Imagen de archivo de dos mujeres consumiendo cerveza.

Imagen de archivo de dos mujeres consumiendo cerveza. EP Sevilla

Gastronomía

Ni en Triana ni en el Centro, una de las cervezas más frías de Sevilla se esconde en este pequeño bar de barrio

Su secreto está en el recipiente, unos barrilitos de barro congelados. También es conocido por su larga lista de montaditos y panes de la casa.

Más información: Los mejores revueltos de Sevilla los sirve uno de los pocos bares donde sobrevive lo clásico: abierto desde 1973

Sevilla
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La gastronomía de Sevilla suele encandilar a cualquiera. Lo hace además en cada rincón, mucho más allá del Centro y Triana, los lugares más visitados. En cada barrio hay ejemplos reseñables de sitios que destacan por la calidad de sus tapas o simplemente por la maestría a la hora de servir la cerveza.

Cada bar tiene su particularidad. Los que tienen fama, lo hacen por méritos propios. Tienen la capacidad para hacer las cosas diferentes y que su esencia conquiste al público. Así consiguen que gente de toda la ciudad se acerque a ellos pese a estar aparentemente escondidos.

Sucede con un pequeño bar que no se encuentra a la simple vista del paseante o el turista. Es el caso del Bar Suiza II. Se ubica en la Plaza de Monesterio y se ha convertido desde 1993 en uno de lugares más icónicos del barrio de Tartessos, a la espalda de Santa Justa.

Hay que caminar por la calle Arroyo, una de las más largas de Sevilla hasta llegar a Tharsis. Perpendicular a esta, aparece este establecimiento con una característica que la convierte en especial y que atrae a personas de todas la ciudad, por muy lejos que estén.

Es su forma de servir la cerveza, una de las más frías de Sevilla. Conservan el método más tradicional al presentarla en barrilitos de barro. Antes de echarla desde el barril de Cruzcampo, los guardan en el congelador. El resultado es el mejor posible.

Los barrilitos de barro del Bar Suiza II

Los barrilitos de barro del Bar Suiza II E. E. Sevilla

No es nada raro encontrar escarcha entre la espuma, lo que hace las delicias de las cientos de personas que pasan por allí cada día. El Suiza, como todo el mundo lo conoce, es un lugar de parada obligatoria para casi todo el barrio.

Al mediodía, todos los que pueden aprovechan para el aperitivo y sus mesas altas exteriores suelen estar llenas. De hecho, los fines de semana, es muy difícil encontrar un hueco.

Es un bar muy solicitado. La calidad de su cerveza se asemeja a la de establecimientos emblemáticos como el Jota, el Tremendo o el Vizcaíno. Los barrilitos de barro marcan la diferencia. La bebida sabe diferente y helada. Es el cóctel perfecto. Además, es posible comprar los recipientes nuevos para probar la fórmula en casa.

La cerveza es el sello de distinción de este bar que acumula más de 30 años repartiendo alegrías en el barrio de Tartessos gracias a la aventura del matrimonio de sus dueños, Juan José Pinto y Eva Martínez. Pero no es lo único.

La terraza del Bar Suiza II.

La terraza del Bar Suiza II. E. E. Sevilla

También es un lugar idóneo para tapear al modo más sevillano, apoyado en una mesa alta. Para ello ofrece una larga lista de montaditos a precios muy económicos, También es perfecto para escalar la cuesta de enero.

Montaditos y panes de la casa

No falta ninguno de los clásicos. Los amantes del queso están de enhorabuena en este bar con el de roquefort y jamón. También los hay de lomo con mojo y jamón o de caña de lomo con queso de oveja.

Está el típico de gambas ali-oli o de carrillada ibérica y jamón. La lista es enorme. Tampoco conviene irse sin probar alguno de sus panes de la casa. No falla el de salmorejo y jamón, pero también los hay con cabrales, con bacalao o de sobrasada con queso gratinado.

Nunca nadie se ha marchado defraudado del Bar Suiza II, uno de esos establecimientos que demuestran que la magia de la gastronomía de Sevilla aparece en los rincones más inesperados y se reparte por cada uno de sus barrios.