre, que sufrió después de luchar toda la vida la llegada del Alzhéimer de una manera dura y feroz, destrozando la vejez tranquila que había ganado a pulso. Aunque, a decir verdad, hay que agradecer a esta enfermedad que no sufriera por la muerte de mi padre, que permaneció junto a ella y resisitió a la muerte por no dejarla sola, pero no pudo conseguirlo.

Mi madre, que en los últimos días de su vida vivió unos momentos en la realidad y otros, los más, en su realidad, que tuvo que ser cuidada en su casa por dos personas que se volcaron en cuidarla. Nunca podré agradecer lo que hicieron por ella, hasta que su deterioro físico y mental hicieron que decidiéramos llevarla a una residencia.

Mi madre estuvo bien cuidada y atendida, que tenga constancia de ello, hasta que no se pudo ir a visitar por la expansión del Covid-19. Sabíamos del estado de salud de mi madre por emails y las continuas llamadas telefónicas de mi hermana.

Mi madre, que nunca fue trasladada a un hospital aun con reiteradas peticiones del servicio médico de la residencia; en estado grave el día 18 de marzo y fallecida el día 25 de marzo según acta de defunción por Covid-19 positivo.

Mi madre, que tuvo que morir sola, sin su familia, trasladada a no sé donde, enterrada sola. Sus hijos solo vieron el ataúd del coche fúnebre a la tumba, y se despidieron de ella una vez puesta la lápida. Yo ni tan siquiera pude ir; y aún no he podido porque estaba y sigo confinado.

Mi madre ha muerto por negarle la atención médica, porque alguien decidió hacer unas normas de triaje. Murió por una decisión del Sr Sánchez que asume personalmente las decisiones tomadas por este Gobierno, erigiéndose en un dios, decidiendo quién vive y quién muere. Murió tras haber luchado para que tuviéramos una mejor vida y más libertades. Qué contradiccion: muere por el mal uso que han hecho de esas libertades quienes se jactan de ser socialistas, de desenterrar al gran dictador...

Mi madre murió pensando que salvaría alguna vida al no ser atendida en una UCI, obligada a morir por este Gobierno, como otras tantas víctimas. Si hay justicia, estos señores acabarán en un juzgado como otros tantos personajes que decidieron sobre la vida y la muerte de otras personas.

Nunca te olvidaré, nunca cejaré en que las personas que te negaron asistencia médica queden impunes.......Hasta siempre, TE QUIERO.

Por Antonio Pedraza Ordóñez, hijo de Marcela.

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