Fernando Martín Chaparro

Fernando Martín Chaparro / Técnico electrónico jubilado

25/08/1954, Hospitalet, BarcelonaVinaroz, Castellón, 15/04/2020

Hermano, nunca jamás olvidaré tu sonrisa.

El 15 de abril, con el aplauso de las 8 de la tarde, te fuiste. Todos los días te pedía que resistieras, pero no pudiste. Te quedaste allí, en Vinaroz, donde te gustaba estar. No puedo entender, cómo no estás aquí. ¡¡Como ha podido pasar esto!! ¡No tenías nada, tan sólo tenías alegría y muchas ganas de vivir!

Hermano, estuviste enamorado desde muy joven de un único amor, al que sé que hiciste muy feliz. Eras ese compañero que toda mujer desea. También quisiste ser ese padre que no pudiste tener, y lo conseguiste… Siempre he visto cómo las has protegido. Has sido un padre diez. Tus dos hijas, aunque rotas de dolor, te recordarán con esa alegría y con la felicidad que les has dado. Y tus nietos, qué te voy a decir que tú no me hayas dicho de ellos.

Recuerdo tu cara cómo se iluminaba cuando me decías que te revolcabas jugando a futbol, y lo bien que lo pasabas. Y hasta creo sentir la emoción de tu mano agarrando a tu nieta cuando paseabas con ella por tu playa. Te llevas todo lo mejor de ellos. Y aquí se queda con nosotros el recuerdo del mejor abuelo. De esos que se les dice “los abuelos chochos”.

Éramos cinco hermanos, como los dedos de la mano de mamá. Recuerdo cuando ella decía… que los cinco necesitaba, los cinco tenía, y los cinco le dolían igual…. Y ahora… ¡Nos faltas tú, el mayor! ¡No te tocaba aún marcharte!! Hermano, me regalaste y disfruté de tu compañía,. Era tu primer crucero, tu último viaje.

¡¡Siempre te recordaré, a mi lado… y cómo me decías: ven aquí hermana! ¡Tenemos que disfrutar! Los dos del brazo, mirando ese mar de Barcelona que tanto nos gustaba.

Dejas un vacío tan grande, imposible de llenar, que intentaremos cubrirlo con tus recuerdos, con tus abrazos. Te encantaba hacer paellas, brindar con todos y por todos. Nosotros ahora lo haremos por ti. ¡Te queremos tanto, y no entendemos cómo te has podido marchar! ¡Y no te pude abrazar!

Desde donde estés, siempre desayunaremos contigo el cafetito todas las mañanas. Te recordaré como mi sonriente hermano Fernando.

Por Amparo Martín, hermana de Fernando.

Volver a inicio