Tortas de aceite.

Tortas de aceite.

Gastronomía

Así se hacen las tortas de aceite, un postre típico sevillano fácil de hacer, muy crujiente y con un sabor único

Se trata de un dulce muy famoso en Sevilla: finas, crujientes y ligeramente dulces, elaboradas con ingredientes sencillos como harina, aceite de oliva, azúcar y anís.

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La repostería sevillana es una parte fundamental de su tradición culinaria y refleja tanto la influencia árabe como la herencia cristiana en la región. Muchos de los postres tradicionales sevillanos han sido transmitidos de generación en generación, y algunos se elaboran en conventos y pastelerías de la ciudad, especialmente en momentos festivos.

Entre los dulces sevillanos más tradicionales se encuentran las tortas de aceite, que es uno de los dulces más representativos de Sevilla y la región de Andalucía en general. Estas tortas son finas, crujientes y ligeramente dulces, elaboradas con ingredientes sencillos como harina, aceite de oliva, azúcar y matalahúva (anís). Aunque pueden encontrarse en toda España, las tortas de aceite sevillanas tienen un sabor y textura únicos que las hacen especialmente famosas.

El origen de las tortas de aceite se remonta a siglos atrás y se asocia con la influencia árabe en la repostería andaluza, debido a su uso de aceite de oliva y especias. Aunque es difícil precisar cuándo comenzaron a elaborarse, se sabe que este tipo de dulce se preparaba ya en el siglo XVI en los hogares andaluces. Con el tiempo, se han convertido en una receta tradicional y emblemática de la provincia de Sevilla, especialmente en municipios como Castilleja de la Cuesta, que es muy conocido por su elaboración artesanal.

Las tortas de aceite son finas y redondas, con una textura crujiente y delicada que se rompe fácilmente al morder. Su sabor es una combinación de dulce y anisado, con un toque de sésamo que les añade un toque especial. Uno de sus secretos es el uso de aceite de oliva virgen extra, que aporta un sabor profundo y característico.

La masa de las tortas se prepara con harina, agua, aceite de oliva, azúcar, y se aromatiza con matalahúva (anís) y sésamo. Después de amasar, se forman pequeñas bolas que se aplanan hasta obtener su forma característica. Estas se hornean hasta que adquieren un color dorado y una textura crujiente. En algunas versiones, se espolvorean con azúcar antes de hornearse para darles un toque caramelizado en la superficie.

Las tortas de aceite son una receta sencilla, pero cada paso es importante para lograr la textura crujiente y el sabor característico de estas deliciosas tortas. Los ingredientes que necesitas son los siguientes:

  • 250 g de harina de trigo
  • 80 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 80 ml de agua templada
  • 10 g de levadura fresca o 3 g de levadura seca de panadería
  • 25 g de azúcar (más un poco para espolvorear)
  • 1 cucharada de anís en grano (matalahúva)
  • 1 cucharada de sésamo tostado (ajonjolí)
  • Ralladura de medio limón (opcional)
  • Una pizca de sal

En cuanto a los pasos para elaborar las tortas de aceite, son los siguientes:

  1. Preparar el aceite aromatizado: En una sartén pequeña, calienta el aceite de oliva a fuego bajo y añade la matalahúva (anís en grano) y el sésamo.

  2. Deja que el aceite se infusione unos minutos a fuego bajo, removiendo de vez en cuando para que no se quemen las semillas.

  3. Retira del fuego y deja enfriar un poco.

  4. Si usas levadura fresca, disuélvela en el agua templada (no muy caliente) con una pizca de azúcar y deja reposar unos minutos hasta que burbujee ligeramente. Si usas levadura seca, agrégala directamente a la harina en el siguiente paso.

  5. En un bol grande, mezcla la harina, el azúcar, la ralladura de limón (si usas) y la pizca de sal.

  6. Añade el aceite infusionado y la levadura (ya sea disuelta o seca) con el agua templada.

  7. Mezcla bien con una espátula hasta que todos los ingredientes estén bien integrados y forme una masa.
  8. Amasa ligeramente hasta que la masa esté suave y elástica. No debe quedar pegajosa, pero sí suave.
  9. Cubre el bol con un paño y deja que la masa repose en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que haya doblado su tamaño.
  10. Precalienta el horno a 200°C (con calor arriba y abajo).
  11. Divide la masa en pequeñas porciones (del tamaño de una nuez, aproximadamente) y forma bolitas.
  12. Aplana cada bolita con un rodillo o con las manos hasta obtener tortas finas y redondas, de unos 10-12 cm de diámetro.
  13. Coloca las tortas en una bandeja de horno forrada con papel vegetal.
  14. Espolvorea un poco de azúcar sobre cada torta antes de hornear.
  15. Hornea las tortas a 200°C durante unos 10-12 minutos, o hasta que estén doradas y crujientes en los bordes.
  16. Vigílalas, ya que se pueden quemar fácilmente si se hornean demasiado tiempo.
  17. Saca las tortas del horno y déjalas enfriar en una rejilla.
  18. Disfrútalas una vez frías; son perfectas para acompañar el café, té o como un dulce ligero.

Como recomendaciones, si quieres un toque más dulce, puedes añadir un poco más de azúcar en la masa o espolvorear más en la superficie antes de hornear. Además, se recomienda guardar las tortas en un recipiente hermético para mantenerlas crujientes durante varios días.