Hwang Dong-hyuk no para. Si bien el creador de El juego del calamar está actualmente trabajando en la segunda temporada tras su abrumador éxito en Netflix, ya ha anunciaod cuál será su próximo proyecto. Se trata de Killing Old People Club, una película inspirada en una obra del célebre escritor, ensayista e intelectual italiano Umberto Eco.

Durante una sesión en MipTV junto a su productor en February Films, Jun Young Jang, el creador y director surcoreano reveló que ya ha escrito un tratamiento de 25 páginas sobre el proyecto y adelantó que seguramente será "otra película controvertida".

Hwang bromeó sobre el nuevo largometraje, anticipando que "será más violento que El juego del calamar" y que "podría verse obligado a esconderse de las personas mayores cuando se acerque el estreno". También añadió que el título provisional es Killing Old People Club o K.O. Club.

En otra de sus intervenciones, el creador explicó que ahora solo piensa en regresar a Corea del Sur para escribir la segunda temporada de El juego del calamar y que, si todo va según lo previsto, espera que se estrene a finales de 2024. Después de comentar esto, Hwang recordó los elogios que recibió por su serie, entre los que destacó el del mismísimo Steven Spielberg, al que conoció en los Premios AFI. "Steven Spielberg me dijo: "¡Vi toda la temporada en tres días y ahora quiero robarte el cerebro!'", exclamó Hwang, añadiendo que para él fue como "el mayor cumplido que ha recibido en su vida, porque es su héroe cinematográfico y creció viendo sus películas".

El cineasta surcoreano comenzó a escribir El juego del calamar en 2009 y se vio obligado a guardarlo en la memoria de su ordenador durante años. Recordó haber llegado a pensar que, "en un futuro cercano, llegaría el momento adecuado para utilizar el material" y que, hasta que llegara ese día, tendría que dedicar su tiempo a otras ideas, como los tres largometrajes que dirigió durante esos años. 

Poco después, Hwang le mostró el proyecto a su productora, que "le recomendó hacerlo en Estados Unidos o en otro país extranjero, no en Corea, porque es más como un espectáculo global". Cuando Netflix aterrizó en Corea del Sur y comenzó a funcionar en 2016, el cineasta decidió proponer la idea de nuevo, pensando que solo podrían llevarlo a cabo ellos al ser un producto "demasiado violento y que podría preocupar a los inversores".

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