FRANCISCO URRUTIA MARTÍNEZ

Francisco Urrutia Martínez / TRABAJADOR LIMPIEZA VIARIA DE MADRID

23/08/1965, MadridMadrid, 21/03/2020

FRANCISCO URRUTIA MARTINEZ nos dejó a los 55 años de edad, trabajador de la limpieza viaria de Madrid.

Paco, Madrid ya no será lo mismo sin ti, el barrio, nuestro barrio de la Latina y nuestras vidas tampoco… En estos años de amistad, contigo como maestro de ceremonias, me enseñaste a descubrir sus bares y comercios, a querer a sus gentes y a disfrutar de sus fiestas…, tenías el “don” de conocer a todo el mundo y ellos a ti, y así me fue muy fácil. Tú y tu siempre sonrisa bonachona, llena de verdad y sencillez en el trato, tu carácter afable y palabra amable hacía ganarte fácilmente el respeto y el cariño de todos, como te ganaste el mío nada más conocerte.

Echaré de menos tu chascarrillos y aventuras en el Madrid de los ´80, el “Madrid de la Movida”; aunque me dejaste huérfano de las cientos de anécdotas que te faltaban por contar. Ninguno de nosotros seremos lo mismo sin ti; eras nuestro amigo, el que siempre estaba dispuesto a echar una mano donde hiciera falta. Siempre te recordaré pronunciando el nombre de Gertru, esa mujer que tanto querías y ella a ti, me consta, compañera de vida y de sueños… La misma Gertru a la que convencimos tomando una cerveza en el Mercado de la Cebada para que se apuntara a los “Doscientos”, y ella así lo hizo, no por que estuviera convencida, si no por hacerte feliz.

Era diciembre de 2019 y estábamos a escasos días de Año Nuevo (2020) lleno de proyectos y de risas, pero... todo se trunco. Ya no podremos vestirnos de chulapos, como habíamos planeado, para ir a la Basílica de San Isidro, ni bailar en los conciertos de Las Vistillas o en la Plaza Mayor. En marzo del 2020 se nos paró la vida, dejándonos de besos sin dar y abrazos pendientes…

Paco te has ido de una manera injusta para lo que ha sido tu vida, siempre has luchado por un mundo mejor, el mundo de tus compañeros de trabajo, de los vecinos de tu barrio (conseguiste el ascensor para tu edificio), de tus amigos... Te merecías todo lo contrario, te merecías estar rodeado de los tuyos hasta el último instante, de sentirte arropado, querido… y sin embargo, te fuiste, tras cuatro horas de agonía entre los brazos de Gertru esperando una ambulancia que llegó tarde, incompresiblemente tarde…

Paco nos negamos a decirte adiós, por qué sigues formando parte de nuestra vida…

Un abrazo de parte de toda la gente que TE QUEREMOS.

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