Dejar de estar en activo en el ámbito laboral no implica necesariamente cruzarse de brazos y dejar de lado el activismo social y político. Los jubilados españoles han demostrado en múltiples ocasiones que son capaces de salir a la calle y gritar incluso más alto que los jóvenes para defender sus derechos. Hay personas que, lejos de dejarse llevar por la desidia de los años y las experiencias frustradas, todavía conservan intacto su ánimo para implicarse en nuevas empresas y embarcarse incluso en sus propios proyectos políticos

Concentración de jubilados en Bilbao

Basta con darse una vuelta por el registro de partidos políticos del Ministerio del Interior para averiguar que actualmente figuran nueve formaciones de jubilados inscritas. La primera de ellas, el Partido de los Jubilados Españoles (PJE) que se registró en la localidad madrileña de Villanueva de Cañada en 1992. Las últimas en llegar, durante el pasado año 2018, fueron el Partido de Jubilados y Pensionistas de España (PJPE) de Valencia, el Partido Demócrata Social de Jubilados Europeos (PDSJE) de Calafell (Tarragona), y Jubilados Decisivos (JJDD), de Pozuelo de Alarcón (Madrid).

Por el momento, solamente una de estas formaciones ha dado un paso al frente para confirmar su participación en las elecciones generales, europeas y regionales de los próximos meses de abril y mayo. Se trata del PDSJE, que concurrirá de la mano de la Unidad de Centro (UDEC). Su presidente, Lope García-Verdugo Galeote, un madrileño afincado en la localidad tarraconense, ha hablado con EL ESPAÑOL sobre los motivos que le han llevado a fundar el partido y sus metas, que pasan inequívocamente por la defensa a ultranza de las pensiones y la sanidad. 

"Demasiados políticos y cargos de confianza"

García-Verdugo dejó su Madrid natal para irse a trabajar a la SEAT en Cataluña, una empresa en la que se pasó 40 años. Cuando su jubilación estaba a la vuelta de la esquina "escuché por primera vez a Montoro hablando del problema de las pensiones" y decidió indagar en los Presupuestos Generales del Estado para conocer las cifras reales de gasto. Lo que vio, no le gustó en absoluto. "Me indignó comprobar la cantidad de gasto que suponen los políticos y sus cargos de confianza", reconoce, incidiendo en que, en ese momento, se percató de que "es la gran carga del Estado, la cueva de Alí Babá".

Sin embargo, lejos de dejar que la indignación no pasase de un debate en su círculo íntimo, se puso manos a la obra para dar vida al Partido Demócrata Social de Jubilados Europeos, del que actualmente forman parte alrededor de un millar de personas de toda España. "Está evolucionando más rápido de lo que pensaba. Somos jubilados sencillos, no queremos gente de sillones", matiza. En su punto de mira está la reducción de los gastos de la Administración pública para poder blindar otros gastos "intocables" como los sanitarios o los de las pensiones: "Sé que esto es una ilusión, pero si logramos que se reduzca y que vaya para el pueblo, sería maravilloso", comenta esperanzado. 

El camino hacia las urnas

Aunque en un principio su objetivo eran las elecciones europeas y las regionales, sin descartar presentar candidatura en algún ayuntamiento, la convocatoria de Generales que ha avanzado Pedro Sánchez este pasado viernes tampoco les da miedo. Así, junto a la UDEC, concurrirán en la bautizada como Coalición Política Horizonte. Bajo el lema Donde la gente tiene la palabra, pretenden seguir sumando fuerzas con otros partidos para "defender la sociedad civil". 

Eso sí, García-Verdugo ya ha confirmado que no irá en las listas. "Yo no me voy a presentar porque no quiero, monté el partido por rabia, estaré apoyando para entrar en las instituciones a arreglarlo todo, pero no seré yo el candidato", insiste, dejando claro que la única ideología que les mueve es "el sentido común"

Sus objetivos

Su meta principal es garantizar las pensiones "de por vida" en los Presupuestos Generales del Estado con su correspondiente revisión del IPC. También abogan por eliminar el IRPF de las pensiones y por el derecho "al 100 % de la pensión para aquellas personas que hayan cotizado 40 años aunque se queden sin empleo antes de llegar a los 65 años". 

Creen que no hay que jugar con la edad de jubilación y blindar los 65 años como máximo, con opción a ampliarse si la persona así lo desea. Defienden, asimismo, que la crianza de los hijos o el cuidado de dependientes cotice y compute para las pensiones. En lo que concierne a la Sanidad Pública lucharán por mejorar su calidad contando con más profesionales sanitarios, facilitando una tarjeta única y estableciendo un mínimo anual de copago.

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